Coronel (reserva) Manuel Agustín Velázquez Pérez
Antiguo Capitán del GOE III
Desde la tranquilidad de la reserva de este veterano y afortunado guerrillero con casi 22 años de servicio en unidades y estructuras de operaciones especiales en todos los niveles (táctico, operacional y estratégico) me viene a la memoria, cierto que con alguna insistencia del infatigable general Bataller, mi paso por el GOE III en su época independiente.
Era yo un joven capitán que, por cosas de la fortuna, sin esperarlo y en un tiempo donde era muy difícil acceder a un GOE sin haber estado destinado previamente en sus filas (yo había estado de teniente en el GOE II), cambian las normas de adjudicación de destinos y un 13 de diciembre de 1994, ante mi sorpresa, salgo publicado en el BOD destinado al GOE III. No fueron pocos los antiguos capitanes que, colocados en una posición ventajosa, vieron truncadas sus aspiraciones por un joven capitán proveniente de otro GOE que “usurpó” sus licitas aspiraciones. En mi defensa diré que fue el azar y no el “apadrinamiento” lo que me llevó a mi nueva andadura: “cosas de la mili”.
Me incorporé a Alicante, un tanto oxidado, tras un largo periodo de disponibilidad motivado nuevamente por esas “cosas de la mili” que nadie entiende. Pero se me pasó pronto la tontería y, nada más llegar, me hice cargo de la PLMM del GOE III, en ese momento al mando de un curtido suboficial mayor, Manuel Viózquez, que miraba de reojo a aquel pipiolo capitán; pero ese trabajador y experimentado suboficial supuso un gran apoyo y ayuda.
No fueron fáciles aquellos primeros meses en labores nuevas para mí que solo había vivido en el feliz mundo operativo de campo, campo y más campo. Siempre recordaré esas hojas llenas de cuadraditos a bolígrafo, para mi inteligibles, que el entonces teniente coronel Vicente Bataller, jefe de GOE, tenía encima de la mesa y que diariamente me repasaba con las tareas que había adjudicado y que no tachaba hasta verlas finalizadas. Muchos cuadraditos y muy poca gente en la PLMM, apenas cuatro personas, no era ni es el general Bataller un hombre de quedarse quieto.
Mi primer error fue comentarle al teniente coronel Bataller que tenía algunos conocimientos de informática, algo inusual en aquella época. Recuerdo que perdí totalmente la noción del tiempo “encerrado” en el sótano de la PLMM delante de un ordenador y una impresora preparando el ejercicio COMANGOE 95 con él y la parte de mi plana no implicada en el día a día. Fue aquel un gran reto con numerosas fuerzas de los tres ejércitos y los comandos portugueses, medios aéreos de ala fija y rotatoria, barcos y submarinos de la Armada, unidades de transmisiones,…. sin duda uno de los mayores ejercicios de operaciones especiales realizados hasta la fecha en España. Muchos cuadros de coordinación de medios y unidades para casar minuto a minuto, muchos anexos, muchos esquemas y diagramas,… muchas noches en vela. Lo que bien se coordina, bien acaba.
En junio de ese año, se me asignó el mando de la COE 32, que poco tiempo después con las nuevas plantillas de GOE se reorganizó y pasó a denominarse COE de Información, con una sección de PRP, otra de Información y una tercera de Especialidades (buceadores, montaña y manualistas), quedando finalmente ajustada la COE a dos secciones, una de PRP y otra de Especialidades (buceo y montaña).
Mandar una COE con una gran variedad de instrucción y adiestramiento, aparte de la ya compleja y extensa panoplia de tácticas y procedimientos tradicionales en OE, suponía un nuevo reto; pero sarna con gusto no pica. En las salidas de COE trataba de buscar lugares donde tanto las PRP como especialidades pudieran llevar a cabo sus prácticas específicas. Zonas como la sierra de Alcaraz y Albarracín, Laguna del Arquillo, Jérica… daban juego para montar ejercicios de PRP y masas de agua y vías de escalada para que los especialistas mantuvieran sus niveles de instrucción. Creo que un circo llevaba menos aparataje que una salida de la COE 32. A todo esto hay que sumarle las salidas obligadas anuales de vida y movimiento en montaña (invernal y estival), fase de agua, tiro y explosivos, supervivencia… Cabe destacar también durante este periodo los ejercicios Machete 96 y FORCESGOE 96 (Portugal). Nunca ha sido fácil para las familias nuestras largas ausencias entre salidas, ejercicios y misiones en el extranjero.
Con la nueva estructura y ampliación del GOE III llegaron a la PLMM los comandantes De Miguel (operaciones e inteligencia) y Acevedo (logística y personal), que si bien potenciaban notablemente la capacidad de la PLMM suponían una dura pinza para los capitanes jefes de COE que se veían constantemente sometidos a su supervisión y, en algunas ocasiones, a su añoranza de cuando mandaban una COE. Ya sabemos que las montañas de nuestros antiguos eran más altas, los lagos más profundos y la COE mucho más dura…, aún me duele la cabeza pensando en las revistas del comandante Acevedo y las visitas al campo del comandante De Miguel, bueno… lo que no te mata te hace más fuerte.
