Coronel (reserva) José Antonio García Colomina
Teniente fundador del GOE III. Capitán en el GOE III. Comandante en el GOE III y el GOE XIX. Teniente Coronel jefe del GCG del MOE. Coronel 2º jefe del MOE.
A finales de 1993 el GOE III, que ya tenía una sección (la sección Tigre) de la COE 31 desplegada en Bosnia-Herzegovina (en adelante B-H) con la Agrupación Madrid, recibió la orden de constituir una unidad tipo COE parta integrarse en la Agrupación Córdoba (en adelante AGT Córdoba), que desplegaría en B-H entre abril y octubre de 1994. Formaría parte de la Fuerza de Protección de Naciones Unidas (UNPROFOR), puesta en marcha por la Organización de Naciones Unidas (en adelante ONU) para cumplir una misión de ayuda humanitaria que tenía como finalidades principales vigilar el cumplimiento de los acuerdos de paz conseguidos por las partes y la protección de los convoyes de ayuda humanitaria.
El comandante Bataller, jefe del GOE III, decidió que la COE 32 fuese la designada para constituir dicha COE y como consecuencia de ello tuve el privilegio de liderar al conjunto de hombres que constituyó la COE de la AGT Córdoba durante su despliegue en B-H integrada en UNPROFOR, lo que me llenó de orgullo y satisfacción por la gran calidad profesional y humana que demostraron todos los ellos durante aquellos meses de 1994 que se vieron plasmadas en numerosos reconocimientos y felicitaciones de nuestra cadena de mando por el trabajo bien hecho.
El 14 de febrero de 1994 tuvo lugar la reorganización interna del GOE III en la que quedó constituida la COE 32 tal y como iba a integrarse en la AGT Córdoba, a la que en los primeros momentos también se la denominó como URECO (Unidad de reconocimiento), posiblemente debido a que a la unidad equivalente de la AGT Madrid, a la que debería relevar, recibía esa denominación, URECO de la AGT Madrid. Finalmente se denominó COE de la AGT Córdoba, aunque en algunos documentos también puede aparecer con la denominación COE PRP.
Bajo el mando del que suscribe, entonces capitán, se integraron los tenientes Antonio Luis Vicente Canela y Fernando de la Torre Muñoz, el alférez Fernando Jordá Sempere, jefes de la I, II y III sección respectivamente, los subtenientes Terencio Pérez Hortelano y José Molinés Vos, integrados en la plana mayor (en adelante PLM) de la COE, los sargentos 1º Manuel García González y Marcelino Hernández Ortiz, los sargentos Jesús Lamazares Cebrián, Julio Hernández Hernández, Nicolás Galiana Dura, Fernando Casas Martín, Adrián Gala Ferrer y José Dorado Serrano. Hago un inciso porque al escribir estos nombres noto como se me eriza el cabello por la emoción, al ser ahora aún más consciente, de lo que ya lo era entonces, del privilegio que tuve de liderar este plantel de magníficos cuadros de mando, la gran mayoría de ellos con una dilatada experiencia en destinos de operaciones especiales al final de sus carreras y con mención especial a estos extraordinarios suboficiales citados, refrendada por el hecho de que casi todos fueron seleccionados para la realización de curso de suboficial mayor y la mayoría alcanzaron dicho empleo.
