Coronel Luis Téllez de Meneses Madero
Antiguo teniente y capitán de la COE 61 y comandante jefe del GOE V
Fundación
Se funda en agosto de 1968: Se inicia con muy poco y con muchas ganas. El capitán Bellet le imprime auténtico carácter guerrillero y de montaña. Él viene de la compañía de esquiadores de Viella y aporta el rigor, seriedad, personalidad y dureza que en aquella época caracterizaba a esa unidad. Este sello creo que se mantuvo siempre, pues Bellet fue mi primer capitán y yo lo fui de los capitanes que me relevaron, y ya se sabe, en milicia, tu primer jefe te marca para siempre.
Cuartel y locales
Desde 1968 a 1974 la COE 61 se alojó en el antiguo cuartel de San Marcial, ubicado en la misma ciudad de Burgos y posteriormente fue trasladada a la Base Militar de Castrillo del Val, a 12 km de la ciudad. El cuartel de San Marcial era de la época de Primo de Rivera, de formato parecido a todos los que se construyeron entonces. La COE tenía asignada una nave dormitorio, un aula, cuarto de furrielería, una armería, un aula de enseñanza y despacho del capitán y otro para el brigada. Con mucha lucha con los mandos del regimiento y mucho afán, Bellet consiguió que le asignasen una antigua cuadra de ganado, la adecentó, se compró un tatami y se convirtió en sala de yudo y defensa personal.
En lo que era la calle más ancha del cuartel, donde se hacían las formaciones y desfiles, por la tarde, que no había nadie, sacábamos los rollizos y aparatos de gimnasia e improvisábamos una pequeña pista de instrucción de combate.
Muy cerca del cuartel teníamos campo suficiente para topografía e instrucción, incluso había una pista de aplicación, en no muy buen estado, que utilizábamos en lo que se podía. Para ir al tiro necesitábamos camiones de la Compañía de Transportes de la Región que, en media hora, nos llevaban a Cubillo del Campo para tirar. Lo cual nos obligaba a realizar el tiro nocturno en las salidas al campo.
Armamento y material
El armamento fue el reglamentario para las COE y la dotación de material específico fue muy lento. Lo primero en llegar fueron los esquís y el material de escalada, en cantidad y calidad suficiente, aunque las botas mixtas de andar y esquiar eran un problema tanto para una cosa como para la otra. El material de agua tardó bastante más tiempo; al principio, aletas, máscara y tubo. Las embarcaciones neumáticas de remo las pedíamos a ingenieros. Con este material tan ligero nos fuimos a la fase de agua a Lequeito, nada más y nada menos, año 1972, con la ETA en plena ebullición. Estuvimos las dos COE juntas, la 61 y la 62 y no pasó nada, aunque la Guardia Civil, diariamente, nos informaba de que estábamos rodeados de gente peligrosa. Al verano siguiente, levantaron un comando de ETA por el itinerario que hacíamos del campamento al mar. En dos años más nos completaron el material, botellas, reguladores y una zódiac. Aunque, no recuerdo bien, sé que se compró material complementario tipo brújulas, profundímetros, cinturones, plomos y globos para recuperación de material.
Instrucción
El desarrollo de la instrucción de cada día, tanto en el cuartel de Burgos como en la Base de Castrillo del Val, se podía realizar en magníficas condiciones. Con mínimos desplazamientos encontrábamos terreno variado, boscoso, un río, pista de aplicación (en mejor o peor estado de conservación) y puentes. La Base mejoraba al cuartel de Burgos en el campo de tiro, apto para fusilería, ametralladoras, morteros y explosivos, tanto de día como de noche; además, se podían montar teleféricos, rapelar y hacer ejercicios de fuego real avanzando en trinchera con blancos semiocultos. (curiosamente esto se realizaba en La Trinchera de las Cuevas de Atapuerca, hasta que se declararon Patrimonio de la Humanidad). También construimos un conguito y montábamos pasillos de fuego sin problemas. Por las condiciones del clima de Burgos, varios años, iniciamos la fase de esquí en el campo de la propia Base.
Captación
En la captación de reclutas se pasó de tres veces a dos y la única salvedad es que no podían apuntarse los reclutas del País Vasco.
Prueba de la boina
Para alcanzar la imposición de la boina verde se realizaba un trabajo especialmente estudiado y duro en aspectos físicos, psicológicos, de conocimientos y dentro de un marco de severa disciplina. Entre los psicológicos destaco el paso del conguito y pasillo de fuego y de los de conocimientos saber de memoria la fórmula de juramento a la bandera y para trabajar la disciplina exigencia en el orden cerrado y tabla de combate. Una vez alcanzado el nivel se imponía la boina verde en un acto solemne, en el campo de maniobras y al cual se invitaban a los antiguos guerrilleros y a sus familias. Todo concluía con un desfile de la COE, los antiguos guerrilleros y una comida guerrillera para todos.