Y no hay COE sin mascota, en otros tiempos exóticas como leones, jabalíes, buitres…, algo que ya no era legal. En este caso la responsabilidad de esa figura le tocó a mi perro, Nanuck, un husky siberiano de capa roja que haciendo honor al carácter de su raza no le hacía el más mínimo caso a nadie. Como se dice coloquialmente, iba siempre a su bola, aunque no debían pensar lo mismo los gatos del acuartelamiento aterrorizados con “Predator”. Fiel compañero de marchas tenía en su haber unos cuantos tresmiles, además de ser un excelente calentador de pies en el iglú.
Cuando parecía que uno tenía controlado el día a día de la COE 32, la máquina funcionaba prácticamente sola y hasta me podía empezar a relajar…se movió el saco de los ratones y, en abril de 1996, fui a mandar la COE 31, COE de Combate; pues nada, a cambiar las camisetas amarillas por las rojas. Quiero destacar durante este tiempo el ejercicio Toro 96, de doble acción en León y Zamora; el Lince 96, con presencia de los tres ejércitos; así como un periodo de combate en población en las instalaciones de la Academia de Infantería en Toledo.
La rueda no paraba y este capitán ya antiguo, que no viejo, en abril de 1997 marchó a la tercera sección de la PLMM y, un poco más tarde, a mandar la COE de PLM. En poco más de tres años pasé por las tres COE 31, 32 y PLM, a cuál con mejor gente. Nuevo cambio de aires y, por supuesto, de camiseta; en esta ocasión, verde.
Tuve la suerte de compartir en mi paso por el GOE III momentos con excelentes compañeros (capitanes Bort, Colomina, Gines, Martín Gil, De la Torre,…), admirables oficiales (tenientes Canela, Belda, Alastuey, Suelves, Torres, Téllez, alféreces Blas y Jordá…), magníficos y competentes suboficiales (Viózquez, Escobar, Galiana, Manolo García, Guillén, Sanjuán, Chacón, Secall, Trueba, Julio Hernández, Canedo, Burget, Alós, Lamazares, Liria…) un elenco de cabos 1º para quitarse el sombrero (me vienen a la memoria Cardellé, Sáez, Piñero, Cifuentes, Rubén, Pereira, Iglesias, Pato…) y unos cabos y guerrilleros con los que te irías al fin del mundo, muchos de ellos, a día de hoy, excelentes suboficiales.
No hay mejor mando que el de una COE, nadie te defrauda, nadie te deja tirado, todos empujan,… entrega, dedicación, competencia, compañerismo, espíritu, valentía,… milicia pura en su máxima expresión.
A partir de septiembre de 1997 se dio forma al contingente del GOE para la próxima misión en Bosnia-Herzegovina. Comenzó con una Fase Preparación y posteriormente la Fase de Concentración previa al despliegue. Entraríamos a proporcionar, encuadrados en SPABRI VI, en base a la Brigada de Montaña, el NOE (Núcleo de Operaciones Especiales), formado por una pequeña PLMM, un Equipo Operativo de Combate y tres PRP bajo el mando del entonces comandante De Miguel. A mí, me correspondió el mando del EO además del puesto de S-3 del NOE integrándome en el Centro de Operaciones de la Brigada en Medjugorje. Fue una de nuestras primeras misiones en el exterior que supusieron un gran espaldarazo para el reconocimiento y potenciación de nuestras unidades de operaciones especiales. Sin entrar en detalle, que sería objeto de otro artículo, cuando llegamos a zona la situación estaba más tranquila; pero aunque no había guerra, la tensión y los rencores estaban al acecho. No fueron fáciles las inspecciones en los almacenes y polvorines de las partes, pues a nadie le gustaba que metieran las narices en su casa.
Si bien hay que huir de los tópicos, lo cierto es que la experiencia me demostró que a veces coinciden, aunque después de una guerra fratricida no es fácil rencontrarse. Los croatas pecaban de soberbios, tal vez, con ayuda del licor; aunque eran amistosos y de buen carácter (alguno me sacó la pistola porque no estaba de acuerdo con los resultados). Los bosnios siempre quejándose, amables; pero ojo, si podían, te “la colaban”. Por último, los serbios: serios, orgullosos pero nobles y, desde el punto de vista militar, sin duda los más profesionales.
Y ya de vuelta a Territorio Nacional, en mi última etapa de capitán, poca COE, mucha PLMM y mucho curso y estudio: Curso de Capacitación para el de Ascenso a Comandante de la Escala Superior (CACES), cursos de idiomas y Cursos Superiores que condicionaban tu carrera militar. En mi caso enfoqué mi trayectoria hacia la inteligencia (Curso Superior de Inteligencia) pudiendo desarrollar mi carrera en esta especialidad, afortunadamente, en el ámbito de las Operaciones Especiales… pero eso es otra historia.
Estamos ya en el año 2000, el MOE lleva creado dos años, el GOE III ha dejado de ser una unidad independiente y la Jefatura del MOE se ha trasladado de Jaca a Alicante, así como posteriormente el GOE IV (2001) y la XIX BOEL (2002), ya no estamos solos… empieza otra etapa.