Respecto a la tropa, tuve la suerte de contar con los cabos 1º Leandro Rodríguez Sanchís, Juan Roig Ortega, Ismael Sánchez Piñero y Antonio Urbán Coves, los cabos METP Juan José Pascual Pérez y José María Caselles Aguilar y los soldados METP Alejandro Alarcón Alarcón, Pedro Albert Jiménez, Héctor Álvarez Cienfuegos, Ramón Aragón Ramos, José Aracil Mestre, Ovidio Argiz Fernández, José Arroyo López, Roberto Bosque Gálvez, Francisco Bruguera Savall, Francisco Bunes Diviu, Raúl Cárceles Alemán, Francisco Catalá Barba, Demetrio Cazas López, Diego Cifuentes Mira, Mario Corral Corral, Santiago Esteban García, Jorge Esteban Navalón, Jesús Fernández Maeso, Carlos Folgueiras Villaverde, José Gallinato Díaz, José García González, Ernesto García Navarro, José Godino Navarro, Israel Gómez Sosa, Francisco Gómez Vera, Stefan González Alonso, Máximo González Artiaga, Manuel González Rodríguez, Luis González Vivanco, Pedro Guerrero Recio, Miguel Herrero Alonso, Elías Ibáñez Caballero, Carlos Ibáñez Reinares, Juan Iglesias González, Sergio Jiménez Peña, Narciso Leita Casafranca, Domingo Librero Ruiz, José López Villar, Víctor Lucas Pérez, Andrés Macías Becerro, Pedro Martín Alonso, Germán Martín Galdeano, Carlos Martínez Esclápez, Luis Miguélez López, Fernando Morales Grajera, Pedro Moratalla Moratalla, José Muñiz Rodríguez, Pedro Muñoz Moreno, Francisco Javier Muñoz Pérez, Alberto Nieto Álvarez, Javier Nogueras Dopico, Jorge Ocón Arcos, Juan Patiño Paniego, Óscar Parra Teodoro, Francisco Quirós Jiménez, José Redondo Fernández, Alberto Rivera Serrano, Frutos Rodríguez Ballesteros, Carlos Rodríguez Fernández, Manuel Rodríguez Fernández, Juan Rodríguez Gómez, Francisco Rodríguez Hernández, Luis Sánchez Abad, Ramón Sánchez Cabo, Sergio Sánchez Cascales, Pedro Sánchez García, Jesús Tobar Méndez, Ulises Toro García, José Torregrosa Climent, Gerardo Vallejo Gil, Gonzalo Varela de la Vega, Ángel Vázquez Candelario, Rafael Vázquez Martínez y Javier Vitorero Vinuesa, todos estos soldados seleccionados de entre los conocidos en el GOE III como los “101 dálmatas” que es como familiarmente se les denominó a los METP que formaron parte de la primera incorporación masiva de soldados profesionales al GOE III en septiembre de 1993.
Pero el cumplimiento de la misión tenía una peculiaridad importante, los movimientos en la Zona de Operaciones (en adelante ZO) deberían ser preferentemente en vehículos BMR, lo que nos obligó a realizar una preparación específica en cuanto a conducción y manejo de este tipo de vehículos que supuso una novedad para la mayoría de los componentes de la COE y nos obligó a “ponernos las pilas”. El personal de tropa designado para ello tuvo que realizar el curso de conducción de BMR y los mandos de sección y pelotón el cursillo de jefe de vehículo para poder contar con la aptitud necesaria para el manejo de dichos vehículos. Para la realización de dichos cursos hubo que desplazarse a Lorca, a la sede del Regimiento Mallorca 13, que contaba con el personal y los medios necesarios para poder impartirlos y donde los conductores se examinaron obteniendo todos el aprobado del curso a la primera. Esto permitió que, prácticamente a continuación de ello, entre el 28 de febrero y el 9 de marzo, toda la COE pudiera realizar, en el mismo sitio, una semana de instrucción práctica específica con vehículos BMR. Por supuesto, no pudimos contar con BMR para todos los pelotones por lo que la instrucción específica se completó con instrucción de tiro con armas ligeras y pesadas e instrucción teórica sobre el BMR.
El 10 de marzo, debidamente autorizado por la superioridad, la cadena de televisión autonómica de entonces, a través de su Canal 9 realizó, en el acuartelamiento de Rabasa, sede del GOE III, un reportaje sobre la COE que iba a desplegar en B-H con entrevistas a personal de esta. El 11 de marzo, bajo la presidencia del general jefe de la Región Militar Levante, se realizó en dicho acuartelamiento el acto de despedida a la COE 32 previo a su traslado a Córdoba para su integración en la AGT del mismo nombre.
