Coronel retirado Luis García Ena
Teniente fundador del GOE II y antiguo Teniente en COE 21 (Tarifa)
Mi querido capitán (Miguel Cervilla Lupión):
Te mando mis recuerdos sobre el cierre de nuestra COE 21 de Tarifa, época en la que tú ya estabas en Granada en los principios del GOE II.
Aunque puede haber matices, no en vano los recuerdos se deforman, creo que este relato es fidedigno al 99%.
Las COE 21 y 22 se disolvieron y quedaron comisiones liquidadoras. Los oficiales de la COE 21 salimos destinados al GOE II a mediados de septiembre de 1985. En Tarifa se había licenciado una sección y me quedé, finalmente, solo con la última sección en comisión liquidadora (nuestra COE era de dos secciones).
La instrucción para cierre de Unidad contemplaba el final de toda actividad. Nuestro compromiso moral con la tropa, a la que habíamos captado para hacer el servicio militar en las COE, nos llevó a continuar las actividades, prácticamente, hasta el último día como si la sección fuese operativa. Creo recordar que una de las últimas cosas que hicimos fue una fase de supervivencia.
Desde luego seguimos con todas las prácticas de tiro y explosivos, nocturnas, etcétera. Nos pareció vergonzoso y desleal condenar a esos soldados voluntarios al adocenamiento y tedio de una mili cuartelera.
Todo eso fue posible por la plena disposición de todos los mandos y tropa y a que, como sabes, nuestra querida Unidad estaba altamente compartimentada en relación al Regimiento Álava nº 22; es decir, teníamos de todo e independiente (armamento, municiones y explosivos, transmisiones, combustible, materiales de ingenieros e intendencia, gestión de documentación clasificada, cartografía, etcétera).
Esto hoy en día sería imposible y es muestra de la entrega propia de las unidades y de otros tiempos.
En cuanto a la entrega de medios me vienen al recuerdo muchos detalles. En la instrucción de reorganización de unidades, el mando ordenó que el material específico de OE de Tarifa-Huelva se entregase a la BOEL, (también recuerdo que en esa época se estaba trasladando a Ronda el Grupo de Caballería de la Legión desde Fuerteventura porque, cuando fui a llevar nuestro material, estaban llegando contenedores militares de 20 pies desde esa isla). Consecuentemente nuestro material de buceo, que estaba nuevo (para unos 10 buceadores, pulmotor, compresor y las 2 IBS con su remolque) lo llevé a Ronda para entregarlas a la BOEL. La zódiac de “particular” se mandó a Granada.
También a Ronda se llevó todo el material de escalada, pero el que estaba en uso y bastante desgastado fue para ser dado de baja, como es lógico.
Todo el material de escalada, vida y movimiento en montaña que estaba en el almacén de Tarifa (un fondillo tremendo) para estreno se mandó a Granada.
AN GRC 9, PRC 6 (que seguía en uso en las unidades de infantería DOT) y material más operativo PRC 77, antenas, etcétera, recordarás lo extremadamente cuidadoso que era Guijo con el material, pues cuando llegó al parque toda la telefonía, que él tenía impecable, la tiraron a unos montones sin contemplaciones. El material de transmisiones lo llevó el sargento Rafa Guijo al parque, como recordarás teníamos las transmisiones dobladas, material que no usábamos por obsoleto.
Los uniformes del almacén que incluían dos puestas de hidrofugados, tres mimetizados, jerseys, mochilas y una barbaridad de equipo, porque en eso había una verdadera obsesión de acaparar, se mandó a Granada.
El material de cama, taquillas, colchones que en intendencia de Sevilla nos “regalaron” del último modelo, así como el sistema de vídeo proyección, megafonía, etcétera fueron para el GOE. Lo recogieron camiones que vinieron de Granada, creo que Rafa (teniente Rafael Rojas Esparza) estuvo implicado en estas mudanzas.
El material de camas reglamentario a cargo era mucho peor y antiguo (era el de dotación de casi todo el Ejército). Sabes que lo habíamos llevado al campamento de Facinas (el antiguo campamento de Facinas, propiedad militar a unos 25 kilómetros de Tarifa, donde se hacía en la década de los 70 y anteriores la instrucción regimental. Estaba en nuestra época en estado ruinoso y la COE 21 recuperó y conservó a sus propios costos tres edificios, dos dormitorios y otro para PLM y servicios. Así podíamos hacer nuestras fases de instrucción y otras actividades.
Como curiosidad desde el campamento de Facinas se lanzó el asalto aéreo (helitransportado) de la Operación Romeo Sierra para recuperación del islote Perejil el 17 de julio del 2002 en el que participó el MOE).
Anecdóticamente, se mandó a Granada la cartografía que era copiosísima de toda la antigua Región Militar nº 2 Sevilla y de los valles y frontera de Guipuzcoa y Navarra.
Ya antes de los años 80 las COE de la VI Región Militar, desplegaban ocasionalmente en las mugas de la frontera vasco-navarra. De hecho, yo, de niño, ya tuve noticia de ello porque mis primos estaban de estudiantes internos en Lecaroz, en el Valle de Elizondo y ya las COE estuvieron vivaqueando en el antiguo colegio (hoy desaparecido). Más tarde, el Gobierno inició el despliegue de unidades del Ejército (COE y batallones de montaña) para impermeabilizar la frontera contra el terrorismo etarra en la Operación Alazán, a principios del año 81.
