Coronel Joaquín Moreno Molero
Vicepresidente de la FEDA
Desde la creación de las Unidades de Operaciones Especiales (UOE) su empleo ha sido decisivo en la resolución de numerosos conflictos. A lo largo de la corta historia de este tipo de unidades, se han creado un prestigio que no solo no ha sido desdeñado por los ejércitos de las mayores potencias mundiales, sino que, a lo largo de los últimos años, han crecido las estructuras de OE tanto en entidad como en cantidad y tanto en los ámbitos nacionales como en las organizaciones internacionales.
Introducción ¿historia o actualidad?
“…La Guerra nacional exige necesariamente que las guerrillas auxilien al ejército en esta tarea molesta; y nuestra Guerra de la Independencia, con hombres como Juan Martín “El Empecinado” y tantos otros como siguieron su ejemplo, es prueba de lo que decimos (Enciclopedia Espasa).”
Cuando en España hablamos de Operaciones Especiales (OE) es imposible no hablar de las guerrillas. Y cuando hablamos de guerrillas siempre acabaríamos haciendo alusión a nuestra Guerra de la Independencia. El español ha demostrado siempre tener un carácter y espíritu innatos y peculiares de luchar por aquello que considera suyo. La forma de lucha conocida como guerrilla se denomina así en la terminología militar de todos los países occidentales, incluidos los anglosajones; sin traducción, en castellano, desde 1808. Surge como la reacción inmediata de un pueblo que se levanta contra un invasor ante el que se ve en una clara inferioridad para combatirlo militarmente. Aquí ya podemos aproximarnos a conceptos como la asimetría que, aunque puedan parecer muy actuales distinguimos ya entonces, sin darle una denominación determinada; o como lo híbrido entendido como el hecho de combinar acciones militares convencionales y no convencionales con acciones no militares basadas en una estrategia de desestabilización del adversario mediante el uso de acciones diversas, complementarias y sin restricciones, que integran todos los instrumentos de poder disponibles (CODE “LO HÍBRIDO. MADOC-DIDOM. 2017). Podríamos inferir que muchas acciones que incluyen estos conceptos han existido desde hace siglos.
La tarea molesta a la que se refería el párrafo haciendo referencia a la enciclopedia Espasa es precisamente la actividad guerrillera, atacando y sorprendiendo constantemente al adversario, haciéndose invisible a él, apoyándose en la población y causándole tanto perjuicio como si le ganaran varias batallas.
Sun Tzu decía que…la Guerra es una contienda moral que se gana en los templos. La victoria dependía de forjar el espíritu del pueblo. ¿No se aprecia relación con muchas de las operaciones actuales en medio de la población, o de la importancia de controlar algunos aspectos de la actualmente llamada influencia? ¿Podríamos asimilar lo que se podía decir, anunciar o publicar en los templos en tiempo de Sun Tzu con el empleo actual de nuestras redes sociales o de los medios de comunicación?
Si es así, estaríamos asegurando que hay pocas cosas realmente novedosas y eso es lo que sucede, en general, con el empleo de las UOE. Tienen unas características, modos y principios de empleo, capacidades y limitaciones que básicamente permanecen en el tiempo y que las hacen especialmente aptas para conflictos asimétricos, para la lucha contra la amenaza híbrida, su empleo en la zona gris.
Pero volvamos un momento, de nuevo, a nuestra Guerra de la Independencia, en concreto al mes de abril de 1881 y a Figueras (Gerona) cuyo Castillo de San Fernando estaba ocupado por los franceses. El Prelado Rovira, sacerdote que unió y organizó a las guerrillas de Besalú, Gerona, Olot, La Junquera, Bañolas y montañas de Maçanet, y al que se le otorgó el grado de coronel, consideraba su conquista un golpe decisivo sobre el centro de gravedad francés en Cataluña. Su proyecto lo expuso a los sucesivos comandantes en Jefe del Principado que lo miraron siempre como utópico e impracticable, hasta que el marqués de Campoverde tomó el mando. Pero su idea estratégica original, en la que implicaba al mando superior, era hacerla coincidir con la atención que los franceses estaban teniendo en operaciones para asegurar su principal línea logística terrestre y otras dos operaciones coordinadas y de gran alcance: cortar el corredor marítimo francés mediante un desembarco aliado en la costa ampurdanesa y poner el suficiente número de fuerzas en la retaguardia de las tropas francesas que asediarían la fortaleza figuerense. A este respecto, el general británico Doyle estaba totalmente de acuerdo, pero el capitán general Enrique O’Donnell, que siempre había dado largas a la Rovirada, estaba obstinado en limitar sobremanera el apoyo naval aliado. Para Rovira nada quedaba al azar, entre otros muchos aspectos de planeamiento y ejecución, incluso las fechas elegidas (noche del 9 al 10 de abril) vigilia del inicio del Triduo Pascual, en plena Semana Santa de un país profundamente católico; serían las menos esperadas por el mando francés. Podría parecer que más de un siglo y medio después, en 1973 los egipcios hubieran estudiado la Rovirada para decidir cruzar el canal de Suez y conquistar el Sinaí aprovechando la fiesta judía del Yom Kippur que ese año coincidió con el Ramadán musulmán.
