Artículos de la revista Finisterre y la COE 82 en la prensa

Artículos de la revista Finisterre

Aventuras y desventuras de un Guerrillero (Viriato)

Revista del RES 8ª RM nº 25. Nov.1975

Un buen guerrillero para poder cumplir sus misiones ha de reunir unas condiciones físicas extraordinarias y estar perfectamente entrenado. Estas misiones las puede ejecutar en todo tiempo y lugar, pero preferentemente las llevará a cabo durante la noche, de ahí que muchos nos llamen: “Los hijos de la noche “.

Nuestro trabajo es oscuro, ingrato, agotador y sacrificado. Cuanto menos nos hagamos notar y cuanto más desapercibidos pasemos, tanto mejor será el guerrillero. Tenemos que procurar saberlo todo sobre nuestro enemigo y que este nos ignore y desconozca. Golpear y huir; tirar la piedra y esconder la mano; picar y volar, así han de ser nuestras acciones, realizadas con un gran espíritu de compañerismo, sin heroísmos, sin grandes gestas, todos para uno y uno para todos. El que sea capaz de actuar así puede considerarse uno de los nuestros, es decir: “Un buen guerrillero “, un boina verde.

Son muchas las anécdotas que os podía referir, tantas que necesitaría la Revista para mí solo, por ello me limito a contaros un par de ellas.

Un buen día llegué a la estación de Lugo junto con otros compañeros, casi todos voluntarios para la COE 82, donde nos esperaban un sargento y dos cabos, los tres con barba y cara de pocos amigos. Una vez formados y contados, el sargento nos dijo: “No abandonen la formación, pues vamos a coger el autobús para San Cibrao”. Salimos a paso ligero y no paramos de correr hasta el campamento, lo que supuso un recorrido de tres kilómetros efectuado en veinte minutos, pero ¡qué kilómetros! y para colmo y nuestra desesperación el sargento, de vez en cuando, nos decía: “Hay que darse prisa porque el autobús es puntual y no espera por nadie”. Un tío simpático.

Los primeros días fueron muy duros, pero por fin fuimos sobreponiéndonos al cambio tan brusco del CIR a la COE, le cogimos el ritmo a esta y todos anhelábamos la llegada del gran día, el día de las boinas. Iban a hacernos oficialmente guerrilleros, dejando de ser “marulos”, “laneros”,  “borregos”  y muchas más cosas. Por fin, abandonaríamos el “coca-cola” y llevaríamos la boina verde. Ese fue el día más feliz de mi vida y recuerdo las palabras de nuestro capitán: “Habéis aguantado la primera prueba, empezáis a ser de los nuestros, pero ahora es cuando tenéis que empezar a sudarla “

Recuerdo una noche en la que teníamos como objetivo atacar un puente, durante unas maniobras, y, como es natural, íbamos tiznados de negro, con la bufanda tubular como gorro marchando silenciosamente y prestos para la acción en todo momento. Al pasar cerca de un caserío aislado, se abrió la puerta apareciendo una señora de mediana edad, la cual al apercibirse, a pesar de todo, de nuestra presencia, la cerró con gran violencia y oímos como gritaba:  “Manuel, os demos son os demos “, sonreímos y proseguimos la marcha sin más explicaciones, a las que, por otro lado, no se prestaría la buena mujer.

Recién llegados de pasar una fase de supervivencia, que no quiere decir vivir “super”, sino todo lo contrario, nos dieron la grata noticia de tener que realizar unas pruebas físicas para la obtención del distintivo de la D.N.D. Tomaban parte, junto con la COE, otras unidades y las pruebas se realizarían en dos días, dejando para el final la carrera de ocho kilómetros. Al finalizar nuestra unidad la primera fase de los ejercicios y, por disponer de tiempo sobrado, solicitó y obtuvo permiso para realizar a continuación la marcha programada para el día siguiente. Con la admiración de todos, la compañía la llevó a cabo en perfecta formación, cantando para mantener el ritmo y así, vuelta tras vuelta, y sin perder el paso, acabamos todos dentro del tiempo establecido para obtener medalla de oro. Tanto los soldados de las otras unidades como el personal civil nos aplaudieron y felicitaron efusivamente al reconocer el mérito de lo realizado tras una semana de ejercicios de supervivencia; pero como dice un poeta: “Mi descanso es la pelea y el dormir siempre velar” ¡Así es el guerrillero!

