Subteniente Emilio José Verdasco Sánchez
Antiguo Sargento de la COE 32/GOE III, de la COE EMMOE y profesor del Curso OE
Llegando casi al final de mi etapa en activo y como petición de nuestro general Bataller, me atrevo a escribir unas letras para recordar a mis compañeros y a algunas anécdotas y experiencias que tuve en mi paso por la COE 32, allá por el año 85, en el recientemente formado GOE III, como posteriormente en la COE de la EMMOE y el Curso de OE.
Como digo recuerdos y no añoranzas, puesto que creo que lo pasado, pasado está, para lo bueno o para lo malo. Así, recién salido del curso de OE en el año 1985 y con toda la ilusión y fuerza de mis escasos 20 años, aparecí en Alcoy en mi primera unidad en antiguo cuartel del Molino Payá, en las instalaciones del desaparecido Regimiento de Infantería “Vizcaya” 21. Llegamos cinco sargentos a las dos COE operativas, la 31 y la 32 (Jordá, Parra, Guillén, Blas y yo), allí nos encontramos a un grupo de hombres con los que compartimos muchos momentos, juntos aprendimos lo que empezaba a ser nuestra vida militar en las mejores unidades del Ejército.
En los tres años que sufrí y disfruté con todos mis compañeros (superiores y subordinados), intenté desarrollar lo aprendido en el Curso en todas las actividades y maniobras que realizamos; primero por las zonas de influencia de la antigua 3ª Región Militar y, más tarde, en las primeras salidas fuera de ella, como las vigilancias de los peñones e islas del norte de África (Chafarinas, Alhucemas y Peñón de Vélez de la Gomera), o mis primeras maniobras en el extranjero de las que no se me olvidará ese viaje en Chinook desde Rabasa a Friztlar (Alemania).
Como digo, fueron muchos los compañeros y nombrarlos a todos me es imposible, desde los primeros oficiales y suboficiales que recordaréis vosotros tanto como yo, hasta los últimos soldados de remplazo (Hernando, Bellés, Guillén, Albéniz, Giner, Bartomeu, Izquierdo, Gámez , Calzado, Micó…..en fin, muchos), no quisiera dejar tampoco a mis cabos 1º, Moreno “Bullas “, Peris o el difunto Marcote, de los que aprendí mucho, desde los “bichos “ de Manolo “Bullas”, hasta las aficiones musicales de Peris.
Anécdotas y vivencias fueron muchas, desde el apoyo a las inundaciones en el Molino Payá o en Orihuela,o las fases de agua en las “ruinosas” instalaciones de Cabo Roig. Lo duro que eran las largas marchas en las “Tractor” o las guerrillas, al igual que los endurecimientos de los nuevos reclutas hasta la prueba de la boina, todo un conjunto de recuerdos con los que aprendí a ser mejor militar, para a continuación intentar conocer más lugares, personas y especialidades que siguieran ampliando mis capacidades.
Alcoy y luego Alicante fueron mi trampolín hacia nuevos retos de mi vida militar, lugares que nunca he olvidado, pero que se me hicieron pequeños y así decidí ir a buscar nuevos retos en nuevos destinos. También quiero recordar con cariño los años en Molino Payá en Alcoy, un lugar duro y precioso a la vez y, a pesar de la dureza de las instalaciones, era aleccionador salir directamente al campo a realizar la instrucción diaria. Por el contrario, al llegar a Alicante en el antiguo CIR, esos barracones de chapa eran como un horno e imposible de estar y era imprescindible cambiar de edificios como ya se hizo posteriormente, la instrucción diaria o ir al tiro era como estar en el desierto con su oasis y todo hasta llegar a Fontcalent. Bueno, recuerdos de mi paso por esas tierras que fueron rellenando las páginas de esos capítulos.
Cerrada mi etapa en el GOE III, aparecí en Jaca abriendo un nuevo capítulo, concretamente en su COE, donde estuve hasta su desaparición, conociendo a grandes compañeros y donde tuve la posibilidad de hacer muchas cosas y aplicar lo aprendido en Alicante; realicé los cursos de buceo de la Armada y el de Asalto, el curso Superior de Montaña y otros tantos de índole administrativa. Esto me ayudó a ir como profesor al Curso de OE, primero solo participaba en algunas fases y luego, más tarde, como profesor titular.
Mi vida se estaba haciendo a ese entorno, me encantaba la montaña y pasaba muchas jornadas en los ríos, embalses o el mar. Seguí esforzándome en aprender más materias para poder transmitirlas a los ya mis alumnos, tanto en el Curso de Montaña como en el de OE. En fin, seguí rellenando páginas de ese libro.
Durante esos años, ingresé en el Equipo Militar de Esquí en el que estuve como corredor durante siete años y cuatro como entrenador. También ingresé en el Grupo Militar de Alta Montaña (GMAM) gracias a mi amigo y compañero el entonces teniente Manuel Álvarez Díaz (también diplomado en OE y Montaña), el cual me animó a seguir amando a la montaña como lo hacía él. Manolo, gran persona en todos los aspectos, nos dejó en una de sus expediciones con el GMAM (Gasherbrum 2 en el Karakorum), bajando de la cima tras unos agónicos días. DEP.
Le hice caso y pude formar parte de varias expediciones a lo largo y ancho de este mundo (Noruega, Austria, Alemania, Francia, Italia, Suiza, Chile, Argentina, Bolivia, Nepal, Kyrguistán, Tayikistán, Turquía…), siempre con grandes compañeros a mi lado y el gran apoyo de mi esposa, sin la cual no hubiese podido hacer nada. Pero esto es otro capítulo un poco diferente a las operaciones especiales.
Pero la vida militar también seguía. Estuve en Bosnia en una misión de EUFOR y fui seleccionado también para ir a la Campaña Antártica del ET en la Base del ET “Gabriel de Castilla”. En ambos casos, tuve la oportunidad de demostrar los conocimientos adquiridos durante tantos años. Y la vida sigue, la gente se renueva y, como casi todos los militares, acabamos realizando labores de oficina, y a pesar de que no son de mi estilo, fueron y son un nuevo reto al cual hay que adaptarse y continuar ayudando con nuestro esfuerzo a nuestro ejército y, por consiguiente, a España terminando con ello las últimas páginas del libro de mi vida militar.
Como dije al principio “recuerdos”, este libro lleno de capítulos se cierra y comenzaré a escribir otro; la vida sigue y las vivencias, momentos y amigos siguen estando ahí. Gracias a todos: mandos y tropa de mi COE 32 y de mi COE de la EMMOE.