El concepto comando. 2ª Guerra Mundial
Durante la Segunda Guerra Mundial, agotada la capacidad militar británica para emprender operaciones regulares en el continente (al menos en el corto plazo) surge el término comando para denominar a pequeñas unidades especialmente adiestradas y equipadas para realizar fugaces y contundentes acciones ofensivas, incursiones y golpes de mano sobre objetivos seleccionados. Veremos también el origen español de estos nuevos conceptos de encuadramiento de fuerzas que tuvieron lugar durante el desarrollo de la Guerra Civil española como aportación a las UOE.
Guerrillas y comandos tienen en común su necesidad de actuación o de empleo cuando un pueblo o un ejército se encuentran momentáneamente en inferioridad respecto a su adversario o ha perdido su capacidad militar.
Sin perder de vista, ni de la memoria, los referentes históricos vamos a ir centrando el tema en el más contemporáneo empleo de las UOE.
Los ejércitos referentes
Cada época de la historia ha tenido su ejército de referencia. Entre otras, podemos recordar al ejército de la Roma imperial, a los Tercios españoles, al ejército de Napoleón o al ejército alemán. Desde hace algunas décadas, no cabe duda de que el ejército norteamericano es el referente para la mayoría de los países occidentales. Las referencias de estos ejércitos han supuesto las tendencias en infinidad de cuestiones relativas a los mismos, desde aspectos doctrinales, procedimentales, orgánicos, hasta incluso han sido referencia en uniformidad, equipamiento, etc.
En lo que respecta a OE, Estados Unidos ha sido y es el referente actual. Aunque no tiene parangón, ni equivalencia con casi cualquier otro ejército occidental que, caso de seguirle lo hace a mucha distancia tanto en inversiones, implicación, tecnología, etc., su sombra permite al resto no quedar deslumbrado y apuntar en la dirección más aproximada en cuanto al empleo de sus UOE.
Las OSS y el SAS
Se puede decir que los orígenes de las operaciones especiales de EE. UU. los encontramos en la Oficina de Servicios Estratégicos (OSS) que operaron en la retaguardia enemiga durante la Segunda Guerra Mundial en Europa. Las OSS norteamericanas y el SAS británico los podemos considerar como el comienzo de las fuerzas de operaciones especiales del siglo XX, como las conocemos hoy, pero más adelante volveremos a ver la influencia española en el primer tercio de siglo. Con la disolución de la OSS aparecerían los primeros regimientos de fuerzas especiales, al mismo tiempo que la CIA asumía buena parte de sus funciones.
Guerras de Corea y Vietnam
Aunque no fue hasta 1952 que se creó el primer grupo de operaciones especiales, el 10th SOTG en Fort Bragg, durante la guerra de Corea, que fue el referente de las operaciones militares llevadas a cabo durante la década de los 50, hubo poco entusiasmo en el empleo de las OE y, frecuentemente desacertado, quizás debido a esa falta de entusiasmo. A su finalización, igual que sucedió con la OSS tras la segunda guerra mundial, volvió a haber una fuerte reducción de las fuerzas especiales.