Memorias de un «Boina Verde»

Cabo 1º José Gómez Lesta Cia. 82

Revista RES 8ª RM nº 42. May-jun. 1981

Aunque se ha escrito mucho respecto a las COES, quisiera yo aportar mi granito de arena, pues es una cosa que siempre quise hacer y así vosotros podréis saber un poco más cómo es esa gente, cómo vive, etc.

Cuando llegué al destacamento de San Cibrao, lo que me llamó la atención fue el emblema de las COE, que era enorme e impresionante; hoy día, cuando lo recuerdo, me da un no sé qué en la espalda, que no podría expresar con palabras. Los comienzos fueron duros y difíciles, hasta que, poco a poco, me fui acostumbrando. Allí todo era diferente: la gente, los mandos, la comida; había algo especial que te hacía sentir seguro. La vida era agradable unas veces y dura otras, pues, como sabéis, en esas Unidades se trabaja bastante fuerte.

Allí, cuando llegaban los nuevos, se les gastaba la primera novatada de ir corriendo dos kilómetros con todo puesto, el petate, etc., desde la estación hasta el campamento; ni que decir tiene que algunos llegaban con la lengua fuera, pero eso era normal, pues no estaban acostumbrados. Después de las bromas de rigor de los veteranos, se hacía un periodo de instrucción de un mes; y después de esa fase, en la cual se ponía a prueba la dureza de los nuevos guerrilleros, se les entregaba la boina y los emblemas. Os diré que durante el tiempo que estuve allí, vi algunas entregas de boina, pero todas llegaron a darme una sensación que no sabría explicarlo con palabras, pues eso se siente dentro; os diré brevemente cómo era una entrega de boinas: la compañía formaba con traje de paseo, los veteranos a un lado y los nuevos a otro; los mandos, en el centro, observaban en posición de firmes, cómo los veteranos ponían cada uno una boina a uno de los nuevos; a partir de entonces los dos serán como uno solo, el veterano y el nuevo, padre e hijo, respectivamente; el uno le enseñará al otro todo lo que él había aprendido; si alguna cosa la hacía mal se le llamaba la atención al veterano, por no saber educarlo como debía ser; y de esta forma, apenas sí había problemas al hacer las cosas, pues cada uno sabía cuál era su obligación.

Durante el tiempo que estuve allí aprendí topografía, explosivos, transmisiones, esquí, a hacer rápel de helicópteros; también hice la famosa supervivencia, como son la de apreciar mejor todas las cosas cuando las tienes, y, sobre todo, la comida, pues, como todos sabemos, esta prueba es la de buscar tú la comida;  tiene la finalidad de que si en alguna misión de combate, en la cual el servicio de alimentación se interfiere, el guerrillero tiene que aprender a sobrevivir de lo que le rodea, desde raíces hasta animales; ni que decir tiene que los primeros días  fueron normales, pero según iba pasando el tiempo la debilidad empezaba a hacer aparición, pues se comía poco y se seguía trabajando; entonces era cuando se repartía mejor el trabajo: los más fuertes hacían el más duro y los más débiles hacían la comida, el pan, atendían las chozas y hacían con las conchas de las caracolas marinas, cucharas, espumaderas y cazos, pues la supervivencia la hicimos en las islas Cíes. Al principio había bastante caza, gaviotas jóvenes, conejos, cormoranes, ratas da agua, etc., pero poco a poco se fue acabando; entonces no nos quedaba más remedio que recurrir a las hierbas, culebras, lagartos y caracoles. ¡Qué asco! – diréis vosotros—; pues bien, os diré que, a nosotros, al principio, también nos daba asco, pero como el hambre empezaba a hacer efecto, fuimos poco a poco dejando los escrúpulos; pero aun así la idea de comer carne de lagarto o de culebra no nos atraía mucho; entonces fue cuando el capitán solucionó el problema y nos dijo:  «Por cada lagarto o culebra que cacéis os daré dos patatas». Bueno, ni que decir tiene que a partir de ese momento todo el mundo se puso a cazar lagartos y culebras; yo he probado su carne y os puedo asegurar que es sabrosísima: lo que pasa, que al principio parece que a nadie le gusta hincar el diente a unos lagartos que parecían cocodrilos de lo grandes que eran, pero ya os digo que eso fue al principio, pues después apenas si quedaron algunos en la zona.

