Coronel de transmisiones Antonio Pérez-Rendón González
Introducción
En el desarrollo y evolución de las unidades de operaciones especiales se produjo el cambio de las iniciales compañías de operaciones especiales (COE) a los grupos de operaciones especiales (GOE), que agruparon a las COE en unidades de mayor entidad, dotándolas de mayor capacidad de acción, coordinación y planificación. Este cambio originó nuevas necesidades y el Mando decidió que era conveniente contar en los GOE con oficiales del Arma de Ingenieros para complementar sus capacidades, especialmente en el ámbito de las transmisiones y de las actividades acuáticas.
Para poder incorporar oficiales del Arma de Ingenieros a los GOE fue necesario abrir el Curso de Operaciones Especiales a esta Arma. Una vez que se pudo contar con diplomados en OE del Arma de Ingenieros se empezaron a publicar las vacantes de ingenieros de los GOE.
Por Orden 362/24520/85 de 25 de septiembre de 1985 fue destinado el primer teniente del Arma de Ingenieros diplomado en OE al GOE I (el Tte. Antonio Pérez-Rendón González), donde permanecería hasta su ascenso y posterior destino, el 5 de noviembre de 1989. A lo largo de estos 4 años se consolidó la Sección de Transmisiones como una herramienta eficaz para el cumplimiento de las misiones del GOE I, proporcionando enlace y apoyo en las actividades acuáticas.
Encuadrado en la Unidad de Plana Mayor del GOE I, y con el constante apoyo y respaldo de la jefatura, los tenientes coroneles Evaristo Muñoz Manero (1984), Tomás Varela Gómez (1986), Manuel Alonso Alonso (1988) y, especialmente, del en aquel entonces comandante Armendáriz, la Sección de Transmisiones fue tomando forma hasta su consolidación.
Con el espíritu de servicio que caracteriza al Arma de Ingenieros, la sección de transmisiones estuvo desde el primer día atenta a las necesidades del mando y de las UOE para poder dar el mejor apoyo posible.
Los soldados de la Sección de Transmisiones y Actividades Acuáticas
Lo más importante de la Sección de Transmisiones eran los soldados voluntarios de reemplazo que la formaban. Su formación y entrenamiento, para un mejor cumplimiento de las misiones asignadas, era la principal tarea de la jefatura de la sección.
El GOE llegó a asignar hasta unos 20 soldados de reemplazo a dicha sección. Estos soldados alcanzaban una importante especialización en transmisiones mediante un programa que se fue perfeccionando, poco a poco, con el paso del tiempo y la disponibilidad de medios. Los soldados de la Sección de Transmisiones mantenían el mismo espíritu guerrillero que el resto de las UOE y seguían el mismo ritmo de salidas de maniobras, manteniendo su capacidad para integrarse en las UOE y así poder dar apoyo especializado en comunicaciones o actividades acuáticas.
Todos recibían formación especializada como operador radio de los equipos de VHF y HF de dotación en el GOE, instalación y ajuste de antenas, el alfabeto morse y métodos de codificación manual de mensajes entre otras materias.
Algunos eran seleccionados para realizar el curso de buceo de tropa y todos recibían formación en el empleo y mantenimiento de todo el material disponible para las actividades acuáticas (embarcaciones neumáticas, motores, compresores para cargar botellas, botellas de buceo, chalecos hidrostáticos, trajes de neopreno, etc.)
Algunos de los soldados que pasaron por la sección dejaron un recuerdo imborrable por el gran servicio prestado. Aún recuerdo a un guerrillero (ingeniero de telecomunicaciones) que, en 1987, cuando aún la informática estaba empezando a dar los primeros pasos, fue capaz de desarrollar un programa con el que se podía decodificar, presentar en pantalla e imprimir los mensajes recibidos por radio y todo con un ordenador Apple que solo tenía una disquetera de 64 Kb. Otros consiguieron traspasar la barrera de lo profesional, llegando a lo personal con una buena amistad.
Las transmisiones en el GOE I
El primer paso fue hacer inventario de todo el material de comunicaciones del GOE y organizar su correcto funcionamiento y mantenimiento. Para esta tarea se contó con la inestimable ayuda del entonces sargento especialista (EST) Juan Naharro González.
Lo siguiente fue identificar las necesidades de medios de comunicaciones y, con el apoyo de la cadena de mando y los distintos organismos logísticos, se fue dotando al GOE con el material de comunicaciones que en aquella época estaba disponible, complementándolo con algunas adquisiciones para mejorar el funcionamiento (antenas, mástiles, etc.).
1-Las comunicaciones en VHF
Al principio solo se disponía de medios de comunicación en VHF (el famoso AN/PRC-77) en su versión portátil y vehicular que, dependiendo de la orografía, solo se conseguía la comunicación a unas decenas de kilómetros.
Para ampliar el alcance, se solicitaron cables relés que permitían la retransmisión de la señal entre dos valles con dos equipos AN/PRC-77. Un ejemplo del uso de este material se realizaba durante la fase de nieve en la sierra de Guadarrama. En la zona próxima al alto de la Bola del Mundo, la sección construía dos iglús, para los equipos y para dos soldados que pernoctaban en el iglú cada noche, para proporcionar seguridad a los equipos y para mantener su funcionamiento. Con esto se aseguraba el enlace en VHF desde la zona de Cotos, donde se desarrollaba la fase de nieve de las UOE, con la estación base del GOE I en Colmenar Viejo.
Cuando se realizaban ejercicios con varias UOE, se establecía el puesto de mando en zonas elevadas que facilitaban el enlace. Además, se disponía de antenas discono que se instalaban sobre mástiles portátiles que ampliaban el alcance y permitían mantener un mejor enlace a mayor distancia desde el puesto de mando.