Evasión escape y supervivencia
El tema de evasión, escape y supervivencia lo realizábamos en sitios diferentes, siempre buscando agua, bosque y río para poder pescar truchas y cangrejos. Entre otros sitios recuerdo las cuencas altas de los ríos Iregua, Pedroso o Mataviejas.
Tiro y explosivos
Para los ejercicios de tiro nunca hubo problemas; pero, además, en la VI Región Militar, excepto en el País Vasco, tirábamos y hacíamos explosivos, tanto de día como de noche en cualquier sitio, solo teníamos que avisar al alcalde del pueblo y comunicar día, hora y lugar.
En explosivos solo tuvimos una restricción. Fue a raíz de los fusilamientos de Avena de la COE 62 en ejercicios de colaboración con el curso de guerrilleros en Jaca. En esas fechas estábamos en prácticas de montaña en la zona del Alto Campoo, estación de esquí donde hacíamos la fase de nieve. Para corresponder a la cesión de uso de los remontes de la estación quedamos en hacer unas voladuras de rocas que interrumpían las pista. Cuando ya teníamos casi todo preparado para la voladura nos llamaros de capitanía y dieron la orden de suspenderlo. Como no se podían dejar allí los explosivos «tiramos p’adelante».
Fase de nieve
La fase de nieve en sus inicios se hacía en Pineda de la Sierra, 6 años aproximadamente, y aunque la estación estaba entre 1400 m y 1950 m permitía trabajar muy bien. El Pico Mencilla, donde está la estación, es emblemático para todos los montañeros de Burgos, tanto es así, que un grupo de escouts compañeros de nuestro compañero, el comandante Yartu, muerto en un ejercicio de fuego real en Jaca, le subieron una placa de recuerdo que colocaron en el mojón del pico. Pineda siempre fue un sitio entrañable, pequeño y con muy buenas relaciones, todo eran facilidades. En más de una ocasión tuvimos que subirles material y enseres con nuestro flamante GMC, que era el único que, con nieve, subía hasta la estación.
Posteriormente, cuando comenzó el cambio climático, hubo que cambiar de lugar y fuimos al Alto Campoo, entre Palencia y Cantabria. Esto era distinto, una estación más en serio y con unas montañas más abruptas y mucha más nieve. El refugio–campamento lo establecíamos en El Villar, un pueblecito a 6 u 8 km de la estación. La zona reunía muy buenas condiciones para nuestra instrucción, excepto el tiro y explosivos.
Como anécdota, recuerdo un domingo por la noche que nos avisaron si podíamos ayudar a buscar un montañero que se había perdido. Nos organizamos para acudir en su ayuda y yo, personalmente, dudaba que lo pudiésemos encontrar. La temperatura a las 20:00 h era de -1º con posibilidades de descender más. Me llamó la atención que nadie organizaba y habían salido varios voluntarios en su búsqueda. Nosotros nos desplegamos en la cresta e iniciamos el movimiento hacia abajo y enlazados por radio. Total, al final le encontramos vivo, rotura de pierna.
Fase de agua
La fase de agua la hacíamos en el Cantábrico, la primera en Lequeitio y después a zonas más tranquilas: San Vicente de la Barquera, Virgen del Mar (Santander) Noja y finalmente en Santoña. La instrucción se desarrollaba en dos niveles, botellas y superficie. En común tenían la boga. Curiosamente en La Virgen del Mar realizábamos ejercicios de tiro y explosivos en tierra y en el mar, lo cual nos permitió montar algún ejercicio de fuego real nocturno. De nuestra estancia en La Virgen del Mar, recuerdo que el coronel del Regimiento de Santander nos pidió ayuda para buscar al hijo de un brigada del regimiento que había desaparecido en la playa de El Sardinero. Fuimos todos, con todo lo que teníamos; pero nada, apareció al día siguiente arrastrado por las olas en la playa.
Escalada
Durante tres o cuatro años, la escalada la hacíamos en El Carrascal (Navarra) conjuntamente con las prácticas de la División de Montaña. Teníamos limitación de horarios, pero nos dio ocasión a los cuadros de mando a aprender técnicas y criterios para seleccionar vías y grado de dificultad.
Luego fuimos rotando por diferentes sitios: Peñahorada de Burgos, Sierra de Neila y, finalmente, en Potes (Picos de Europa). Aquí, en Los Picos, tuvimos una ayuda fundamental en Lastra, montañero español, famoso porque quedó colgado con otro escalador en la cara norte del monte Naranjo de Bulnes. Lastra nos indicaba paredes y vías de distinto nivel y, sobre todo, nos indicó una vía que era larga, baja dificultad, bastante aérea y que nos servía para clasificar al personal según sus cualidades.