Pues bien, estas y otras pruebas son las que forjan el espíritu duro e indomable del guerrillero, al cual hace más audaz y temerario, pues si no fuera así cuando hubiese que hacer alguna acción peligrosa pudiera ser que fracasara por no tener la suficiente entereza para hacer frente a las adversidades. Ni que decir tiene que la disciplina que aquí hay es dura, pero se soporta; los mandos eran excepcionales, pues todos tenían el curso de Operaciones Especiales, el cual es el más completo que se hace actualmente dentro del Ejército y tiene fama mundial por su dureza; y a título de ejemplo, os diré que cuando estuve en la Escuela Militar de Montaña, donde se imparte el Curso, pude observar que entre los aspirantes a hacer el Curso se encontraban varios oficiales de otros países, entre ellos varios Rangers americanos.

Los mandos de la compañía eran duros y magnánimos al mismo tiempo, cosa difícil de observar en otras Unidades, pues aquí, desde el capitán hasta el último guerrillero trabaja codo a codo y eso hacía que se unieran muchísimo. Solo expondré algunos de los ejemplos: cuando salíamos por ahí, cuando había que hacer la comida, ellos se ponían con nosotros o bien la hacían ellos, o pelaban las patatas, o traían leña; esto, lógicamente, se hacía en el campo, cuando hacíamos guerrillas o marcha topográfica, con comida en especie; es decir, que teníamos que hacerla nosotros; otro ejemplo era cuando hacíamos endurecimiento: el teniente a la cabeza, los suboficiales detrás de este, y delante de nosotros hasta hacer varios kilómetros; una vez hecho esto, hacíamos paso de pistas; como estos ejemplos había otros muchos.

Os diré que yo, como todos los que sirvieron en esas Unidades, lógicamente tuvimos también nuestras penas y alegrías, pero ¿qué es la vida? sino trabajo y sacrificio; y aquí os puedo asegurar que se llega a comprender lo que significa esta pregunta. Aun así, por mucho tiempo que pase, jamás podré olvidar que un día fui… un «boina verde».

Nuestras Unidades Especiales. Las COE. Breve reseña histórica

Revista RES 8ª RM nº 52. Jun-sep.1983

Las compañías de Operaciones Especiales nacieron como consecuencia de la importancia progresiva que, desde la 2ª Guerra Mundial, fueron tomando las acciones de guerrillas, contraguerrillas y las acciones tipo «comando»; no cabe duda de que este tipo de guerra no es exclusivo de nuestra época y que en la Historia de nuestra Patria tenemos grandes ejemplos como los producidos en la Guerra de la Independencia contra el invasor francés o los aún más lejanos de los principios de la Reconquista contra la dominación árabe, a título de curiosidad hay que resaltar que la palabra «guerrilla» no tiene traducción a casi ningún idioma, sino que este concepto se conoce en el extranjero por este vocablo español.

