Teniente Coronel Fernando Sanjurjo Molezún
Antiguo Capitán de la COE 81
Antecedentes
Yo procedía del Batallón de Cazadores de Montaña Cataluña IV ubicado en Berga (Barcelona) en donde había estado destinado cuatro años, siendo mi último jefe el teniente coronel don José de la Barrera Vicente, diplomado en operaciones especiales. Toda una escuela de mando que me incitó a seguir su ejemplo de milicia.
Pertenezco al XXV Curso de OE. Ascendí a capitán el 5 de enero 1981 y pasé destinado a la COE 81 el 22 de noviembre de 1982.
Presentación
Llegué a Orense el 12 de diciembre del 1982 y me presenté al coronel del Regimiento Zamora 8, don José Camiña Rivas -había sido el primer capitán de la que sería mi COE 81- pero debido a que mi compañía en ese momento estaba de salida en la zona de Puentes me indicó que la ceremonia de entrega de esa unidad se posponía al 14 de diciembre. Aproveché esa demora para efectuar las demás presentaciones oficiales, darme a conocer a los mandos del regimiento, así como desplazarme a donde me habían destinado cuyas instalaciones estaban ubicadas a unos 6 km de Orense, en el campamento del Cumial.
Tomé el mando de mi compañía, entregado por el coronel del regimiento, el día señalado y, a partir de ese instante, entré en la historia de la unidad.
Instalaciones
Mi primera impresión fue de incredulidad y gozo debido a las magníficas instalaciones con las que contaba el campamento, conocido como “El Cumial”, el cual cubría -lo digo con profunda tristeza- una superficie de unas 50 hectáreas de campo y hacía innecesario el uso de vehículos para desarrollar el programa de instrucción. Después de ver todo lo que se albergaba, recuerdo que me senté en un escalón a la entrada del porche de la compañía y me quedé absorto con la maravilla que me había tocado en suerte.
Para el ordenamiento militar contaba con:
-Campo de tiro con 200 m de distancia a los blancos, 60 m de ancho y un buen foso para blancos.
-Pista de fuego perfectamente cableada.
-Red de alcantarillas (conguito).
-Campo de tiro de granadas.
-Pista americana.
-Polvorín.
-Tatami (nave independiente).
-Piscina (con ojos de buey para ver los trabajos en inmersión).
En cuanto a habitabilidad disponía de todo lo necesario para vivir.
-Nave de la unidad con espacioso dormitorio corrido, baños nuevos y dependencias amplias.
-Cocina con capacidad para elaborar todo tipo de menús, excepto vichysoisse.
-Comedor.
-Duchas.
-Cantina.
-Enfermería.
-Residencia para mandos.
-Edificio para alojar a dos compañías más; con independencia.
– Barracones vacíos
Estas instalaciones se compartían con unidades del regimiento, pero con el paso del tiempo quedaron para un casi permanente disfrute particular de la COE.
Personal
La compañía tenía tres secciones y una plana mayor con un total de 110 hombres.
De los mandos que tuve en la compañía unos eran buenos y los otros muy buenos, todos ellos con diferentes personalidades, pero unidos por el cariño y respeto a su unidad.
La tropa era toda voluntaria. Un equipo de captación al mando de un oficial se desplazaba al CIR 13 de Figueirido (Pontevedra) para motivar al alistamiento del cupo correspondiente a base de hacer una sencilla exhibición, dar una charla explicativa de las funciones inherentes a la compañía, así como realizar unas pruebas físicas -no todas las veces se conseguía alcanzar el cupo.
Para los soldados el primer contacto con la unidad era equiparlos para realizar a lo largo de un mes una dura e intensa instrucción acampados en un pinar dentro del Cumial. Al finalizar el mes, se efectuaba el acto de “entrega de la boina” y después tomábamos un vino, con toda la compañía reunida, para dar la bienvenida a los nuevos miembros de modo que ya pudiesen entrar en el edificio de la unidad.
En la primera captación bajo mi mando, me desplacé personalmente al CIR con la idea de conseguir un médico para mi COE. Para conseguir su voluntariedad le ofrecí hacerle las pruebas que él mismo eligiera, aceptó y acepté -lo capté-.
Resultaba enormemente beneficioso para la compañía tener un médico ya que se evitaba el desplazar en un vehículo diario al personal para reconocimientos y consultas en Orense capital; se le tendría integrado en todas las maniobras y salidas de la unidad, así como se aprovecharía la magnífica enfermería del campamento. Cuando un médico se iba a licenciar me lo llevaba al CIR para entre los dos convencer a su relevo de las bondades del servicio en operaciones especiales.
