Coronel Joaquín Moreno Molero
Vicepresidente de la FEDA-VBVE
Este artículo fue publicado en la revista EJÉRCITO nº 608 por el entonces teniente Moreno Molero. Lo escribió cuando era teniente en la COE de la EMMOE, aunque se publicó meses después (septiembre de 1990) cuando ya había ascendido a capitán. Se ruega su lectura con la visión del marco temporal de hace más de 33 años y la que tenía un joven oficial de la época. Los equipos operativos son hoy día una realidad en el MOE. Su composición no coincide exactamente con lo propuesto en este artículo, pero sí es un antecedente de lo que aspiraban muchos mandos diplomados en OE a finales del siglo pasado.
Como continuación al DOCUMENTO de la revista EJÉRCITO del pasado mes de agosto, “Unidades de Operaciones Especiales”, publicamos el trabajo de otro oficial diplomado para esas unidades, en el que se tratan las misiones especiales de las COE y su preparación, tema importante y poco conocido.
Introducción
La necesidad de tener unas Unidades instruidas para poder cumplir las misiones que marcan las nuevas Orientaciones para Unidades de Operaciones Especiales 0-0-4-6 de 1986, está clara desde el momento en que existen esas misiones, se realizan en gran número en cada uno de los actuales conflictos internacionales y se colabora, en tiempo de paz, con otros ejércitos en operaciones especiales. Estas misiones son:
-Destrucción o neutralización de órganos de mando y logística.
-Operaciones de guerra no convencional.
-Operaciones especiales propiamente dichas.
Sería muy difícil realizarlas con las actuales compañías de Operaciones Especiales, como se ha puesto de manifiesto, por ejemplo, en los equipos operativos utilizados en diversos ejercicios, realizados junto a otros ejércitos (EDELWEIS 86 y 88, participación en patrullas de reconocimiento de largo alcance, etc.); de ahí la necesidad de crear unidades que puedan llevarlas a cabo, al estar organizadas y actuar normalmente para tales fines.
Organización tipo
En estas Orientaciones, en el capítulo 5, se nos marca una organización tipo de lo que debería ser un equipo operativo, capaz de cumplir estas misiones, que no pueden realizar las COE tal como están organizadas: un jefe, un 2º jefe, uno de operaciones, uno de información, dos de armamento, dos de destrucciones, dos transmisiones, dos de sanidad.
Dada la variedad del clima, tipo de terreno, desniveles, etc. que existen en España, creo que sería muy interesante poder disponer en cada Región Militar de uno o dos equipos de este tipo, de manera que cada uno esté fuertemente especializado en un ambiente distinto (montaña, desierto, agua interior y mar, medio urbano, etc.). Es necesario disponer de Unidades instruidas para cumplir determinadas misiones cuya realización sería muy difícil con las actuales compañías de operaciones especiales.
La creación de estos equipos permitiría que un mayor número de capitanes siguiera ocupando un destino en unidades de Operaciones Especiales y que los suboficiales optaran a otros destinos.
Su entrenamiento e instrucción estaría bajo el mismo mando de los GOE existentes, cooperando con las COE tal como están organizadas actualmente, en ejercicios de doble acción en los que a estas últimas se les darían misiones definidas también en nuestras Orientaciones, que sí puedan realizar con su organización actual (apoyo a las operaciones convencionales).
Personal componente
Todavía caben algunas preguntas, sobre todo relativas al personal: ¿quién compondría estos equipos operativos?, ¿qué necesidades o requisitos deberían reunir?
Los equipos deberían estar organizados por mandos profesionales, aunque podrían tener cabida voluntarios especiales con un mínimo de tres años de contrato con el Ejército. Una distribución posible podría ser la siguiente:
-Jefe: capitán de infantería.
-2º jefe: subteniente o brigada de infantería.
-Operaciones: sargento 1º de infantería.
-Información: sargento 1º de infantería.
-2 de armamento: sargento de infantería y voluntario especial (VE) o dos VE.
-2 de destrucciones: sargento de infantería o de ingenieros y un VE.
-2 de transmisiones: sargento de infantería o de ingenieros y un VE.
-2 de sanidad: 2 VE (médico y ATS).
En el caso extremo de 6 VE, habría siempre como mínimo 6 mandos profesionales. A los VE se les podría dar el empleo de cabo/cabo 1º.
Requisitos
Entre los requisitos estarían los siguientes:
-Pedir el destino a estas unidades con carácter voluntario.
-Poseer unas condiciones físicas mínimas.
-Estar diplomado en OE y Paracaidismo (para los voluntarios especiales solo Paracaidismo).
-Sería interesante que dos mandos, uno de ellos el jefe o el segundo jefe, fuesen diplomados en buceo, a causa de la normativa actual sobre actividades subacuáticas.
-El capitán debe tener experiencia como teniente en compañías de operaciones especiales.
Además de que podríamos contar con unos equipos de élite, con unas verdaderas fuerzas de OE, como poseen la mayor parte de los países, solucionaríamos dos problemas, por decirlo de alguna manera, que existen actualmente entre los mandos españoles diplomados en OE.
El primero se produce entre los oficiales, y más concretamente entre los capitanes recién ascendidos y diplomados en OE, que ven cómo, con el ascenso, tienen que decir adiós a su querida boina verde y pocos son los afortunados para los que ese adiós es solo momentáneo.
El segundo tiene como protagonistas a los suboficiales diplomados en OE que, entre los empleos de sargento y sargento 1º y los de brigada y subteniente, apenas varían sus misiones dentro de las actuales COE.
La creación de estos equipos haría que, por un lado, un mayor número de capitanes siguiera ocupando un destino en unidades de OE; y, por otro, que los suboficiales optaran a otros destinos, con una sensible variación en su misión y, consiguientemente, tuvieran una renovada ilusión al emprender algo nuevo.
Voluntarios especiales
Pero existe otra cuestión digna de estudio: ¿en qué condiciones deberían llegar los voluntarios especiales a estos equipos?
La posibilidad de crear un centro, escuela o sección para instruir a este voluntariado especial ayudaría a paliar, a la vez, los “problemas” que he mencionado anteriormente.
Un ejemplo parecido, y del que quizás se podría tomar referencia, sería la Sección de Actividades Anfibias (SAA situada en Monzalbarba, Zaragoza) que depende directamente de la Academia de Ingenieros y que imparte el curso de buceador de asalto para mandos profesionales del Ejército y también otro para tropa (buceadores de apoyo).
Este curso de OE, una vez estudiadas las necesidades para poderlo realizar, podría tener una sección o una parte de su profesorado o de su tiempo dedicados a la instrucción de este voluntariado especial.
Habría que considerar también si estos cursos para el voluntariado especial se realizarían anualmente o cada dos años y si el curso de OE debería depender de la Academia de Infantería, como la SAA depende de la de Ingenieros.
Asimismo, los voluntarios podrían llegar a los equipos operativos después de haber pasado por las COE donde se impregnarían del espíritu de Operaciones Especiales durante unos meses y, posteriormente, en los primeros, recibirían la instrucción específica directamente y realizarían el curso de paracaidismo.
Nuestras OE necesitan unos equipos operativos que puedan cumplir las misiones que se marcan en las Orientaciones para UOE.
En resumen, si somos conscientes de que se pueden dar circunstancias en que haya que cumplir estas misiones y, además, las plasmamos en unas Orientaciones, tenemos que crear unas unidades que estén organizadas e instruidas con anterioridad para poderlas desempeñar llegado el caso.