Las primeras Unidades de Operaciones Especiales españolas, se crearon oficialmente en febrero del año 1962, es decir, hace veintiún años y a los que estamos destinados en la COE 81 de El Cumial (Orense) nos cabe el honor de permanecer en la más antigua de todas ellas. En la actualidad existen en España dos COE por Región Militar, excepto en la 1ª en la que hay un Grupo de COES formado por tres compañías, y en Baleares donde solo existe un COE; la numeración de estas Unidades consiste en un número de dos cifras en el que la primera indica la Región Militar de pertenencia y el segundo (un 1 o un 2), el orden en que fueron creadas.          Nuestro principal distintivo es la boina verde, al igual que para muchas fuerzas especiales extranjeras similares, y esta prenda constituye un motivo de especial orgullo para todos aquellos que la han llevado o la llevamos en la actualidad.

La instrucción de las COE

La instrucción de estas Compañías es muy compleja y variada, como consecuencia de las misiones que tienen encomendadas, misiones que se enmarcan en lo que se denomina Guerra  No Convencional, por diferenciarla de la que llevan a cabo el resto de las Unidades; sin pretender dar aquí una lección de táctica digamos que, en general, una unidad convencional trata de conquistar o defender un terreno determinado, por el contrario las Unidades de COE tratan de destruir u hostigar al enemigo allí donde se encuentre, sin importarles retroceder cuantas veces sea necesario diluyéndose en el terreno o entre la población civil una vez que se ha actuado. Por lo dicho anteriormente el Programa de Instrucción de las COE está enfocado a conseguir que sus componentes sean capaces de combatir en todo tipo de terreno y todo tipo de clima, este programa se desarrolla en gran parte en el campo, ya que un mínimo de 120 días al año (un tercio del mismo) las COE permanecen fuera de sus acuartelamientos,

El Programa de Instrucción gira en torno a tres ejes «técnicos» fundamentales y uno moral. Estos ejes técnicos son: la Topografía, la Instrucción de Combate y el Armamento y Tiro. 

La Instrucción de Topografía permite que cualquiera de los componentes de las COE sea capaz de manejar el plano y la brújula y, por lo tanto, tener la posibilidad de moverse por cualquier tipo de terreno tanto de día como de noche.

La Instrucción de Combate capacita al soldado para la ejecución de cualquiera de las misiones que le puedan ser encomendadas a la Unidad y abarca desde los niveles más simples como formas de avance, ataques a centinelas, etc., hasta los más complejos, como son la ejecución en equipo de emboscadas, golpes de mano, etc., todos encaminados a dividir las fuerzas contrarias y facilitar a las propias la consecución de sus objetivos. Otra importante labor de las guerrillas es la obtención de información para preparar las ofensivas o resistir a la defensiva las acciones enemigas. Como es lógico, gran parte del Programa de Instrucción de Combate es nocturno.

El Armamento y Tiro comprende tanto los conocimientos teóricos como ejercicios prácticos con toda clase de armamento ligero. Como resumen a estos tres ejes técnicos podemos decir que los conocimientos topográficos permiten a los componentes de una COE acercarse al enemigo; los conocimientos de instrucción de combate le permiten la sorpresa y los conocimientos de armamento y tiro decidirán el desarrollo de la acción.

El eje moral a que nos referíamos antes lo constituyen las teóricas de Formación Moral, Militar y Psicológica que preparan al soldado psíquicamente para resistir todas las vicisitudes del combate y lograr la fe en la victoria imprescindible en cualquier Ejército.

Paralelamente a estas materias se desarrolla el resto del Programa de Instrucción, que no por estar en un segundo plano deja de tener una gran importancia, se incluye aquí la Educación Físico-Militar, la Defensa Personal, conocimiento y prácticas con explosivos, los socorros de urgencia, las teóricas y prácticas de transmisiones y las prácticas de escalada. Mención aparte suponen tres fases que se realizan un poco independientemente del resto del programa y exclusivamente en el campo y que son:

Combate en montaña invernal

Capacita a los componentes de una Unidad de Operaciones Especiales para vivir, moverse y combatir en terreno nevado que incluye las prácticas de esquí, marchas, vida en refugios en nieve (iglús, fosas, cavernas, etc.). Su duración es de veinte días.

