Javier G. Colón, secretario AVBVA
El viernes 4 de abril apareció un mensaje en WhatsApp en la cuenta de la AVBV Alicante, enviado por un socio, donde se veían fotos de varios barcos de guerra en el puerto de Alicante, concretamente en el muelle de Levante.
Desde la directiva de la AVBV Alicante realizamos pesquisas y supimos que se trataba de buques internacionales que realizaban maniobras por el Mediterráneo en el marco de la OTAN. Entre ellos había dos de bandera española: el buque de transporte de tropas Patiño y la fragata F-101 Álvaro de Bazán; también supimos que no tenían previsto admitir visitas.
Disponíamos de escaso margen de tiempo para conseguir los permisos y, por tanto, para visitar uno de los buques de la Armada Española; las posibilidades eran remotas. Contactamos en primer lugar con el teniente de navío reservista don Antonio Badía Alonso, socio-simpatizante de la AVBV Alicante, quien nos puso en contacto con la Comandancia Naval de Alicante y, más concretamente, con el segundo comandante, el CC don Joaquín García, quien afortunadamente nos consiguió el permiso para que, a las 10:30 h del sábado 5 de abril, un grupo de no más de 15 personas pudiera visitar la fragata F-101 Álvaro de Bazán.
Finalmente, el día 5 de abril a las 10:30 h, puntualmente y encabezados por el presidente, don Tomás García Sogorb, nos presentamos en la rampa de acceso a la fragata, amarrada en el muelle de Levante del puerto de Alicante, como ya hemos indicado.
Tras ser autorizados para subir a bordo, fuimos recibidos en cubierta por el sargento Pereyra, a quien nuestro presidente nos presentó. A continuación, el sargento nos indicó una serie de normas a tener en cuenta durante nuestro recorrido por las distintas instalaciones de la fragata.
Comenzamos la visita por el helipuerto de a bordo. Como curiosidad, cuando no lleva aeronave, el hangar se utiliza como gimnasio para la tripulación.
Después realizamos un recorrido por distintas zonas y cubiertas, guiados por el sargento. Pasamos por delante de varias cámaras a las que llamó «cuartos de crisis» y a las que, según nos explicó, solo tienen acceso aquellas personas cuyo nombre figura en la puerta.
En la cubierta de proa vimos el cañón principal, lanzamisiles, lanzatorpedos y armas antiaéreas, de todo lo cual el sargento nos ofreció amplias explicaciones.
También visitamos el puente de mando, donde observamos los instrumentos y métodos de navegación, su funcionamiento, velocidades, rutas, etc.
Conocimos el Núcleo de Operaciones Tácticas y las funciones del Centro de Información de Combate (CIC), desde donde se controla el armamento, los radares, etc. El sargento nos ofreció una breve explicación de esta interesante sala. Como dato curioso, a la entrada del CIC tuvimos que dejar los teléfonos móviles en un cajón metálico con cerradura, al igual que debe hacer cualquier persona que accede a esa sala.
Por último, solicitamos al sargento Pereyra que nos mostrara la sala de máquinas, a lo cual accedió sin problema. Allí nos habló de la potencia de los motores, los purificadores de agua, los grupos electrógenos, las turbinas y demás maquinaria.
Tras tres horas de visita, regresamos a la cubierta principal, donde pudimos conversar con algunos miembros de la dotación. Nos despedimos muy agradecidos por la deferencia y el trato recibido, y nos marchamos con gran orgullo tras haber visto a españoles prestando su servicio a España.
PD: Desde la AVBV Alicante queremos expresar nuestro más profundo agradecimiento a todas las personas que hicieron posible esta visita, a la tripulación de la fragata y especialmente al sargento Pereyra por el trato dispensado.
Asimismo, queremos disculparnos con aquellos socios a los que no pudimos avisar, dada la premura de tiempo y porque solo podía acceder un grupo reducido, que completamos con los socios que colaboraron en el transporte del Cristo de los Guerrilleros a la Concatedral.