Capitán Agustín J.J. García González
Antiguo Cabo 1º de la COE 102, Sargento del GOE I y Teniente de la COE 103/82
Guerrillero en la COE 102
Comenzaré relatando cómo y cuándo se despertó mi vocación militar. De joven vivía en las Palmas de Gran Canaria y estaba afiliado a la Organización Juvenil Española (OJE). En el año 1972, en colaboración con la Bandera Paracaidista, se desarrolló un campamento en las instalaciones del cuartel de Las Rehoyas, que tenía una duración de un mes en régimen interno, y cuyo objetivo era, a través de una instrucción paramilitar, adiestrarnos para realizar una serie de saltos paracaidistas en la zona de Maspalomas, suficientes para obtener el título deportivo de Paracaidista Nacional.
Dos años más tarde realicé un segundo curso de iguales características y obtuve el título de Paracaidista Internacional (FAI).
A raíz de este primer contacto con los paracaidistas, muchos compañeros se apuntaron voluntarios para hacer el servicio militar en la Brigada Paracaidista (BRIPAC), pero a mí no me terminaba de convencer pues por aquel entonces se oía hablar de una unidad de boinas verdes que estaba ubicada en la isla de Tenerife. En el año 1975, fui llamado a filas e ingresé en el CIR 15 ubicado en Hoya Fría, Tenerife.
Durante mi estancia en el CIR, un fin de semana le propuse a un compañero de reemplazo que me acompañaba a ver el acuartelamiento de la COE 102, en la montaña La Mina en La Esperanza. Y fuimos para conocer de primera mano las instalaciones, donde nos atendió el cabo 1º Tordesillas, que era el mando de Servicio de Cuartel durante ese fin de semana, el cual, muy amablemente, nos enseñó todas las instalaciones de la COE. Con esa información ya tenía todo lo que necesitaba para tomar mi decisión. Así que el día que los componentes de la COE 102 se personaron en el CIR 15 para hacer la captación, inmediatamente me apunté.
Unos días después de la jura de bandera, vinieron a recogernos y nos llevaron al acuartelamiento de la montaña de La Mina donde empezaría una nueva etapa de mi vida militar que me marcó tanto que influyó definitivamente en mi modelo de carrera a seguir. Al llegar, nos recibió el capitán D. Benito Álvarez Pérez. En ese momento los mandos destinados eran el teniente Bel (luego le sustituyó Chicharro), el auxiliar, subteniente Valentín (más tarde le relevó el brigada Rivas) y los sargentos R. Matamoros (su sustituto fue Benavente) y Viózquez, posteriormente también se incorporó Guzmán.
La Unidad estaba formada por dos secciones, una de veteranos y otra de reclutas (como nos llamaban ellos). Con este cuadro de mandos acometieron el programa de instrucción específico de las COE, comenzando con la fase de instrucción que culminaría con la prueba de la boina. Después las distintas fases: topografía, vida y movimiento en montaña, tiro y explosivos, combate, escalada, fase de agua, supervivencia y guerrillas. Todas las fases se realizaron en la isla de Tenerife.
Mientras transcurría el tiempo yo había ascendido a cabo y después a cabo 1º a la vez que me preparaba para las pruebas tanto físicas como culturales para ingreso en la Academia General Básica de Suboficiales (AGBS). Cuando llegó el momento del licenciamiento de mi reemplazo en marzo del 76, opté por firmar mi primer compromiso de reenganche.
En el mes de abril de ese año, participé con un equipo, de la captación del primer llamamiento de soldados que se constituirían en los fundadores de la COE 103, junto con otros veteranos captados en las distintas unidades de la provincia de Las Palmas. En el mes de agosto de 1976 me informaron que había aprobado el ingreso en la AGBS, con lo cual me despedí de la COE 102 y de mi querida boina verde. Pero, tras realizar mis estudios en la Academia Básica y en la de Infantería asciendo a sargento eventual en prácticas, me incorporo a la Escuela Militar de Montaña y Operaciones Especiales (EMMOE) para formar parte del 23 Curso de Operaciones Especiales.
Sargento del GOE I
En julio de 1979 me gradué como sargento de Infantería, diplomado en Operaciones Especiales, y salí destinado al Grupo de Operaciones Especiales nº I (Ordenes Militares), ubicado en Colmenar Viejo (Madrid), donde me incorporé en septiembre.