Supervivencia

Se desarrolla durante diez días en los cuales los componentes de la COE viven casi exclusivamente de los recursos que existen sobre el terreno y tiene como finalidad el capacitar a la unidad para subsistir en caso de quedar en terreno hostil. Las prácticas más importantes para un guerrillero son las de supervivencia, y en su entrenamiento se incluye el conocimiento de las plantas comestibles, la caza, la pesca, la construcción de refugios improvisados, la elaboración de pan, técnicas de ahumado de carnes y pescado, etc.

Combate en agua

Tiene una duración de veinte días y su finalidad es llegar a conseguir que la unidad completa o gran parte de ella sea capaz de infiltrarse de mar a tierra o en pantano, ya sea con embarcaciones neumáticas o en natación en superficie, para la ejecución de una misión posterior especifica en terreno enemigo. En esta fase una pequeña parte de la COE se especializa en medios subacuáticos de aire comprimido.

Aparte de todo lo expuesto anteriormente se llevan a cabo prácticas de colaboración con Unidades de helicópteros y maniobras de guerrillas y contraguerrillas con otras Unidades.

El soldado de las COE

Quizá lo que hasta aquí se ha visto pueda dar lugar a una interpretación errónea de lo que es un soldado de Operaciones Especiales y de las condiciones que debe de reunir. En primer lugar el soldado de estas Compañías tiene la misma

procedencia que todos los demás de su Región Militar y permanece en filas el mismo tiempo que aquellos; es decir, pasan por el mismo Campamento de Instrucción de Reclutas y finalizado este, aquellos que voluntariamente así lo hayan decidido y superen las condiciones mínimas necesarias, cumplen el resto de su servicio en las COE; estas condiciones mínimas son el tener al menos el Certificado de Estudios Primarios, superar unas sencillas pruebas físicas y un reconocimiento médico y, por supuesto, tener ganas de trabajar al aire libre y en íntimo contacto con la naturaleza.

Después de una labor previa de selección comienzan su instrucción, consistente en la formación moral y militar, prácticas de marcha, vida y movimiento en montaña (en ambiente estival e invernal), táctica y topografía, guerrillas y contraguerrillas, tiro y explosivos, transmisiones, primeros auxilios, instrucción acuática, supervivencia en ambientes desfavorables, gimnasia y artes marciales. Teniendo en otras unidades especial importancia, como especiales, la habituación al combate real mediante el empleo de pistas de fuego, en las que, salvando obstáculos, el soldado se arrastra por un terreno salvando obstáculos mientras a su alrededor detonan cargas explosivas y dos ametralladoras efectúan un barrido a escasos centímetros de altura. Con estas condiciones y muchas horas de dedicación se llega a ser un buen soldado de Operaciones Especiales.

Los mandos de las COE

Para que un oficial o suboficial pueda integrarse en una Compañía de Operaciones Especiales debe de asistir y superar un curso denominado Curso de Aptitud para el Mando de Unidades de Operaciones Especiales, que se desarrolla en la Escuela Militar de Montaña y Operaciones Especiales, de Jaca (Huesca); donde hace 27 años nació el primer curso llamado entonces «guerrilleros», este curso tiene una duración de nueve meses y está considerado como uno de los más duros física y psicológicamente, no solo de España, sino de entre todos los países del mundo.

Homenaje al Ejército del  AYTO. LUGO

Por el T. Col. Bandrés de Rivas Jefe G.L.C. VIII 

Revista del RES 8ª RM nº 61. Jul.1985

Con motivo de la entrega de la Medalla de Oro de la ciudad de Lugo al Ejército español, se ha realizado en Lugo una semana de homenaje al Ejército, con un vasto programa de actividades.