Se adoptó como mascota al jabalí, aunque llegó a haber dos, “Calixto” y “Melibea”. Estos preciosos ejemplares nos los proporcionó uno de los soldados que tenía una granja de jabalíes para repoblar cotos; desfilaban con la compañía dentro del Cumial.
Horarios.
A diario
-08.00 a 09:30: Gimnasia para toda la unidad a excepción de cuarteleros e imaginarias que, bajo la orden del suboficial de servicio, hacían la limpieza de la compañía.
-09:30 a 10:15: Ducha. Desayuno.
-10:30 a 13:30: Instrucción específica de cada sección.
-14:00: Comida.
-15:30 a 17:30: Continúa la instrucción.
-18:00: Revista a los soldados que quieren salir a Orense (en camiones que los trasladan al regimiento).
-22:00: Regreso al campamento. Cena.
-23:00: Silencio.
*Los días de instrucción nocturna (uno cada semana) no suponía modificación del horario del día siguiente.
**Los viernes se autorizaba el fin de semana desde las 14:00 facilitándoseles el “cajetín rosa” para obtener descuento en el tren.
Fases externas
Las salidas mensuales de 10 o 20 días eran todas a lugares distintos, exceptuando las específicas de fase de nieve en Cabeza de Manzaneda con la base en Puebla de Trives; la fase de agua en San Vicente do Mar con la base en la batería de costa y la de supervivencia en Prada (Manzaneda).
La fase de nieve que realizábamos en la estación de esquí “Manzaneda Estación de Montaña” nos ofrecía las máximas facilidades para desarrollar actividades de toda índole gracias a las atenciones de la familia Outeiriño y, en particular, a Jano Outeiriño, gerente de la estación.
En fecha 5 de enero del 1984 se solicitó nuestra colaboración debido a que se había perdido un niño mientras esquiaba. Efectivos de la COE se desplazaron a la estación para lograr un final feliz en la mañana del día 6 cuando un grupo de guerrilleros -guiados por el popular señor Manolo, empleado de la estación, y por Pepe Senra, ambos grandes conocedores de la zona- encontró a Roberto.
En la fase de agua que hacíamos en San Vicente do Mar -puerto de Pedras Negras- recibíamos el afectuoso apoyo del Club Náutico allí instalado. Reciba mi saludo y gratitud.
Otro de los lugares utilizados para ejercicios de “evasión y escape” era el ruinoso castillo de Maceda situado a 17 km del Cumial; hoy es un hotel.
Relaciones externas
En las salidas mensuales, lo primero que yo hacía era ir a presentarme al alcalde de ese municipio para solicitarle una zona en donde poder instalarnos -si no se había tratado con anterioridad-. Previamente a la visita, yo estudiaba su forma de ser y de pensar a fin de obtener éxito en mi petición. Nunca tuve ni una mala cara ni una respuesta negativa a pesar de tratar con alcaldes de ideologías un tanto particulares. Después de ese trámite iba a visitar al comandante de la Guardia Civil de la zona.
Respecto a mis relaciones con el regimiento fueron cordiales con sus capitanes sin llegar a ser estrechas debido a que mi soltería me permitía pasar mi tiempo libre de diferente forma que el de ellos. Según se subía en el empleo del resto de jefes ya la relación no era tan fluida; los problemas que tenía -comunes a los de todos los capitanes que mandaron una COE- procuraba que no trascendieran de mi persona. Es curioso que de todos los comandantes, teniente coroneles y coroneles que tuve, con el que mejor me entendí es con el que todos me decían que peor me llevaría.
Comisión en islas y peñones
En octubre del 1986, me ordenaron presentarme en el Cuartel General de la BRIDOT VII (Vigo) para comunicarme que en noviembre la COE 81 tenía que hacer el relevo para la guarnición de las islas Chafarinas, Peñón de Alhucemas y Peñón de Vélez; luego mandarían la orden por escrito con todo el desarrollo. Al recibir la noticia puse cara de póquer y, nada más salir, pregunté en dónde había una biblioteca pues no tenía idea de en dónde estaban esas plazas de soberanía -mi geografía no daba para tanto-. La biblioteca municipal de Vigo abrió mis ojos y me enteré a conciencia.
A mediados de octubre me desplacé a esas plazas, aprovechando el suministro de la segunda quincena a la unidad desplegada en las islas y peñones, para poder hacer un reconocimiento e idea del despliegue. Una vez conocida la situación opté por hacer tres pedidos para 15 días de suministro; preparar la munición en tres bloques y disponer que cada miembro de la compañía cargara con su armamento y equipo. No se necesitaba llevar ningún material especializado.
