Cabo Álvarez de los BV de la COE 81
La COE 81 estaba cercana a Orense. Mi sección estuvo formada por voluntarios y soldados de reemplazo que no imaginábamos las vivencias que nos esperaban. La noche de temporal lluvioso del primer viernes nos fueron soltando sin brújula ni plano en bosques de pinos para irnos mentalizando. Con teórica y exámenes semanales, pista de obstáculos, maniobras, semanas de monte y supervivencias se iba forjando cada BV.
Hubo maniobras peculiares; p.ej., escalada en los cañones del Sil, prácticas submarinas en la ría de Vigo con supervivencia de escalador-mariscador, nieve en Manzaneda donde celebraron misa en un altar de hielo mientras construíamos intensamente los iglús, etc.
El ambiente de la COE fue especialmente positivo, con sentido compañerismo y relación cordial y proactiva con los mandos, dentro del respeto a los galones. Varios sargentos estaban matriculados en la Universidad de Santiago, lo que era inusual en aquellos tiempos; uno de ellos, profesor de Educación Física, me entrenó para competir en 10 000 m. Un compañero nos dio clases de taekwondo en tiempos libres, una patrulla se ofreció a fotografiar durante un domingo una zona de frontera de Portugal, etc. Hago un recuerdo especial para los compañeros de elaboración mensual de la revista AIREE de anécdotas de la compañía.
La COE fomentó el espíritu de superación, equipo, disciplina, fortaleció nuestra resistencia y resiliencia, cuidó hábitos de orden, cuidado de los detalles, preparación para actividades de riesgo, mejor sentido estratégico, capacidad de iniciativa, etc. En resumen, “maduración” de gran utilidad en la vida civil. En ingeniería comercial me fue de gran utilidad la mentalidad estratégica y táctica en cada contrato. Mi empresa pionera en España en drones de uso civil y charlando en DGAM con un general -iniciador de COE de Canarias- del funcionamiento de mi organización de Madrid se le escapó: “Eres un guerrillero” y tenía razón. Rompo filas al grito de aireee.
NOTA. – Evito referir nombres de mandos -algunos generales- y compañeros entrañables. De todos ellos tengo mucho que admirar.