Tcol. F. Bogas Illescas, revista Finisterre (1982)
El BOE de 1 de julio de 1982 publica el Real Decreto nº 156 por el que, en atención a los méritos excepcionales contraídos y virtudes militares sobresalientes, a propuesta del Ministerio de Defensa y previa deliberación del Consejo de Ministros, en su reunión del día 18 de junio de 1982, S.M. el Rey concede la Medalla del Ejército Individual, el teniente de Infantería del Ejército, don Luis Morejón Verdú, a título póstumo. Esta condecoración, la más alta que se concede en tiempo de paz, es con carácter muy excepcional, y tiene por objeto recompensar a quienes realicen algún hecho que suponga valor distinguido unido a virtudes militares y profesionales sobresalientes.
Hechos sobresalientes del teniente Morejón
El teniente Morejón Verdú se hallaba destinado en la COE 31, en Alicante, y el 13 de agosto de 1981, se encontraba con personal de su unidad realizando prácticas acuáticas en una playa cercana a Cabo Roig, cuando se percató de que una lancha «fuera borda» iba sin piloto, a gran velocidad y se dirigía, peligrosamente, hacia sus guerrilleros, constituyendo una amenaza mortal para ellos y para los bañistas que allí se encontraban. Ordenó reunir a sus hombres y aunque uno de sus sargentos le advirtió que no fuera hacia la lancha porque era muy difícil y muy peligroso, él contestó que por eso precisamente iría solo para no arriesgar a nadie más.
Era buceador de combate según un curso realizado en el Centro de Buceo de la Armada y hombre dotado de excepcionales cualidades físicas y mucho más aún morales, por lo que sin temor al riesgo que corría, dando muestras de audacia, valor temerario, espíritu de sacrificio y elevado grado de abnegación se dirigió, nadando fuertemente, hacia la motora para tratar de abordarla y acercarse a los mandos o desviarla pero con tan mala fortuna que un golpe de mar le lanzó la lancha encima y con el choque, la hélice de la misma le causó la muerte.
Rápidamente las aguas del Mediterráneo en aquel punto se tiñeron con la sangre heroica del joven teniente ceutí y a las 24 horas, tras intensos trabajos de búsqueda, se recuperaba su cadáver.
Ecos del hecho
La demostración de altas virtudes humanas y militares que supuso el hecho de valor sublime llevado a cabo por el teniente Morejón Verdú fue ampliamente recogido en la prensa nacional, como noticia y en artículos con comentarios elogiosos.
Los padres del heroico teniente recibieron innumerables testimonios de condolencia por la muerte de su hijo.
Entre ellos hay que destacar el de SS. MM. los Reyes de España, el del Ministro de Defensa, Capitanes Generales de las 2. ª y 3.” Regiones Militares y un incontable número de altas autoridades, compañeros y amigos.
Homenaje de un guerrillero
Entre los homenajes póstumos al teniente Morejón, queremos destacar el de la carta suscrita por Juan José Sanz Alonso de la cual extractamos algunos párrafos.
«Yo tengo el gran honor de haber servido a sus órdenes en la COE 31 donde aprendí lo que es el espíritu de sacrificio, la disciplina, el compañerismo, la honradez y el amor a España y al Ejército, como lógico resultado de la suma de esta serie de virtudes que yo vi plasmadas en el teniente Morejón. Era, además, un hombre joven y audaz, que supo ganarse a todos sus soldados en el poco tiempo que pasamos a su lado, siendo simplemente como era «un hombre y militar ejemplar».
Su valor y audacia se ven reflejadas perfectamente en unas frases que él mismo plasmó hace poco tiempo en un mural que reza así: «Aquí los imposibles los hacemos al momento y respecto a los milagros, tardamos un poco más».
Con su muerte nos ha demostrado que eso era cierto. Solo un milagro podía haber desviado aquella lancha que se dirigía sin piloto hacia sus soldados; con la mirada fija en aquel su último objetivo, consiguió que aquel imposible se convirtiese en el milagro de la salvación de la vida de aquellos soldados que él tenía encomendados a costa de su propia vida, sentido del deber, espíritu de sacrificio, amor a su prójimo; en definitiva, amor a España.
Gracias, mi teniente, por su ejemplo. No caerá en saco roto, al menos por lo que a mí respecta y quiero que toda España sepa que ha perdido un gran español. Quedan muchos en las filas de nuestros ejércitos, doy fe de ello y quisiera pedirle, mi teniente, que desde el Cielo nos dé a todos fuerzas para ser capaces de construir una España más grande y más justa en la que podamos vivir en paz».
Cumplimiento de las Reales Ordenanzas para las Fuerzas Armadas
Con su abnegada actuación, plena de espíritu de sacrificio, el teniente Morejón Verdú demostró a los españoles que el «Todo por la Patria» que se halla esculpido en la entrada de los cuarteles no es solo una frase afortunada sino, en síntesis, el pensamiento que guía la actuación cotidiana del militar.
El teniente Morejón supo llevar a la práctica, con la ilusión y la sonrisa en sus labios, el artículo 25 de las Reales Ordenanzas para las Fuerzas Armadas, que dice:
«Para vivir la profesión militar se requiere una acendrada abnegación hasta alcanzar el alto grado de entrega a la carrera de las armas que la propia vocación demande».
Nuestro agradecimiento a la revista Finisterre.
Reconocimientos posteriores
Posteriormente a la publicación de este artículo, el teniente Morejón tuvo más reconocimientos. En 1985 en el campamento de Molino Payá (Alcoy), poco después de crearse el GOE III, se puso en su homenaje el nombre de “Teniente Morejón” al barracón ocupado por la COE 31, nombre que continuó después al trasladarse el GOE III al cuartel de Rabasa (Alicante).
En 1989 el cuartel de Cabo Roig utilizado para la fase de agua pasó a denominarse “Destacamento Teniente Morejón”.
En 2016 se inauguró un parque infantil en la Dehesa de Campoamor (Orihuela) con el nombre de “Parque del Teniente José Luis Morejón Verdú”.
Asimismo, el 13 de agosto de 2016, con motivo del 35º aniversario de su fallecimiento en acto de servicio, se inauguró una estatua del teniente Morejón en el destacamento de Cabo Roig.
En el 2017 en Ceuta, su ciudad natal, el parque de Santa Catalina pasó a llamarse “Parque Teniente Morejón Verdú”.
6 respuestas
Jamás un guerrillero dirá que está cansado,. hasta caer reventado será veloz y resistente.
Gracias por su comentario, camarada
Consuegra dice: Yo estuve a sus órdenes en aquel nefasto día y hoy todavIa lloro cuando recuerdo su persona.
buenos días ,Gracias por sus comentarios. Dispone de un Email para remitir sus fotos y vivencias en la Unidad. fotos.fedevbv@gmail.com Un cordial saludo
Un referente a seguir
Un ejemplo a seguir