El GOE estaba al mando del comandante D. Evaristo Muñoz Manero y me incorporé a la UOE 13, al mando del capitán D. Miguel Ángel Jáuregui García, el cual tenía como auxiliar al brigada P. Orleans y de oficiales De La Corte García y Moreno y, como sargentos, a Canela Verdes, Torres, Yuste y yo, que fuimos los fundadores de la UOE 13 del GOE I.
Durante mi estancia en la unidad, me especialicé en buceo para lo cual fui a Cartagena para realizar el Curso de Buceador Elemental impartido por La Armada y, posteriormente, me desplacé a Monzalbarba (Zaragoza) para hacer el Curso de Buceador de Asalto impartido por el Arma de Ingenieros del ET.
Además de desarrollar las distintas fases del programa de instrucción de una UOE, desplazándonos por los distintos territorios que comprendía la 1ª Región Militar, dentro de las misiones más significativas en las que participé están: establecer la seguridad en el Servicio Geográfico del E.T. durante la celebración del juicio a los imputados del 23 F, contribuir a la impermeabilización de fronteras en el país vasco, unas PRP en Bélgica, unas maniobras COMANGOE con el ejército portugués, ejercicios de guerrillas y contraguerrillas con la BRIPAC y con el Curso de OE, un ejercicio en la isla de Cabrera.
Teniente de la COE 103/82
En enero de 1985 salí destinado a la Guardia Real. Preparé mi ingreso en la Academia Especial Militar de Villaverde donde me incorporé ese mismo año y, tras pasar de nuevo por la Academia de Infantería, en julio de 1987 ascendí al empleo de teniente de la Escala Especial y pedí destino a la COE 103 de Las Palmas, ciudad de donde procedo. En agosto me presenté en el cuartel de Las Rehoyas, que dependía del Regimiento de Infantería Canarias 50.
La COE la mandaba el capitán D. Gerardo López-Mayoral y Hernández y tenía como mandos los tenientes Ramos Oliver, Ugarte, de auxiliar al brigada M. Orta y de jefes de pelotón los sargentos Vega, Castro, Cerezo y Clemente. En el mes de septiembre nos trasladamos a unas nuevas instalaciones, ubicadas dentro del Regimiento de Infantería.
A primeros del año 1988 y como consecuencia de una nueva restructuración la unidad pasó a denominarse COE 82 y a depender directamente de la Jefatura de Tropas de Las Palmas.
Con estos cuadro de mandos y los que les sustituyeron después se desarrolló el programa de instrucción específico de UOE, que incluía colaboraciones con unidades de los tres Ejércitos además de las propias con unidades de la Jefatura de Tropas de Las Palmas. En esta etapa se organizaron fases en las distintas islas del archipiélago, para lo cual se contaba con el apoyo del Escuadrón de Transporte Aéreo, los conocidos Aviocar del Ejército del Aire. También era frecuente la colaboración con los helicópteros del SAR y con los del BELMA basados en Los Rodeos (Tenerife). Con la Armada se tenía una colaboración anual con una patrullera.
La fase de instrucción básica se hacía en un campamento situado en el campo de maniobras y tiro de Las Coloradas, donde además de los campos de tiro, se contaba con una pista de aplicación y un conguito. Duraba 20 días y, al final de esta, se realizaba la prueba de la boina. La topográfica solía desarrollarse en Los Corralillos (Agüimes), donde el terreno era ondulado y con poco mal país. Aunque siempre se aprovechaban los desplazamientos a otras islas para poner en práctica lo aprendido. La supervivencia se efectuaba en lugares diferentes, en la Laguna de Barlovento (La Palma) varias veces, en La Restinga (El Hierro), en el barranco de Tasartico (Gran Canaria).
Anualmente la COE actuaba como enemigo en las maniobras que organizaba la Jefatura de Tropas de Las Palmas en la isla de Fuerteventura. También en esa isla se participaba en un ejercicio de guerrillas contra el Tercio de la Legión, que dada la rivalidad existente entre ambas unidades siempre era muy interesantes. Y en un ejercicio similar en la isla de Lanzarote contra el batallón establecido en la isla. También se hacían ejercicios de guerrillas en la isla de Gran Canaria, con el Regimiento de Infantería Canarias 50.
