Teniente Coronel Nicolás López Gómez
Antiguo Teniente del GOE III
La última quincena del mes de julio de 1999, la COE 31 al completo, al mando del entonces comandante “Chimo” Bort, realizó la salida programada de “Vida y Movimiento en Montaña Estival”. En esta ocasión, se eligió como escenario el magnífico Pirineo navarro, utilizando como campamento base el que todavía era refugio militar de Belagua.
El comandante Bort destacaba por calcular las marchas a pie utilizando la medida del “palmo”, sin tener en cuenta si el mapa empleado era de escala 1/10.000 o 1/100.000. Ante la previsión de que la salida en montaña iba a ser dura, las semanas anteriores toda la COE tuvo un entrenamiento específico, basado principalmente en endurecer pies, piernas y mentes. Como el Pirineo estaba muy lejos para llevar a cabo dicha adaptación, se aprovechó la provincia de Alicante que no está falta de sierras y montañas, para dicho cometido. Creo recordar que eran los viernes los días que se emplearon para dicha misión y la unidad al completo se dedicó a realizar marchas “turísticas” por los picos alicantinos más característicos: Maigmó, Cabezón de Oro, Puig Campana, y creo que alguno más que no recuerdo. El caso es que llegamos a Navarra “más fuertes que el vinagre”.
Una vez alojados en el refugio militar de Belagua, las primeras jornadas se dedicaron a hacer marchas de adaptación al entorno con niveles progresivos de exigencia física, algunas de jornada y otras de dos jornadas. Recuerdo que una de ellas fue la subida a la llamada Meseta de los Tres Reyes.
Como guinda de estas maniobras, los dos últimos días efectuamos una de las marchas que al menos para mí, han sido de las más exigentes que he realizado. De madrugada, embarcamos en unos autobuses que nos transportaron desde el Belagua al refugio militar de Candanchú, en Huesca. Iniciamos desde allí la marcha con el equipo al completo. El itinerario era una réplica del seguido en el Curso de Mando de Unidades de Operaciones Especiales y conocido como las MIZUBE, porque los puntos de paso eran los refugios de montaña de La Mina, Zuriza y Belagua. En dicho curso, esta marcha se realiza en 5 días, si bien es durante el período invernal y con esquís de travesía. Nosotros la ejecutamos en…1 jornada y media (escasa).
Saliendo de Candanchú, atravesamos el Ibón de Estanés, las famosas “Aguas Tuertas”, al refugio de la Mina a media mañana, donde se hizo un alto más largo para comer. Continuamos la marcha, remontamos el barranco de Anzotiello y atravesamos el collado de mismo nombre. En este collado, de bastante altitud y que parecía que nunca íbamos a hacer cima, escuché varias veces al personal recitar la definición de este accidente geográfico: «Es un lugar donde siempre sopla mucho viento, siempre hace un frío que pela y donde siempre se paran los militares”. En el collado de Anzotiello, se cumplieron con exactitud las tres premisas. Sobrepasado el collado, que más que collado era un “puerto de montaña”, continuamos con el descenso para llegar, ya casi anocheciendo, al refugio de Zuriza, donde vivaqueamos esa noche.
A la mañana siguiente, temprano, reanudamos el movimiento. Ya no estábamos en alta montaña, y el paisaje que nos rodeaba era más amistoso, con zonas boscosas y terreno menos abrupto. Alcanzamos lo que se conocía como la “Senda de los Esquiadores” y, siguiendo su trazado, llegamos al punto final donde nos estaban esperando el transporte que nos trasladaría al refugio militar (que estaba muy cerca ya).
Con esta salida en el Pirineo navarro se finalizó la preparación física y mental de toda la COE 31. Tras regresar a Alicante, se iniciaron los permisos de verano.