En los ejercicios de guerrillas con otras unidades, la Sección de Transmisiones se encargaba de explorar las frecuencias de las unidades objetivo para obtener información con la que preparar acciones ofensivas. Guerra electrónica al nivel de la guerrilla. Para ello contaba con un pequeño escáner y con operadores que barrían las frecuencias usando los equipos de dotación. El resultado siempre era muy positivo ya que las unidades objetivo no pensaban que el GOE pudiera tener esas capacidades y usaban los medios de comunicaciones sin tomar muchas precauciones.
2-Las comunicaciones en HF.
Fruto de la experiencia de la II Guerra Mundial, en 1977 se inauguró en Weinqarten, Alemania, la Escuela de Patrullas de Reconocimiento en Profundidad (PRP) de la OTAN. Por esta escuela pasaban profesionales de todos los ejércitos occidentales. De igual forma, otras naciones crearon un centro similar integrado en su escuela de OE o en la misma unidad especializada en PRP, como es el caso de Francia, Portugal, Bélgica y Holanda. En España, no fue hasta 1985 cuando se asignó este tipo de misiones a unidades de operaciones especiales, participando anualmente en los ejercicios conjuntos de UOE de la OTAN celebrados en Bélgica y Alemania.
El entrenamiento de las unidades de operaciones especiales las hacia especialmente capacitadas para las misiones de PRP. Básicamente la misión consistía en infiltrarse o dejarse pasar por las fuerzas enemigas y mantenerse oculto informando sobre movimientos de tropas u objetivos de interés en la retaguardia enemiga, entre 50 y 200 km del frente.
En las misiones de PRP las transmisiones se convertían en un aspecto fundamental para el éxito de la misión. Y para conseguir transmitir a largas distancias era necesario el empleo de equipos radio de HF, que emplean la reflexión ionosférica como medio de propagación de las ondas electromagnéticas que hacen posible la comunicación.
La Sección de Transmisiones del GOE I adquirió una gran experiencia en el empleo de equipos de HF en misiones de PRP. La adecuada planificación de frecuencias, fruto del estudio de la propagación ionosférica en la zona de operaciones, era un aspecto clave en la planificación del ejercicio ya que de ello dependía el que se pudiese materializar el enlace. Para el desarrollo de los ejercicios se desplegaba una base de comunicaciones con los equipos de comunicaciones HF, un campo de antenas para poder recibir las señales a cualquier hora del día, y medios informáticos para la rápida decodificación e impresión de los mensajes reduciendo, al mínimo, los tiempos de entrega de los mensajes trasmitidos por las PRP al destinatario correspondiente. Las patrullas contaban con equipos de HF portátiles y antenas adaptadas a las frecuencias en las que debían transmitir, que unida a su completa formación, aseguraban el enlace y el éxito de su misión.
Prueba del buen funcionamiento del GOE I en estos ejercicios multinacionales de PRP fue el artículo publicado por ABC el 13 de julio de 1989:
“Los boinas verdes españoles sorprenden a los militares de la OTAN. Coparon los primeros puestos de PRP en diversos ejercicios conjuntos de UOE. En el “Pegasus 89” desarrollado en Bélgica, con participación de 38 PRP de diversos países, las tres patrullas españolas, en esta ocasión del GOE I, quedaron en primero, segundo y sexto puesto”.
Actividades acuáticas
Dado que el Arma de Ingenieros dentro del Ejército de Tierra es el que tiene el personal más especializado en actividades acuáticas, se asignó a la Sección de Transmisiones la responsabilidad del mantenimiento de todo el material del GOE disponible para las actividades acuáticas. El teniente de Ingenieros jefe de la sección realizó todos los cursos de especialización en este medio (buceador elemental de la Armada, buceador de asalto y zapador anfibio) aportando sus conocimientos en apoyo de las actividades que desarrollaba el GOE.
La Sección de Transmisiones y Actividades Acuáticas se encargaba del mantenimiento de todos los equipos y embarcaciones. También desarrollaba la formación en actividades acuáticas de sus soldados y se encargaba de mantener el campamento que se desplegaba en los períodos intermedios entre las fases de entrenamiento de las distintas UOE.
Una muestra del nivel de preparación y operatividad del GOE I en actividades acuáticas fue la rápida intervención en una operación de rescate tras un accidente de un helicóptero Bell UH-1H que sobrevolaba el embalse de Santillana. Ante la indisponibilidad del equipo de buceadores de la Guardia Civil, por encontrarse en otra misión, se pidió apoyo al GOE I. En un plazo mínimo de tiempo, fue trasladado, en helicóptero a la zona del accidente, un equipo de buceadores compuesto por el capitán de infantería Francisco Ruiz de Pascual Núñez de Arenas y el teniente de ingenieros Antonio Pérez Rendón González. El equipo, en condiciones muy reducidas de visibilidad y en un entorno complicado por la posición y estado del helicóptero accidentado, consiguió localizar y rescatar el cuerpo del ya fallecido sargento Luis Esteban Miñano que se encontraba dentro del helicóptero accidentado a 8 metros de profundidad.
Posteriormente, la Sección de Transmisiones, en apoyo a la unidad de ingenieros que se encargó del rescate de los restos del helicóptero, localizó la cola del helicóptero que, seccionada por una de las palas por una brusca maniobra, se encontraba a gran distancia del resto del helicóptero.
Otras misiones
Cabe destacar que la Sección de Transmisiones también participó en las misiones de seguridad y protección de las islas Chafarinas donde estuvo en dos ocasiones formando parte de la compañía de Plana Mayor.
Madrid, a 03 de diciembre de 2023