El viaje comenzó por el embarque en un tren de viajeros procedente de La Coruña con parada a medianoche en la estación de Orense durante 5 minutos ¡Sí, 5 minutos! y en ese espacio de tiempo teníamos que subir 110 hombres con su equipo, armamento y la munición. Ante tal circunstancia, di la orden de que cuando llegase el tren a la estación se colocase un sargento con un binomio y hasta que él no nos viese a todos y a la munición dentro no se moviesen. No hubo problemas y menos mal que ocupamos compartimentos contiguos una vez instalados en el tren, subieron el sargento y los dos soldados.
El viaje hasta Madrid transcurrió sin novedad para nosotros, sin poder decir lo mismo del resto de viajeros que nos vieron entrar con uniforme mimetizado, armamento y mochila. Desde Madrid hasta los destinos nos llevaron en Chinook.
La estancia en las plazas discurrió normalmente al realizar las misiones encomendadas y nuestro programa específico.
Para el regreso al Cumial fuimos transportados en Chinook hasta Madrid y en tren hasta Orense pero, esta vez, el absurdo llegó a sus límites ya que me proporcionaron 110 billetes para repartir a mis hombres con su armamento más las cajas de munición intercalados entre los viajeros en los departamentos que les tocase (prefiero no opinar). Durante el viaje hablé con el interventor del tren para que detuviese el tren en Orense el tiempo que fuera necesario para desembarcar con tranquilidad. Así se hizo.
Incorporaciones
En noviembre del 1987 se incorporó a la compañía la tropa de la COE 82 con todo su equipo y material. En diciembre de ese mismo año sucedió lo mismo con las COE 71 y 72.
Ordené que se fuera estrictamente escrupuloso con las listas de recepción del armamento y que lo demás se admitiera con lo que viniera ya que ese resto siempre podía tener mejor solución, con relativa facilidad. Bastante molestos debían estar los mandos de esas unidades por disolvérselas y tener que entregar a sus soldados, perfectamente instruidos, a otros mandos posiblemente desconocidos para ellos y que, encima, yo les importunase si faltaba una cantimplora, una mochila…
Así pues, como anécdota, resultó que la COE 81 tuvo en lista de revista más de 300 hombres.
En febrero del 1988 empezamos el traslado a La Coruña para la formación del GOE VI La Victoria. Nunca entendí el porqué se abandonó el Cumial, un campamento que lo tenía todo para albergar al GOE VI, por una ubicación en el centro urbano de La Coruña sin ninguna ventaja para el desarrollo e instrucción de una Unidad de Operaciones Especiales y eso que yo soy coruñés.
Epílogo
Mi vida en la COE transcurrió en un marco compuestos por unos hombres extraordinarios, más o menos sociables, más o menos simpáticos, pero todos con un factor común, entregados a su COE, unidos por los ejercicios, maniobras y las ganas de aprendizaje. Mandé la COE 81 desde diciembre del 1982 hasta enero del 1988, al integrarse en el GOE VI, formando parte de sus 26 años de historia.
Mi recuerdo y agradecimiento para:
-Tenientes: Bravo, Torres, Gómez de Salazar, Librero, Grandal.
-Brigadas: Malvárez, López, Dacoba.
-Sargentos 1º: Candal, Calvo, Merle.
-Sargentos: Baamonde, Garcés, Domingo, Valverde, López, Vargas, Dorado, Vicario, Cabrera, Miranda, Folgar, Úbeda, Cachalvite, Martínez.
-Cabos 1º: Míguez, Xurxo, Victorino, Recarey.
4 respuestas
Estimado Tcol. D. Sanjurjo
Mi nombre es Fernando Cardona González y estoy junto con D.Carlos Lozano Liarte autor este del libro «La boina en las Fuerzas Armadas Españolas, 1926-2008», investigando más modelos de boinas que quedaron sin aparecer en este primer libro
En la última foto que aporta en este reportaje, donde aparece acompañado de tres tenientes, porta usted una boina en la que creo apreciar que los distintivos del ET y COE son bordados junto con las divisas de capitán, de ser esto cierto ¿Podría confirmarmelo, y contarme la historia de esta singular pieza? ¿Quién la abordó, dónde, sobre qué fecha aproximadamente, si hubo otros miembros de COE que también llevaron los distintivos de la boina bordados? O cualquier otro dato que considere usted relevante
Agradecido de antemano por su atención, le saluda atentamente
Fernando Cardona
Buenas tardes, Fernando, esta pregunta hágala a través del formulario de contacto de nuestra página dirigiéndola al presidente y secretario que son los que tienen potestad para aclararle esta duda, Un saludo
Cuando estuve e cumial diciembre del 82 a diciembre del 83 solía salir a correr con un dogo alemán todas las tardes el Cptan.
Gracias por su comentario. Un cordial saludo