Como de hecho se preveía que la operación habría de durar años y tendrían que participar numerosas unidades, por razones de relevo, ya nuestro común capitán Fernando Sancho de Sopranis y los que seguimos, cada vez que pedíamos cartografía, conseguíamos poco a poco de las zonas antedichas. Y todo se hacía en aras al mantenimiento del secreto, pues si recibíamos la orden de desplegar pensábamos hacerlo sin dejar rastros de donde estábamos o a dónde íbamos. Al final la operación no fue tan duradera (de facto mi padre que estaba de jefe de PLM del BCZAM Gerona VIII desplegó dos veces en Navarra, por Ochagavía y Burguí y después ya no se siguió la operación).
Siguiendo con el anecdotario, he de decir que, prácticamente, todo el material del inventario estaba al 100% a falta de algunos elementos de desecho, como podían ser colchas que habíamos conseguido en el rastro de Madrid.
Pero en la relación de material de artillería (y los viejos recordamos la seriedad de las “revistas de artillería” teníamos un centenar de fusiles máuser (para instrucción de gimnasia). Algunos de esos fusiles, que estaban en buen estado, los conservaba Manolo Guzmán (sargento 1º Manuel Guzmán Velasco) para instrucción de francotiradores. Eran de calibre 7,92 mm y para ellos teníamos munición especifica. Los otros estaban para machaque en la instrucción y preservar los cetmes. Pues bien, con el paso de los años habían desaparecido 3 machetes de máuser modelo 1941 y, cuando fuimos a comprarlos al rastro, no hubo manera de encontrarlos, cuando hacía poco era sencillo. Por fin apareció la Virgen y los conseguí en una armería de Guipúzcoa. Al final, pasadas estas andanzas, cuando entregué ese armamento de deshecho en Ronda, quedé estupefacto, porque fue a la chatarra.
Otro material que estaba en el listado de material de artillería eran unas navajas multiusos negras tipos suiza. ¡Cómo cambian los tiempos! Estas cosas que ahora están al alcance de cualquiera en esos tiempos eran golosas. Los veteranos se las chuleaban a los nuevos y así la cadena cuando pasan los años, faltaban la mitad. Y eso que el que la perdía y no justificaba, pagaba. Así que nos faltaban como 40 que no se podían conseguir ni comprar.
No quedó más remedio que dar un parte de que en un entrenamiento de vadeo de río de mi sección se metieron todas las navajas en una mochila y en un vuelco de la zódiac en la que yo iba dando seguridad se perdió la mochila con las dichosas navajas. El mando, siempre condescendiente y cariñoso con nosotros solo dijo, verbalmente, que no hiciésemos tan arriesgadas prácticas (cuánto me gustaría haber conservado ese parte).
A mediados de diciembre, viniste con tu flamante COE 22 del GOE II Santa Fe para instrucción en el antedicho campamento de Facinas. Allí se realizó un acto de despedida y el Ayuntamiento de Tarifa nos llevó al santuario de Luz, en donde nos ofreció un vino español. No recuerdo bien si participó la Cofradía de Semana Santa.
Ya licenciada la última sección, hechas unas consultas y conversación de despedida con nuestro Estado Mayor de la Brigada DOT de Córdoba. Mi último día lo recuerdo porque llevé los libros, documentación ordinaria y el fondo que procedía de Atenciones Generales como cualquier compañía del Regimiento. Cuando le dije al mayor que le llevaba el fondo puso cara de estupor, pues pensaba que era un tesorillo. La verdad es que era ínfimo, unos cientos de pesetas. Se relajó a comprender lo que entregaba. Distinto fue el que se llevó a Granada, el combustible que teníamos de reserva de Tarifa y que fue bastante importante.
Entregué las llaves de nuestra compañía, que era uno de los edificios más antiguos de la isla de Las Palomas (en el plano de 1886, figura como almacén de efectos de artillería), en el Cuerpo de Guardia y me fui en mi Renault 5. Hice alto en Gobierno militar del Campo de Gibraltar en Algeciras donde, siguiendo las instrucciones de la Brigada, entregué la documentación clasificada (alguna de máximo nivel) y, por fin, finalizada mi comisión, fui de tirón al campamento de El Padul donde, sin tiempo de presentaciones ni de tomar aire, me incorporé a la fase de instrucción en que estaban los nuevos remplazos ya de mi GOE II (era el 13 de enero de1986).
Que te voy a decir de nuestra COE 21, solo tengo recuerdos magníficos. Aquel era un ejército entrañable, la entrega de los suboficiales total y la calidad de los soldados excepcional, muy buena por su disposición, sufridos, austeros, responsables. Nuestra situación en Tarifa, que en principio como localidad nos parecía destino poco goloso, tenía la gran ventaja de hacer que se mezclase la vida social y familiar con la militar de ahí que pasados 40 años mantenemos amistades y cariños.