En una ocasión se planificó un ejercicio en colaboración con la COE 81 y el BHELMA consistente en una infiltración aérea, el ataque a varios objetivos en la isla del Hierro y la posterior exfiltración por la misma vía. En el juicio crítico, los pilotos comentaron que fue un ejercicio en el que habían puesto en práctica técnicas muy interesantes, como el encuentro de dos aeronaves en el espacio, o el vuelo rasante sobre el mar para evitar los radares enemigos.
La fase de agua duraba 20 días y se llevaba a cabo todos los años en el mes de julio en la Playa de Tauro en Gran Canaria, donde los propietarios del terreno nos dejaban un almacén a pie de playa para tener el material de agua, una explanada próxima para montar el campamento y, además, nos proporcionaban agua de un pozo que tenían en la finca.
En esta fase pedíamos colaboración con el helicóptero del SAR para el ejercicio de salto al agua. También se tenía una colaboración con una patrullera de la Armada para la realización de un ejercicio táctico consistente en situar la embarcación en un lugar cerca de la costa, aproximarse a la playa en embarcaciones neumáticas, desembarcar en la playa, atacar un objetivo en tierra y replegarse con los mismos medios hasta la patrullera.
La fase de escalada se hacía en la zona de Ayacata, que es un lugar donde existen unas paredes con distinto grado de dificultad y perfectamente equipadas que sirven como escuela de escalada tanto para principiantes como para los que tienen un nivel avanzado. Se finalizaba la fase con una marcha hasta el Roque Nublo.
La fase de tiro y explosivos se realizaba en el campo de tiro de Coloradas, donde se alternaba el tiro con las armas individuales de la unidad, fusil de asalto Cetme mod. C, subfusil Z-70 B, pistola Star 9 mm. Parabellum, fusil de asalto Cetme mod. L y LC, además de granadas de mano PO-3, R-41 y de fusil contra carro.
También se hacía tiro con armas colectivas como la ametralladora MG-42/58, con el lanzagranadas Instalaza mod. 65 y el C-90 y con el mortero ligero de 60 mm. En cuanto a las prácticas con explosivos, se les enseñaba desde engolletar un cebo pirotécnico, hasta hacer una carga hueca de circunstancias, pasando por la rotura de piezas metálicas con carga de corte, activada simultáneamente mediante cebos eléctricos. Como colofón de la fase, se pasaba el pasillo de fuego.
En mayo de 1988, la Federación de Motonáutica de Canarias organizó un Rallye alrededor de la isla de Gran Canaria, con embarcaciones neumáticas, para lo cual invitaba solo a organismos oficiales entre ellos la Armada, la Guardia Civil, la Cruz Roja, los Bomberos y alguno más y la COE 82, que utilizó dos zódiacs con dos motores fueraborda de 40 CV y dos tripulaciones compuestas por patrón y marinero. La salida y llegada se hizo desde la Base Naval, el recorrido en dos jornadas, cada una con varias etapas que servían tanto para repostar como para reparar averías. Fue una experiencia muy interesante. En los años 89 y 90, la Federación de Motonáutica amplió la concurrencia a particulares con lo cual aumentó el número de participantes.
En septiembre del 89, como antiguo miembro de la unidad, estuve presente en el XX Aniversario de la COE 81. Al año siguiente, en octubre toda la unidad subió al Teide en dos jornadas, desde el nivel del mar en Los Realejos hasta el refugio de montaña que hay cerca de la cumbre. A la mañana siguiente se ascendió al pico para ver las siete islas al amanecer.
En el mes de febrero de 1991, después de una serie de gestiones realizadas por el capitán Hidalgo, consiguió que todos los mandos de la unidad nos pudiéramos desplazar a Sierra Nevada para realizar prácticas de esquí en colaboración con el GOE de Granada. Ese mismo año, en mayo, fuimos invitados por el GOE IV de Barcelona a tomar parte en un ejercicio hispano-americano desarrollado en Gerona.
El 10 de diciembre de 1993, el capitán Hidalgo quedó disponible y yo asumí el mando de la unidad con carácter interino hasta el 27 de abril de 1994, fecha en la que se presentó el nuevo capitán D. José Luis Betolaza Méndez.
El 4 de mayo de 1994, salí destinado al Grupo de Abastecimiento y Servicio 1/81, con lo cual me despedí de la unidad, finalizando en ese momento mi trayectoria militar en las unidades de operaciones especiales donde tengo muy buenos amigos y excelentes compañeros.