El 3 de octubre de 1984 tuvo lugar la jornada de puertas abiertas. Tras la ofrenda a Los Caídos se efectuó un desfile en el que participó la Compañía de Operaciones Especiales 82, de guarnición en San Cibrao.

Acto seguido, el público, que abarrotaba las instalaciones de Garabolos, presenció la tabla de orden de combate y esgrima de fusil ofrecidas por los guerrilleros.

A continuación, hizo acto de presencia un helicóptero del Ejército de Tierra, desde el cual se lanzaron al vacío, a través de cuerdas, y a gran altura, una sección de la COE 82, que según llegaba a tierra, tomaba posiciones de defensa en -el terreno circundante.

Finalmente, y desde la parte posterior del castillo del acuartelamiento, pudieron presenciarse deslizamientos y rápel desarrollados con una precisión matemática por parte de todos los soldados que intervinieron en el ejercicio, pertenecientes a la COE 82.

El día 5 de octubre, fiesta de San Froilán, Patrón de Lugo, tuvo lugar el solemne acto de la entrega al Ejército de la Medalla de Oro de la ciudad. El acto fue presidido por el capitán general de la VIII Región Militar, teniente general Excmo. Sr. don José Buigues Gómez, quien se hallaba acompañado de diversos generales, jefes, oficiales y suboficiales.

Formaron, junto a otras tropas del Ejército de Tierra, una sección de la COE 81 y dos de la COE 82.

De la Coruña a los Ancares

Por el comandante D. Juan Zato Paadín

Revista RES 8ª RM nº 67. Jul-ago 1987

Corresponsal de FINISTERRE en Lugo

Nuestra Capitanía General tiene establecido, periódicamente, una reunión de mandos de la Región, que cada vez se celebra en una ciudad y sitio diferente de nuestra geografía gallega. A dicha reunión, y presidida por S. E el Capitán General, asisten todos los jefes naturales de las Armas, Cuerpos y Servicios de toda índole, pertenecientes a la 8ª Región Militar.

La última de estas reuniones se llevó a cabo en el Parque Natural de Ancares (Lugo), teniendo como base el Albergue de Alta Montaña allí situado a 1450 metros de altitud, y tuvo una duración de tres días, 29 de junio a 1 de julio.

A la par que lo anterior se trasladaron a la zona las Compañías de Operaciones Especiales números 81 y 82 y una Compañía de la BRIAT, que, a la vez que sirvieron de apoyo y seguridad, realizaron diversos ejercicios de marchas, ocupación física de pasos fronterizos y otras actividades propias de su instrucción específica.

Se empezó a dar forma al asunto estableciendo un Plan de Actividades y una secuencia de actos y visitas que abarcaban desde recorridos topográficos, en vehículos todoterreno, de toda la sierra en su extensión, por sus diferentes divisorias, cordales y valles; visitas de inspección tácticas a las unidades destacadas, visitas etnográficas a poblados y pallozas de gran interés histórico (Piornedo), etc.

A este efecto se estableció contacto con el Club Ancares de Lugo quienes, por medio de su presidente y directiva, se volcaron desde el primer momento en facilitarnos toda clase de contactos y visitas. Como es costumbre entre los montañeros hicieron derroche de amistad y hospitalidad en todo momento, lo que desde estas páginas de FINISTERRE les agradecemos de verdad. El Sr. Digón, personaje típico de la Sierra, Guarda Mayor Jurado y ya jubilado y conocedor a fondo de todos sus rincones y facetas estuvo en todo momento a nuestro lado. Era una delicia verle a las ocho de la mañana diciendo: «A sus órdenes, mi general. Buenos días. ¿A dónde vamos hoy?», y con un Land-Rover dispuesto a encabezar la marcha. Era encantador oírle hablar del corzo, del jabalí, del urogallo, del raposo, de la perdiz, de los castaños, del roble, de las pallozas y aldeas, de las características de los habitantes del parque…

