Entrevista realizada por Miguel Ángel Núñez, antiguo vocal de Relaciones Externas de la FEDA VBVE
Por favor, Manuel, preséntate
Me llamo Manuel Rodríguez Álvarez. Soy ourensano, aunque resido desde hace años en Pontevedra. Tengo 82 años. Por edad ya soy pensionista. Estoy casado y soy padre de dos hijas y un hijo, además de abuelo de 4 nietos que son mi debilidad.
¿Por qué elegiste ser guerrillero y cómo fueron tus comienzos en la emblemática UOE 81 de Orense?
Hice el servicio militar voluntario a finales del año 61 en el cuartel de San Francisco de Ourense, que pertenecía al Grupo de Infantería Zamora 8. Al poco tiempo, meses después, fueron unos mandos al cuartel para informarnos de que se creaba la primera unidad de guerrilleros de España y que precisaban voluntarios. Yo estaba ejerciendo de correo entre el Gobierno Militar y el cuartel, un puesto tranquilo que mis padres querían para que estuviera cerca de casa en aquella época. Lo que los mandos nos plantearon coincidía más con mis deseos de juventud de vivir nuevas experiencias y aventuras.
De todas las fases, maniobras, ejercicios… en las que participaste, ¿qué te resultó más difícil y complicado?
Las salidas en las que teníamos que recorrer muchos kilómetros con el equipamiento tan pesado que llevábamos y que no tiene nada que ver con el de ahora (era muy precario) en condiciones climáticas adversas, temporales, frío de calarse los huesos, dormir en cualquier sitio; por ejemplo, encima de lápidas en un cementerio, aunque recuerdo con mucho cariño el apoyo y la ayuda con comida de la gente de los pueblos por los que pasábamos.
¿Qué fue lo que más te gustó y disfrutaste?
El compañerismo por un lado, los valores aprendidos y habilidades que me han sido luego muy útiles en mi vida.
¿Hubo algún acontecimiento en la UOE 81 que resultase relevante para ti o que te marcará para siempre?
Salvar la vida a un compañero que estuvo a punto de perecer ahogado y a otro accidentado de un camión militar.
Si puedes recordar algún nombre, dinos quiénes fueron tus mandos y qué opinión tienes de ellos
Debido a mi edad y enfermedad, no puedo recordar los nombres de mis mandos pero sí guardo un grato recuerdo, respeto y admiración por todos ellos.
¿Tienes alguna anécdota que contar?
Yo era tirador de primera y estaba bien considerado por ello. En ocasiones, iba con mi familia a las fiestas y tómbolas de la época y a las casetas de tiro; cuando iba con mi novia (mi esposa en la actualidad) y luego con mis hijos, siempre conseguía lo que ellos querían, a pesar de que las mirillas estaban trucadas.
Nos consta que has dedicado tu vida a conseguir el bienestar para los demás, ¿cuéntanos por qué?
Mis padres me habían enseñado valores que fueron, luego, reforzados en mi paso por la primera unidad de guerrilleros de España en el que todos éramos uno y en la que nuestra supervivencia dependía, no solo de nuestro esfuerzo, sino también de los compañeros que es algo que se aprende y no se olvida nunca. Yo intenté dar ejemplo en mi vida a mis hijos para transmitir esos valores. En mi casa siempre se donaba todos los meses para Cruz Roja Española y para el Asilo de Ancianos de Pontevedra. Y siempre he intentado ayudar cuando se me requería o me necesitaban.
Una vez finaliza tu servicio en la UOE 81 de Orense, ¿cómo ha sido tu vida personal, familiar y como veterano hasta hoy?
Mi vida, como la de otras muchas familias, ha transcurrido esforzándome por sacar a mi familia adelante con mucho sacrificio y esfuerzo. Los problemas de salud no ayudaron a partir de cierta edad y me dediqué, con mi esposa, a cuidar de mis tres hijos y viendo cómo la familia crecía con bodas y nacimientos que me llenaron de felicidad y, ahora, desgraciadamente enfrentándome a una enfermedad que, lamentablemente, destruye mi cerebro y mis recuerdos.
Cuéntanos algunos hechos relevantes, experiencias, anécdotas… ocurridas durante el tiempo que llevas como veterano
Me hizo mucha ilusión el homenaje que la Asociación de Veteranos Boinas Verdes de Ourense COE 81 (AVBVO-COE81) me hizo hace poco, cuando se cumplía su sesenta aniversario, que me emocionó mucho. Una de las cosas que se hizo fue dar un paseo por el Cumial y, aunque ya queda poco rastro de lo que allí vivimos, vinieron a mi maltrecha memoria el lugar en el que estaban los comedores, el edificio de los oficiales. Me acordé del lugar en el que dormíamos los guerrilleros, la capilla, el lugar de las caballerizas. Me emocioné sencillamente y quiero agradecerles públicamente el cariño recibido. Son gente estupenda. Primero la entrega de la boina verde (en mi época no existía) por el secretario de la Asociación de Veteranos de Ourense COE 81, D. Enrique de Sousa, con mis compañeros veteranos en formación. El cariño con el que fui tratado yo y el resto de mi familia. Escuchar el discurso que hizo mi hija y que leyó en la comida que nos emocionó a todos. Realmente, un día inolvidable para todos que llevaré en mi recuerdo mientras viva.
Como anécdota diré que me han nombrado Presidente de Honor de la Asociación y mi hija mayor ya está asociada. Ella no ha participado en ninguna instrucción pero es tan guerrillera como su padre (sonríe).
¿Si pudieras regresar al pasado, volverías a presentarte voluntario en la COE?
Es una pena que el servicio militar no esté presente ya en nuestra sociedad, pasando a ser profesional. A muchos compañeros, en mi época, les hizo hombres y, estoy seguro de que en esta sociedad enferma en la que vivimos y tan escasa de valores, sería una experiencia muy positiva para la mayoría. Lealtad, honestidad, generosidad, disciplina, valor son cualidades muy importantes que la vida, que es muy dura, te obliga a echar mano muchas veces. Si viviese 10 vidas en las 10 sería guerrillero.
Un fuerte abrazo a todos los guerrilleros boinas verdes de España y a los que están repartidos por el mundo.
Gracias, Manuel, por permitirnos conocerte mejor, por ser como eres y por ese espíritu guerrillero que llevas dentro, ejemplo a seguir por tus compañeros y que sigas así durante mucho tiempo.