Entre el 14 de marzo y el 25 de abril tuvo lugar la fase de concentración de la AGT Córdoba en la sede de la entonces Brigada de Infantería Mecanizada XXI y, por tanto, de la mayor parte de los componentes de la Agrupación, en la Base de Cerro Muriano (Córdoba). El jefe de la AGT Córdoba, que contó con 1361 componentes, fue el coronel D. Pedro Braña Pino, por entonces jefe del RIMZ Córdoba 10. La AGT Córdoba fue la cuarta de las agrupaciones españolas desplegada en el seno de UNPROFOR y fue la primera cuyo núcleo central no se basó en las entonces denominadas Fuerzas de Acción Rápida (FAR). Durante esta fase de concentración se llevó a cabo la integración de todas las fuerzas que constituían la agrupación mediante la realización de actividades comunes de la AGT tales como conferencias informativas sobre la ZO y la situación en la misma, vacunaciones, asignación de armamento, material y equipo individual, etc. Además, cada unidad llevó a cabo su instrucción específica para la que, en nuestro caso, se nos dotó de 9 BMR para las prácticas tanto de movimiento y tiro con las armas de estos como de transmisiones y mantenimiento de dichos vehículos. También realizamos prácticas de tiro diurno y nocturno con armas individuales y colectivas y lanzamiento de granadas de mano. Sin olvidarnos de la educación física siempre que el programa de actividades lo permitió.
Algo que me enorgulleció enormemente fue que, entre todas estas tareas, se realizó por parte de los psicólogos de la AGT una dinámica de grupo a toda la COE y el resultado fue tan positivo que el jefe del servicio me felicitó por contar con una compañía “modelo”. El 24 de marzo tuvo lugar el solemne acto oficial de constitución, entrega de guion y despedida de la AGT Córdoba en la sede del RIMZ La Reina nº 2, concretamente en la explanada de los Llanos del Conde, lugar de las formaciones de dicha unidad. Fue presidido por el JEME y durante el mismo se realizó el acto de cambio de prenda de cabeza, pasando a partir de ese momento los componentes de la COE 32 a dejar de portar nuestra querida boina verde y empezar a vestir la azul identificativa de las fuerzas de Naciones Unidas hasta la finalización de la misión (aunque estoy seguro de que, al igual que hice yo, todos los hombres de la COE se llevaron a la ZO su boina verde dentro de su equipo personal).
A partir del 14 de abril el personal de la COE se fue incorporando a la ZO en tres rotaciones, iniciando así el relevo a la URECO de la AGT Madrid formada por hombres de la Brigada paracaidista, y el 25 de ese mes ya estábamos todos los componentes de la unidad en B-H, finalizando con ello el relevo a la URECO. La COE, al completo, quedó instalada en el destacamento de Medugorje donde se aprovecharon las instalaciones del complejo turístico “Compas Suma Germine ”en las que también se encontraban alojados el mando y la plana mayor de mando (en adelante PLMM) de la AGT y la compañía de plana mayor de la misma, en la que estaba encuadrada una sección de protección formada por 23 componentes de nuestra unidad hermana el GOE I, primero y precursor del resto de GOE de nuestro Ejército y ejemplo para todos ellos, y con los que compartimos alguna que otra actividad tanto operativa como lúdica en las que siempre reinó la camarería y el espíritu de apoyo mutuo.
El alojamiento del personal se realizó en los bungalós existentes en el complejo y como puesto de mando y plana mayor se nos adjudicó un contenedor en el módulo de dos plantas anexo al resto de dependencias de la PLMM de la AGT, situado concretamente a dos puertas de la S-3 de esta, lo que durante el desarrollo de la operación tendría la consecuencia que más adelante explicaré.