El día 29 de junio, y en dos autobuses de la Compañía Regional, se trasladan los mandos desde el cuartel de Garabolos, en Lugo, al refugio de Ancares. Tras la reunión de mandos en la sala de montañeros del refugio y comida posterior, el Capitán General, acompañado por todos los mandos, realizó una visita de inspección de la instrucción específica a la COE 82 de Lugo, situada en la explanada trasera del refugio. A su terminación, se embarcó nuevamente en los vehículos y nos desplazamos a Piornedo, aldea panorámica, por una carretera increíble por su belleza y peligrosidad. Visitamos el pueblo y sus pallozas, constatando «in situ» lo que tantas veces hemos leído y oído sobre ellas.

El día 30 amaneció esplendoroso, desayunamos y nos disponemos a subir a la cima más alta de la parte oriental: el Peñarrubia. En vehículo nos acercamos al Puerto del Portelo por la bonita carretera de Doiras y subiendo por la pista forestal que empalma con el cortafuegos, llegamos hasta el collado de Braña donde, en sus inmediaciones, estaba establecida en defensiva la Compañía de la BRIAT (11 Batallón de Santiago).

De allí a la cumbre a pie por un repechón tremendo que nos hizo sudar la gorda. A la par, y por distintos itinerarios, las dos COE llegaban, asimismo, a la cumbre. Como punto dominante la panorámica es impresionante pues diferencia perfectamente las dos vertientes, la leonesa (comarca del Bierzo) y la gallega, viéndose, asimismo, nítidamente las estribaciones de la cordillera Cantábrica y los subsistemas de Caurel, Trevinca y Manzaneda.

Después de bajar del Peñarrubia se visitó la COE 81 de Orense, en las proximidades del Puerto del Portelo, en cuyo vivac y una vez revistada en sus especialidades de instrucción por el Capitán General, se nos obsequió con una hermosa «sardiñada» con pimientos y «pan de brona» a mandos y soldados igualmente. Como veis, ¡los «guerris» llevan las sardinas hasta la montaña! Finalizada nos retiramos al refugio.

El 1 de julio, último día de estancia, estaba reservado, durante toda la mañana, a presenciar un ejercicio táctico (sin fuego real) de las dos COE, en conjunto. Bajo una ambientación y unos antecedentes de países en conflicto y con frontera común se realizó en el Puente del Portelo (límite de Galicia y León) un ejercicio combinado de emboscada, contraemboscada y posterior cerco en una de sus modalidades que, a causa de la niebla existente, apenas sí pudo entreverse.

La COE 82 en la prensa

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Suscríbete a nuestro canal de noticias y te informaremos de todas nuestras actividades. No utilizaremos tu correo para ninguna otra cosa. Bienvenido Guerrillero

Normas de envío de fotografías

*Antes de mandarnos tus fotos comprueba que no estén en tu reemplazo, subidas por un compañero.*

Renombra las fotos, a ser posible, de la siguiente manera: COE independiente: reemplazo y año, ejemplo COE 31, R-1970 (La COE 31 fue independiente hasta 1984 que se integró en el GOE III). Cuando se trate de una COE integrada en un  GOE/BOEL, se pondrá lo mismo, pero añadiendo el GOE del que se trate, ejemplo: GOE III, COE 31 R-1990.

Mándanos todas tus fotos a «fotos.fedevbv@gmail.com» y las publicaremos. Solo se admitirán formato JPG o PNG

(cualquier otro formato será desechado)

XLII ANIVERSARIO DE LA CREACIÓN DE LA COE DE LA EMMOE

PROGRAMA PREVISTO AGA, A COE-EMMOE y FEDA

Jaca en Aragón
Situación Jaca
Acceso Cuartel Jaca
Callejero Jaca

La organización, así como el Ministerio de Defensa quedan exentos de cualquier responsabilidad sobre la reserva del alojamiento. La empresa en cuestión es responsable directa del alojamiento en cuestión.