La guerra de Vietnam fue el tercer gran conflicto tras la II Gran Guerra y la guerra de Corea que implicaban a EEUU durante cuatro décadas seguidas en distintas guerras. Las fuerzas de OE habían ido alternando momentos de auge (sobre todo al inicio de cada contienda, crisis, conflicto, etc.) con constantes reducciones, incomprensiones y declives a pesar del fuerte impulso político apoyado por el presidente John F. Kennedy que, sobre la guerra de Vietnam, dijo:
“… nos enfrentamos a “otro tipo de guerra” diferente a la que estábamos acostumbrados […] una guerra librada por guerrilleros, subversivos, insurgentes, asesinos […] Esto requiere […] una nueva clase de estrategia, un tipo de fuerza absolutamente diferente”.
Sus UOE, que no acababan de estar bien consideradas dentro del propio ámbito militar, siempre sentían la necesidad de tener que demostrar su utilidad. Finalizada la guerra volvieron a sufrir grandes recortes presupuestarios.
Los DELTA, el SEALS SIX TEAM y el terrorismo
La década de los ochenta se refleja al mundo con una nueva amenaza que fue el terrorismo. Entre otros, son de especial recuerdo el Ejército Rojo japonés, la banda Baader – Meinhof, Septiembre Negro, el Ejército Republicano Irlandés (IRA), la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), la banda terrorista ETA… esta lucha contra el terrorismo puso nuevamente de manifiesto la necesidad de las Operaciones Especiales.
En esta época destacaron especialmente el SAS británico y las recién creadas Delta Force que acabarían siendo la aportación del Ejército de Tierra norteamericano a las denominadas Special Mission Units (SMU) que posteriormente se integrarían en el Mando Conjunto de Operaciones Especiales (JSOC).
Merece destacar las primeras condiciones que se establecieron para la creación de la Delta Force, que lo fue a imagen del experimentado SAS británico:
-El personal debía ser seleccionado por la propia unidad recién creada.
-El personal seleccionado permanecería en la unidad el tiempo que desease mientras desempeñasen el cometido asignado con la máxima eficacia.
-A la unidad no se le aplicarían las normas convencionales de asignación de destinos.
-El TRADOC (Organismo equivalente al MADOC español) no sería el organismo que establecería los estándares y la dirección del adiestramiento de la unidad.
El USSOCOM
La creación del Mando de Operaciones Especiales de EE. UU. (USSOCOM) entre otras medidas relacionadas con sus OE, fue consecuencia de la concurrencia de diversos hechos:
-La fracasada operación Eagle Claw o Desert One en la crisis de los rehenes en Teherán (Irán) a raíz del secuestro de 52 diplomáticos en 1980.
-La comisión Holloway para determinar las causas del fracaso de dicha operación.
-Los problemas de mando y control evidenciados durante la invasión de Granada.
-El ataque terrorista en el Líbano que causó la muerte de 237 marines.
-La firma de la Ley 99-661 conocida como el Acta Goldwater-Nichols en 1986, tras dos años de profundos estudios y análisis y que afectó a las fuerzas de OE, fundamentalmente.
-La enmienda Nunn-Cohen a dicha acta.
Se puede decir que son las fuerzas de OE más comprometidas actualmente y una verdadera herramienta de la política exterior de EE. UU.; hasta el punto de haberse incrementado en un 450% el presupuesto dedicado a sus fuerzas de OE (de 2,3 a más de 10,5 millones de dólares) o pasar de 33.000 mil militares a 70.000 en menos de 15 años. Cifras que no están al alcance de cualquier país y, en muchos casos, ni siquiera la posibilidad de tener un presupuesto propio para las OE.
Distintos analistas y escritores han escrito acerca de las UOE y de sus componentes. Para comprender su forma de ser, de pensar o de actuar, habría que plantearse cómo han llegado hasta esas unidades, cómo ha sido su proceso de selección, cuáles son las circunstancias en que deben desarrollarse sus misiones, ser conscientes del valor político, estratégico u operacional de sus objetivos y cuál debe ser su predisposición y actitud mental para llevarlas a cabo y entender su forma de pensar diferente.
Sentirse atraídos por ese estilo de vida y el rigor del proceso de selección hace que los militares de las unidades de operaciones especiales conformen un grupo de individuos con carácter fuerte, mentalidad flexible, condiciones físicas excepcionales y sobre todo, que sientan auténtica devoción por su equipo (Raimundo Rodríguez Roca. Procesos de Innovación Militar en el empleo de las fuerzas de OE de Estados Unidos desde 2001 hasta 2015).