Para el cumplimiento de nuestras misiones diarias se nos dotó de 13 BMR, recepcionados ya en ZO el 28 de abril, junto con 5 Nissan Patrol y 2 camiones, lo que dotó a la COE de la autonomía necesaria para que todos los cuadros de mando, al frente de los hombres necesarios, pudiesen cumplir simultáneamente una misión de forma independiente.
La misión principal de la COE era la de obtención de inteligencia por medios humanos (HUMINT) en la zona de conflicto asignada a la AGT Córdoba, el sector SW de la ZO de UNPROFOR, lo que implicó, entre otras, la servidumbre de ocupación permanente por sendas escuadras, al mando de un suboficial o cabo 1º, de dos observatorios sobre la línea de confrontación entre bosnio croatas y bosnio musulmanes y la línea del frente de las fuerzas serbio bosnias, situados en el monte Hum y Krcevine con relevo cada 48 horas, así que por ellos pasó la casi totalidad de suboficiales y tropa de la COE en algún periodo de la operación.
Para el cumplimiento de la misión principal se llevaron a cabo tareas de obtención de información sobre actividades bélicas, reconocimiento del terreno en el sector asignado incluyendo vías de comunicación y poblaciones (la ciudad de Mostar era la más importante de ellas), visitas de inspección a cuarteles generales, acuartelamientos y puestos de mando tanto de las fuerzas del Consejo Croata de Defensa (HVO) como del Ejército de la República de B-H (ARBiH o Armija), patrullaje de la zona colchón a caballo de las rutas del Neretva (carretera M-17) y Dolphin, localización y custodia, en su caso, de armamento pesado dentro de la zona de responsabilidad, reconocimiento de posiciones y puestos de observación autorizados a ambos bandos.
Cabe destacar, entre las misiones HUMINT, las que más puramente pueden considerarse como tales, que fueron realizadas por los dos subtenientes de la COE, Terencio y Molinés, que con el arrojo, intrepidez y valentía propios de su veteranía y experiencia, se desplazaban solos y normalmente en vehículo ligero para obtener y explotar contactos tanto civiles como militares en toda la ZO y, especialmente, entre la población de Mostar Este (por donde acabaron moviéndose como Pedro por su casa) consiguiendo información que, a veces, dejaban totalmente sorprendidos a los miembros de la S-2 de la PLMM de la AGT (especialmente cuando al cabo de unos días acababa confirmándose aquello que se había informado).
Aquello no les salía gratis a Terencio y Molinés pues, a cambio, debían realizar favores o conseguir cosas que no estaban al alcance de los informantes como medicinas, repuestos para maquinaria, baterías, botellas de butano, papel higiénico o alimentos que ellos sabían conseguir, algunas veces con la picardía que les daba su veteranía, otras adquiriendo los productos en la zona croata y otras con la ayuda de sus familias que se las enviaban desde España en los paquetes que se recibían periódicamente. En alguna que otra ocasión, al no regresar al destacamento al final de la jornada, sin informar previamente de ello y al permanecer ilocalizables, causaron la comprensible preocupación en el que suscribe por ser el responsable de la seguridad del personal a su mando y no tener conocimiento de su situación hasta que felizmente regresaban, normalmente con buenos resultados de inteligencia, lo que hacía que les perdonase su osadía.
Las primeras semanas conllevaron la dificultad añadida de depender de una PLMM de unidad convencional que no había tenido la oportunidad de trabajar con anterioridad con unidades de operaciones especiales (en adelante OE) en este tipo de misiones, pero el buen hacer y el trabajo eficaz de todo el personal de la COE propició que esta fuera cada vez más tenida en cuenta y aumentase el tipo y transcendencia de las misiones encomendadas. Ello, junto a la permanente disponibilidad, rapidez de puesta en marcha y entrada en eficacia para el cumplimiento de misiones sobrevenidas por parte de las unidades de la COE y con la cercanía del puesto de mando de esta con la S-3 de la PLMM de la AGT, llevó a la consecuencia que mencionaba anteriormente, que nos acabásemos convirtiendo en una unidad de intervención inmediata de la AGT.
