Coronel Juan Miguel Liñán Macías
Antiguo teniente de la COE 92 y del GOE II
Isabel Rivero es una boxeadora vallisoletana, campeona de Europa y WBC Mediterráneo en la categoría de Peso Mínimo. Siempre sube al ring con la Boina Verde de OE que para muchos es conocida como la boina de los guerrilleros de las COE.
Aprendió su significado y del espíritu de sacrificio y resistencia a la fatiga que representa, a través de Pedro Espina Figueroa, entrenador de boxeo, quien fue guerrillero y miembro de la COE 92 en su Servicio Militar en Málaga durante el año 1984.
Pedro conoció a Isabel cuando ella acudía al gimnasio José Valenciano de Madrid para hacer entrenamiento de sparring con el equipo femenino del club donde él era entrenador de boxeo de chicas. Al gimnasio también acudía Saika, la hija de Pedro, quien también practicaba el boxeo. Desde entonces, para su hija, que entonces tenía 15 años, Isabel fue su modelo de persona y deportista a seguir. En aquellos entrenamientos, Pedro ya pudo percibir el enorme talento de Isabel. Desde aquella época ambos mantienen una intensa amistad.
Isabel es una persona muy especial con una gran capacidad de constancia y sacrificio que utiliza para conseguir sus metas en este deporte tan duro. La acompaña una gran calidad humana. Un día, Pedro le regaló la boina verde como símbolo de superación y le detalló todos los valores que aúna. Ella entendió perfectamente el mensaje que traslucía esta prenda y aceptó el regalo.
Isabel decidió ponerse por primera vez la boina verde en el ring en su debut profesional el 10 de junio de 2022, sin que Pedro ni nadie se lo indicase. Tras ello y al enterarse, Pedro decidió visitarla y enseñarle cómo se vestía correctamente. En la actualidad, Isabel continúa haciéndolo como homenaje y agradecimiento a todos los hombres que portaron y portan esta prendas y que, entre otros valores, están dispuestos desde la profesión militar a exponer su vida por amor a la Patria.
En el año 2023 ha conquistado dos importantes títulos en su peso, el primero fue el campeonato de la WBC Mediterráneo, en junio. El segundo, el campeonato de Europa, que lo obtuvo el pasado 15 de diciembre en combate contra la púgil italiana Consuelo Portolani. Este título la sitúa en el ranking de los primeros puestos para afrontar el campeonato del mundo, aunque primero tendrá que defender el título de Europa el próximo marzo. Allí vestirá de nuevo la boina verde. En su palmarés le constan 22 combates amateur y 9 combates como profesional.
Pero nuestra protagonista no solo se dedica a este deporte, trabaja como científica en un laboratorio farmacéutico de I + D en Castilla y León. En esta comunidad y especialmente en Valladolid, provincia donde nació hace 36 años, Isabel es muy famosa y ha sido reconocida por autoridades de su ciudad y de la región.
Recientemente, en una entrevista a un medio online deportivo, Isa, como es conocida en sus círculos más íntimos, declaró:
«Siempre he hecho deporte, pero necesitaba otra cosa. Salía a correr y hacía otras modalidades, aunque ninguna tenía un horario fijo. Necesitaba una disciplina que me hiciese tener que estar a una hora exacta en el gimnasio. Así me obligaba a no echar muchas horas extra en el trabajo. Empecé por salud mental. Mi idea era simplemente mantenerme en forma y desconectar del día a día, pero el boxeo me enamoró. Desde el primer día me encantó y fui progresando poco a poco. Cuando le dije a mi entorno que iba a competir me decían lo típico de que si un golpe me había dejado mal (risas). Luego vieron que no era pasajero y me apoyaron».
Por su parte, el boxeo es para Pedro Espina un deporte al que dedica tiempo como entrenador de jóvenes púgiles. En su día también ejercitó las artes marciales. Compagina estos hobbies con su profesión, pues regenta el restaurante japonés Soy que posee en Viriato 58 en Madrid y donde además es el chef. Se inició en este oficio durante su larga estancia en el País del Sol Naciente.
La boina verde siempre le ha acompañado a lo largo de su vida y con ella el espíritu de perseverancia, fortaleza y de sobreponerse ante las adversidades. Como muchos, ha pasado por reveses personales y profesionales y algún que otro momento delicado de salud. En esos momentos difíciles «ha tirado del espíritu de la boina» para salir victorioso. Eso es lo que inculcó a Isabel y ¡bien que ella lo aprendió!