Combate en población
Del combate en poblaciones hicimos lo básico con fuego real en una ocasión, en un pueblo en la sierra de Cameros Viejo y algo que se le parece en los pasillos de fuego que montábamos en la Trinchera de la Sierra de Atapuerca.
Desfiles
Que yo recuerde, los desfiles más importantes de la COE 61 son: Bilbao, Aniversario de la Liberación, año 1972, y el desfile del Día de la Fuerzas Armadas de Burgos en el año 1983. En Bilbao, que desfiló la fuerza viva de la VI Región Militar, fue el desfile más difícil del mundo: no funcionó la megafonía y solo tocaba la banda de la División de Montaña que se quedó al pasar la tribuna. Algunos pensábamos que había sido un boicot de ETA.
La COE 61, habitualmente, era designada para Compañía de Honores en las procesiones del Corpus y del Curpillos, fiesta tradicional en Burgos donde el Capitán General porta el pendón de la batalla de las Navas de Tolosa.
Exhibiciones
La Capitanía de la Región Militar contó siempre con la COE 61 para todo tipo de exhibiciones, puertas abiertas, visitas de jefes de ejércitos extranjeros o recepciones de prensa. Los ejercicios que se realizaban eran los básicos: tabla de combate, montar y desmontar un campamento de tiendas Aneto, rápel de helicópteros, defensa personal y poco más. Con la prensa local, en una ocasión, los vestimos de mimetizado y los llevamos por la noche a un ejercicio de cuerdas y paso del río Arlanza. A unos jefes del ejército francés les hicimos un pasillo de fuego y un ejercicio de fuego real, incluido morteros y explosivos y decían que no se lo podían creer.
Ejercicios y operaciones
Pienso que, como todas las COE, la COE 61 ha participado en ejercicios con la BRIPAC, la EMMOE y las respectivas BRIDOT. Y todos ellos presentan características parecidas, por ello haré alusión de algunas anécdotas.
En unas guerrillas con la BRIDOT, el último día, nos ordenaron ubicar una guerrilla en un lugar idóneo para realizar una maniobra de cerco, sin salida, y la única idea que surgió, para evitarlo, fue cambiar los carteles de las carreteras que daban acceso a la línea de cerco, como el despliegue era de noche el éxito fue rotundo. No hubo juicio crítico.
En otras guerrillas con la BRIDOT tenían preparada una fuerza de reacción helitransportada ante un golpe de mano que teníamos que dar, a hora y lugar determinado. No lo consiguieron, porque entramos en la red radio de helicópteros y dimos el mensaje de parar motores por retrasos imprevistos y, como se sabe, una vez que los helicópteros paran motores no pueden encender hasta pasados veinte o treinta minutos, lo justo para desfasar todo y replegarnos sin problemas.
De los ejercicios con la EMMOE, lo más curioso que ocurrió, fue en el ejercicio que montan para la práctica de emboscada nocturna. Nosotros disponíamos de un aparato detector de las frecuencias y grabación de transmisiones y, desde él, fuimos radiando al convoy la secuencia de lo que transmitían en el grupo de emboscada. Con esta información se detuvo el convoy antes de entrar en la zona de muerte, desplegó la vanguardia, se enfrentó a los emboscados y estos dieron la orden de repliegue. Hasta aquí normal, pero lo curioso ocurrió en el juicio crítico, donde daban como éxito el resultado de la emboscada, sacamos la grabación y ya no se habló más.
En la historia de la COE 61 entran otro tipo de misiones y operaciones que son dignos de reseñar:
Consejo de guerra sumarísimo (núm. 31/ 69)
Fue contra dieciséis miembros de ETA acusados de diversos asesinatos. Año 1970, duró del 3 al 26 de diciembre y el día 28 se dictó sentencia en la que figuraban seis penas de muerte. En este consejo de guerra la COE 61 recibió la misión de la custodia del edificio donde se celebró. Los integrantes de la unidad, en aquel momento, recuerdan las bajísimas temperaturas que sufrieron (se helaba el agua de los vasos que dejaban encima de las taquillas durante la noche mientras dormían y los relevos de centinelas cada treinta minutos) y también las muestras de cariño, respeto y admiración que recibieron tanto de civiles como de militares. Durante la celebración del consejo de guerra, hubo un momento en que los presentes en la sala (casi todos ellos familiares de los acusados) iniciaron cánticos en euskera y alborotos, momentos de gran confusión, entró un pelotón de guerrilleros, subfusil a la cintura, gesto enérgico y mirada firme y sin más salieron despavoridos.