Tal es así, que cada vez fuimos más demandados para el cumplimiento de misiones alternativas, tales como escolta de convoyes de ayuda humanitaria, regulación del tráfico de vehículos de UNPROFOR y de ayuda humanitaria por las rutas del Neretva y Dolphin, seguridad y custodia de áreas activas de concentración de armamento pesado de ambos bandos, escolta y traslado de personalidades VIP y/o comisiones de un bando por territorio del otro bando, custodia y seguridad del destacamento de Bijela y regulación del tráfico por el paso de pontones existente en dicho punto de la carretera M-17 que une Mostar con Sarajevo, seguridad y protección al CG del sector SW en Gornji Vakuf donde se encontraba un destacamento británico.
Asimismo la seguridad y protección de reuniones de miembros de la PLMM de la AGT Córdoba con jefes militares de ambos bandos, de altos funcionarios de la ONU con dirigentes de los bandos contendientes y a miembros de países de la UE durante sus visitas a Mostar, transporte y protección de personal de UNESCO en sus desplazamientos por zonas controladas por las fuerzas serbo bosnias (BSA) y evacuación de personal civil de zonas castigadas por fuertes y constantes bombardeos, además de contribuir a la seguridad de la AGT proporcionando permanentemente un pelotón de retén constituido por 10 hombres al mando de un suboficial.
Todas estas acciones conllevaron un elevado número de desplazamientos en vehículo y el recorrido de miles de kilómetros por zonas conflictivas y vías de comunicación en no demasiado buenas condiciones y muy saturadas de tráfico. Ello implicó algún que otro susto por recibir fuego cercano de alguno de los bandos y algún accidente de tráfico leve que, afortunadamente solo conllevaron consecuencias materiales poco importantes.
Desgraciadamente, el domingo 22 de mayo, durante el cumplimiento de una misión de reconocimiento en la zona de Kocine, al SE de Mostar, cuando transitaba el BMR de la patrulla asignada por una pista de montaña, cedió el firme al no soportar el peso del vehículo y se despeñó, ladera abajo dando numerosas vueltas de campana. Como consecuencia del fatal accidente fallecieron nuestro querido sargento Fernando Casas Martín y el intérprete asignado para la misión Mirko Mikulcic y resultaron heridos con diversas contusiones y traumatismos que, afortunadamente no revistieron gravedad, los soldados Mario Corral Corral, Jorge Esteban Navalón y Juan Rodríguez Gómez.
Los cuerpos de los dos fallecidos fueron trasladados a España el 23 de mayo escoltados por personal de la COE. Tras su llegada a TN (territorio nacional) el cuerpo del sargento Casas fue velado por miembros del GOE III hasta la realización del acto militar de honores fúnebres reglamentarios el día 24 de mayo en el acuartelamiento de Rabasa. La pérdida del sargento Casas fue muy dura para todos los componentes de la COE puesto que no solo se trataba de un excelente profesional sino de una extraordinaria persona que sabía crear en todo momento un muy buen ambiente a su alrededor, que era muy querido tanto por sus superiores como por sus subordinados y al que íbamos a echar mucho de menos. Su recuerdo y su ejemplo nos dieron fuerzas para superar su pérdida y para cumplir con más energía y eficacia las misiones que nos fueron asignadas durante el resto de la operación. El día 2 de junio realizó su incorporación a la COE, como reemplazo del sargento Casas, el sargento Ramón Álvarez Iglesias, qu0edando integrado en la II sección.
Desde el 9 de mayo hasta el 8 de octubre el personal de la COE, en distintos turnos, pudo disfrutar de los dos permisos reglamentarios en TN y del permiso de fin de semana en Dubrovnik, lo que hizo que durante todo ese periodo la COE no estuviera al cien por cien de su personal en ZO en ningún momento, circunstancia que no impidió el cumplimiento de las misiones asignadas con total operatividad.
