Comandante retirado Alfonso Boo Santas
Brigada, Subteniente, Teniente y Capitán en el GOE “OOMM” I
En noviembre de 1979, año de su fundación, salí destinado al GOE con carácter forzoso, en el empleo de brigada, procedente de la COE 91, e hice mi presentación a primeros de diciembre en el acuartelamiento del GOE en Colmenar Viejo. En plena actividad de preparación de la patrona, me llevé mi primera sorpresa al ver la cantidad de mandos y tropa que tenía esta nueva unidad. Al proceder, desde que ascendí a sargento, de dos COE con plantilla de menos de 90 hombres, la diferencia con la plantilla de esta unidad con cuatro compañías casi al completo era abismal.
Mi primera formación fue el 8 de diciembre de 1979, cuando llevaba cuatro días presente. Acostumbrado a las raquíticas celebraciones de mis anteriores destinos, fue una sorpresa por el número de personal en formación y por la gran cantidad de civiles así como de familiares del personal destinado, como antes no había visto ni vivido.
Fue muy fácil la integración por varias razones; el estilo, mentalidad y comunidad de llevar una boina verde, hace que el compañerismo sea algo intangible, en los guerrilleros siempre presente.
Me encontré con que la mayoría de los brigadas eran de mi misma promoción: Orleans, Asensio, Hilario, Amador, Porras, Blanch y posteriormente Timoteo y Viózquez, con quien había compartido destino en las COE de Tenerife y Granada.
No voy a hablar de lo que se acabó llamando “la comunidad de los brigadas”, pero haberla, sí la había, y algo tuvo que ver el que casi todos habíamos estado de sargentos en alguna COE. También, dos subtenientes con mucha experiencia Córdoba (DEP) y Manolo González.
Del resto de personal, jefes, oficiales y suboficiales, qué puedo decir. El comandante Muñoz Manero, que supo aglutinar a todos, con su experiencia y dotes para manejar a un grupo que nos considerábamos los mejores. ¿Qué puedo decir que no sepa todo el mundo? El capitán Armendáriz, jefe de la Plana Mayor, una persona seria y apagafuegos entre el jefe y el resto. Capitanes con muchos años de experiencia que mandaban las UOE como Jáuregui, Gonzalvo, Chicoy, Palomo, Dávila, Herrero, Íñiguez, Ruiz de Pascual… Los tenientes, casi todos en su primer destino pero con muchas ganas de trabajar y los sargentos, lo mismo salvo dos o tres, también era su primer destino, pero todos querían comerse el mundo (excelentes guerrilleros).
No voy a comentar sobre las virtudes profesionales del personal y sobre las actividades desarrolladas, pues eso ya es un tema muy visto, que otros con mejor memoria ya lo pondrán en otros apartados.
El GOE I, ha sido, de todas las unidades en que he prestado servicio, la que tenía un mayor compañerismo y calidad humana y creo que eso tenía un efecto importante sobre el funcionamiento y actividades. Todos los meses 10 días fuera de casa, en el campo. Había un número importante de integrantes que vivían en Colmenar y Tres Cantos, la mayoría con familia y niños pequeños. Como el hospital de referencia era el Gómez Ulla y desplazarse era complicado, si había un problema, las mujeres llamaban al grupo y el médico del GOE, si estaba disponible, se desplazaba a atender el caso aunque no fuera esa su obligación.
Los médicos y enfermeros se integraban totalmente, eran uno más de los mandos, así los tenientes Phares, Jáuregui, Carlos Jiménez, Abadía y los enfermeros Pedro García, Maúriz, Santori, Octavio, todos eran boinas verdes que participaban en todas las actividades con el resto de la unidad, al igual que los especialistas en automoción (San Julián) o los de armamento y transmisiones. Quisiera tener la memoria de Hilario o Pedro Vázquez para relatar vivencias y actividades que todos hemos vivido, pero es complicado sin tener documentación para recordármelo. Lo importante está hecho.
La marcha con raquetas a San Pedro, creo que fue la marcha más corta en distancia, pero más dura por el tiempo que se tardó. Sabíamos el estado de las raquetas y se iban rompiendo cada poco rato, con el consiguiente alto de toda la columna hasta arreglarlas (interminable).
En Matalasgrajas, exhibición a personal del EMACON, bajo una lluvia como si no fuese a parar nunca. Algunos alumnos eran marinos, con su traje y zapatos blancos. ¡Lo que pasaron aquel día! El desfile sobre la pista, que era una laguna; el pasar a paso liguero chapoteando; la comida en las tiendas, con el agua que caía dentro y que calaba casi como en el exterior. ¡Nunca viví nada igual!
Marcha al Palancar en navidad, con una gran nevada, de las de antes. Aunque la mitad del GOE estaba de permiso, como era día programado de tiro, para allá que nos fuimos. Comimos en el hangar de las máquinas de ingenieros, luego hasta el Palancar y regreso sobre las dos de la mañana. Cuando llegamos, algunos nos parecía que no teníamos pies, no se sentían y apoyarlos era un martirio.
Al GOE se le asignó la seguridad y protección de los encausados por el 23 de febrero, durante los juicios en el acuartelamiento del Centro Geográfico del Ejército, en Campamento (Madrid).
Durante varios años la Unidad participó en Bélgica, en la prueba internacional de patrullas de unidades de operaciones especiales, con patrullas de los ejércitos de Alemania, Bélgica, Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña, Holanda, Italia y Portugal. Al finalizar los ejercicios se realizaba el curso de paracaidista del Ejército belga, una experiencia novedosa para nosotros, pues el lanzamiento se realizaba desde un globo.
En marzo de 1983 se realizó un tema de infiltración en la isla de Cabrera y supervivencia en la misma. Lo difícil no fue el tema en sí, lo peor fue la preparación, tener que transportar todo el equipo e impedimenta en mano, de forma que llegaban los HU, se subía con todo encima, sin tiempo de espera.
Después de haber permanecido en el GOE I desde el 16 de noviembre de 1979 hasta el 26 de diciembre de 1989, en los empleos de brigada y subteniente, al ascender a teniente causé baja al ser destinado al Regimiento Mallorca 13 y posteriormente al Grupo Logístico de la BRIAC-XII. El 13 de diciembre de 1990, regresé al GOE con el empleo de teniente, y permanecí ya con el empleo de capitán, hasta diciembre de 1996, año de la disolución de la unidad. En todos esos años, desempeñé funciones de 4ª sección de la PLMM, auxiliar de la UOE 13 y habilitado del GOE.
Después de la disolución y a título particular, se siguió realizando en la base de San Pedro la celebración del aniversario, en plan de encuentro campestre con las familias, barbacoa, donde disfrutábamos de ver a los que no habíamos visto en un tiempo, contar batallitas, donde no faltaba comer y beber. Esto se sigue haciendo todavía hoy, aunque los años nos hacen más comedidos y nos reunimos en un restaurante, sentaditos y servidos porque la edad no perdona. Espero que se siga haciendo. No sería justo no reconocer el esfuerzo por mantener la tradición al coronel Armendáriz, la raíz que mantiene el árbol que nos aglutina en torno a él, como a Hilario, Héctor y algunos más, por lo que mi agradecimiento para ellos y otros muchos colaboradores que hacen posible estos encuentros.
Madrid a 15 de enero de 2024