Operación Iruña
Destinada para colaborar en el intento de frenar los movimientos fronterizos de los miembros de ETA. Duró de 1974 a 1978. Se actuó conjuntamente con unidades de la División de Montaña.
Operación Alazán
Con misión similar a la operación Iruña y duró de marzo de 1981 hasta julio de 1982, igualmente con unidades de la División de Montaña. Existía una diferencia importante, se integraba en cada grupo un guardia civil, que permitía actuar de forma legal, en los tratos con la población civil, parar vehículos, registrar, pedir documentación, etc. De esta operación Alazán comento lo siguiente. A los ocho o diez días de nuestra estancia en la frontera se recibió una visita del ministro de defensa Sr. Oliart. El general gobernador militar de Guipúzcoa organizó la visita y eligió la zona de exposición en el Parador de Fuenterrabía. Allí, desplegó mapas y pancartas de todo tipo y acompañaban al ministro todas las fuerzas vivas, desde él hasta el capitán de la COE, allí estaban el JEMAD, JEME, presidente de la Comunidad, etc.
Comenzó la exposición: terreno, enemigo, misión y no se hablaba de los medios, hasta que el ministro dijo: «Por favor, quiero hablar con el jefe de la fuerza». Se miraron unos a otros y siempre hacia atrás de la fila hasta que llegó al capitán de la COE que estaba el último. El ministro fue muy escueto: «Capitán, necesidades y problemas». La respuesta también concreta: «Mejora de material y atención en medios de comunicación». A un ayudante que iba con él, le dijo: «Apunte» y se cumplió lo solicitado. Menos mal que no hizo caso al JEMAD (artillero) que como hacía un buen día le comentó: «No se preocupe, ministro, que aquí están como de camping».
El día de la visita del ministro había un pelotón de la COE rescatando a un mariscador de percebes que se había caído por un acantilado, con el peligro añadido, que subía la marea. Al día siguiente salió en la prensa nacional.
Mascotas
De mascota siempre hubo un perro, pero ninguno tuvo un significado especial, sin embargo, de animales si tengo algo que contar. El capitán era aficionado a la caza y, como consecuencia de ello, se había reunido un conjunto de trofeos que provenían de las salidas al campo y que estaban disecados en la pared de entrada a la unidad: cabezas de jabalíes, zorros, buitres, corzos, todos ellos de dos en dos para una buena ornamentación y luego, un águila que tuvimos de mascota un tiempo y se murió y una gaviota negra que trajimos de recuerdo de las Chafarinas. Alguien nos denunció a la Sociedad Protectora de Animales y en la justificación dijimos que eran animales muertos o heridos encontrados en nuestras múltiples maniobras en el campo y que eran disecados para dar a conocer a los guerrilleros la distinta variedad de fauna de nuestra Región Militar. Nos legalizaron la situación.
Tradición
Una tradición curiosa que mantuvieron los guerrilleros de Burgos era que, cada llamamiento, la noche antes de licenciarse, colocaban la boina verde a la estatua ecuestre del Cid Campeador ubicada en una plaza emblemática de la ciudad y para lo cual tenían que escalar entre 8 m y 10 m. En Burgos no molestaba e, incluso, alguna vez hicieron referencia en prensa como tradición de los guerrilleros.
Fallecidos en acto de servicio
En la COE 61 no hubo fallecidos en acto de servicio, pero si hubo un accidente manejando explosivos que trajo como consecuencia la pérdida de la mano derecha de un cabo. Se hicieron las gestiones pertinentes y hoy tenemos al sargento mutilado José Hidalgo Sierra, riojano, que se siente orgulloso de haber servido a España como guerrillero en la COE 61.
2 respuestas
ESTA MAÑANA ME HE LEVANTADO,Y HE DESCUBIERTO AL INVASOR…..
Por el entonces 1977,con Encomiables mandos:
CAPITÁN LUIS TELLEZ
TENIENTES ARENAS Y ESCRIBANO
SARGENTOS GARCIA Y BAÑUELOS.
COE 61,EXCELENTES COMPAÑEROS.TODOS UNIDOS.
TRABAJANDO DIA Y NOCHE,NUESTRA SUPERACION DE RESISTENCIA Y FORTALECIMIENTO DE NUESTRO ESPIRITU,Y AL FINAL DE CADA AVENTURA,UNA SONRISA.NO IMPORTABAN LOS OBSTÁCULOS E INCLEMENCIAS.
EL APRENDIZAJE EN EL CAMINO,Y EL CAMINO ,HACIA HORIZONTES SUPERIORES A NOSOTROS MISMOS.
Muchas gracias por su aportación a esta publicación. Reciba un cordial saludo