Durante los seis meses de misión, además de las actividades ya mencionadas tuvieron lugar otra serie de vicisitudes, la mayoría formales como la finalización anticipada de participación en la misión el 4 de agosto del soldado Frutos Rodríguez Ballesteros por asuntos familiares, la visita a la AGT de los ministros de asuntos exteriores y defensa del gobierno español, Javier Solana y Julián García Vargas, los días 10 y 11 de agosto a los que se les rindieron los honores reglamentarios en su visita al destacamento de Medjugorje con una compañía de honores mixta, cuyo mando recayó en el que suscribe, que incluyó una sección de la COE, la realización de dos ceremonias de imposición de la medalla de Naciones Unidas conmemorativa de la participación en UNPROFOR a todo el personal de la COE los días 11 de septiembre y 1 de octubre o la visita del teniente general JEME a la AGT el 23 de septiembre.
También tuvieron cabida otras actividades más lúdicas como la realización de un concurso de paellas en el destacamento de Medjugorje en el que la COE obtuvo el primer premio gracias a la dirección en la confección de la misma del ilustre valenciano de la unidad, nuestro sargento Julio Hernández, y todas esas tardes en las que, gracias al cariño y empeño en su diseño y preparación por parte del subteniente Navarro, se recibían desde España paquetes procedentes del GOE III con viandas nacionales y nos reuníamos los componentes de la COE que podíamos para celebrar el que dimos en denominar como día de “San Paqueto”, para dar cumplida cuenta tanto de las recibidas del GOE como de las que nos habían enviado nuestras familias.
El 22 de octubre tuvo lugar la inauguración de un monolito, en el que estaba colocada una placa con una leyenda que incluía los nombres del sargento Fernando Casas y del intérprete Mirko Mikulcic, en una zona muy próxima al lugar el fallecimiento de ambos. El acto fue presidido por el teniente coronel jefe accidental de la AGT y contó con la asistencia de personal de todas las secciones de la PLMM de aquella, de la mayoría de los intérpretes de la AGT, así como de todos los cuadros de mando de la COE, la tropa del pelotón que mandaba el sargento Casas y representación de la tropa de las tres secciones y PLM de la COE.
Entre los días 24, 27 y 31 de octubre, en sendas rotaciones, todo el personal de la COE de la AGT Córdoba (a excepción del sargento Ramón Álvarez Iglesias que quedó agregado a la COE de la AGT Extremadura) viajó de regreso a España tras haber finalizado su participación en la operación. Durante ese periodo se efectuó el relevo (el 28 de octubre), de la COE de la AGT Extremadura, con la COE 31 del GOE III, mandada por el capitán Joaquín Bort Fabregat. Tuvo lugar la TOA (transferencia de autoridad) entre las dos AGT y, por ende, entre las dos COE.
El día 5 de noviembre, presidida por el ministro de defensa Julián García Vargas y con la asistencia, apoyo y aliento de una multitud de cordobeses, se celebró en la avenida Conde de Vallellano de la ciudad de Córdoba una parada militar con la AGT Córdoba al completo en la que se llevó a cabo el acto formal de recepción y disolución de esta, lo que constituyo el último episodio de la Agrupación.
El trabajo de los componentes de la COE en ZO fue reconocido con la concesión con carácter extraordinario de varias cruces del mérito militar con distintivo blanco tanto a oficiales como a suboficiales y tropa, totalmente merecidas, pero que, según mi criterio, no consiguieron compensar todo el buen trabajo desarrollado.
Los resultados obtenidos en ZO por la primera COE desplegada en una operación internacional demostraron la versatilidad y excelente rendimiento de las unidades de operaciones especiales y contribuyeron a aumentar el prestigio de las operaciones especiales en general y del GOE III en particular.