Joaquín Moreno Molero.
Coronel. Vicepresidente de la FEDA
Las misiones y la realidad a la que se enfrenta el boina verde, el combatiente de OE, no tiene mucho que ver con la actividad de cualquier ciudadano por respetable y responsable que sea. Al juramento o promesa de entregar su vida, por parte de cualquier militar, hay que añadir las características del entorno en el que va a desarrollar las operaciones un boina verde, la importancia estratégica de los objetivos que se le van a asignar y el riesgo físico, e incluso político, que corren durante su desarrollo.
Una vez que, con el tiempo, el boina verde ocupa puestos en cuarteles generales y estructuras de operaciones especiales, sus valores, virtudes, características y estilo de trabajo se trasladan a otros ámbitos de responsabilidad y decisión.
Por todo ello, en muchas ocasiones, se puede apreciar una particular forma de ser, una particular forma de entender la milicia, una particular forma de relacionarse en sus unidades y con otras unidades, una particular forma de integrar sus equipos de trabajo, una particular… “casi todo” que, de alguna manera, los hace especiales, digamos distintos, a veces raros e, incluso en ocasiones, incomprendidos fuera de su entorno vital y operativo; pero los necesitamos especiales.
Para poder soportar la presión del enemigo, de las situaciones a las que se enfrentarán y las propias presiones o incomprensiones internas y para comprender por qué son como son, deberíamos ir hasta el nacimiento de cada uno como boina verde. Conocer el riguroso proceso de selección al que son sometidos, ya que están concebidos, seleccionados y preparados para soportar toda esa responsabilidad y riesgo personal y colectivo.
Si la innovación es importante en las fuerzas armadas en general, más importante lo es en las unidades de operaciones especiales y, mucho más, en la mentalidad individual del boina verde. La innovación requiere de coraje(1) para cambiar, para aceptar el cambio, para no conformarse, sobre todo si no se habla exclusivamente de innovación tecnológica y sí de innovación desde el punto de vista mental, de procedimientos, de adaptación, de dar nuevas soluciones a nuevos e, incluso, viejos problemas, inmediatamente y con los medios y personal del que se disponga.
La característica fundamental de este tipo de innovación es el coraje. El coraje no implica ausencia de miedo, ausencia de sentido común y sensatez, pero sí ese valor que al boina verde le lleva a no paralizarse a la hora de tomar una decisión, sea en combate o sea en un puesto de mando. Cuando ese coraje en la toma de decisiones es acompañado por una mentalidad de operaciones especiales común en un equipo de trabajo compenetrado, incluso la decisión, por innovadora que sea, y aunque no sea la mejor (cuya búsqueda y elección en combate no nos debe llevar a la parálisis) es aceptada, con todos sus riesgos, por todo el equipo. Lo que haga y cómo se comporte todo el equipo después de tomada la decisión es lo que los llevará al éxito. Quizás, en muy pocas ocasiones se disponga de tiempo para tomar la mejor decisión; pero siempre, con el necesario coraje e implicación de todo el equipo, se podrá hacer que la decisión tomada sea la mejor. Este es parte del estilo en la mentalidad de operaciones especiales.
El futuro tiene muchos nombres. Para los débiles es lo inalcanzable. Para los temerosos, lo desconocido. Para los valientes es la oportunidad. (Víctor Hugo).
(1) Según la acepción de la RAE: Impetuosa decisión y esfuerzo del ánimo, valor. Y, a su vez, entendiendo impetuoso según la acepción de la RAE de fogoso, vivo, vehemente.