Coronel (retirado) Jesús De Miguel[1]
El GOE.III, en esta ocasión bajo la representación del NOE Águila, regresaba a Bosnia y Herzegovina (BiH). Era la cuarta vez que los boinas verdes de nuestro Grupo pisaban ese país, las tres anteriores formando parte de la misión de mantenimiento de la Paz de Naciones Unidas (UNPROFOR), en la primera de ellas la Sección de Operaciones Especiales Tigre se integró en la Agrupación Táctica (AGT) Madrid (octubre de 1993 a abril de 1994); en la siguiente rotación la COE 32 formaría parte de la AGT Córdoba (abril de 1994 a octubre 94); y la tercera de ellas sería la COE 31 la que desplegaría con la AGT Extremadura (octubre 1994 a abril 1995).
Los antecedentes. El contexto
El escenario de la guerra en ese país balcánico evolucionaría a partir de finales de 1995. Ante la ineficacia de la Organización de Naciones Unidas para contener el conflicto y lo que es peor la permanente emergencia humanitaria durante los más tres años de guerra, la comunidad internacional dio un salto cualitativo para dejar de ser un mero observador y pasar a ser un actor fundamental en la resolución del conflicto armado, interviniendo de manera abierta contra las fuerzas contendientes obligándoles a aceptar un acuerdo de alto el fuego y a aceptar una división territorial de Bosnia entre las tres entidades contendientes, serbobosnios, bosniocroatas y bosnio musulmanes.
Los acuerdos de Dayton, auspiciados por el presidente de los Estados Unidos, Bill Clinton, y ratificados por Croacia, Yugoslavia y Bosnia y Herzegovina, pondrían fin a la guerra de Bosnia, como parte del conjunto de conflictos armados acaecidos entre 1991 y 1995 durante el proceso de desmembramiento de la antigua República Federal Socialista de Yugoslavia. El principal objetivo de estos acuerdos era el de promover la paz y la estabilidad en BiH, y apoyar el equilibrio regional dentro y alrededor de la antigua República de Yugoslavia. En ellos se establecía las división política de ese país y su estructura de gobierno, estableciendo el trazado de una “línea fronteriza entre las entidades” (IEBL, por sus siglas en inglés).
En este nuevo escenario, el liderazgo de la misión de paz de las NNUU fue transferido a la OTAN, al amparo del Artículo 53 de la Carta de las Naciones Unidas. A partir de ese momento la misión adoptaría la modalidad de “imposición de la paz” (IFOR, por sus siglas en inglés), de acuerdo con lo estipulado en la Carta. Esta nueva modalidad de intervención se extendió durante todo el año de 1996 (diciembre de 1995 al mismo mes del siguiente año), y en ella tomaron parte la Agrupación Aragón, que se transformó en el momento de la transferencia (diciembre 1995) en SPABRI I hasta mayo de 1996 y la SPABRI II “Almogávares” (mayo 1996 a diciembre 1996). Durante este tiempo, ninguno de los Grupos de Operaciones Especiales formó parte de estas Brigadas españolas en Bosnia.
Finalizado el objetivo de imposición de la paz, la misión evoluciona hacia un nuevo concepto, el de la “estabilización” (SFOR, por sus siglas en inglés), operación que seguiría siendo liderada por la OTAN e implicaría un despliegue territorial del contingente internacional. Las Fuerzas Armadas españolas quedaron integradas en la División Multinacional Sureste (DMNSE) liderada por Francia, cuyo Cuartel General se ubicaba en Mostar. De nuevo nuestro GOE III volvería a estar presente en esas tierras balcánicas, siendo precisamente el teniente Vargas, quien había sido el jefe de la SOE Tigre, quien formaría parte de las patrullas de reconocimiento especial de la mencionada DMNSE en 1997.
En este momento la OTAN estaba comenzando a revisar el concepto de empleo de Operaciones Especiales, en él se distinguían tres grupos de misiones diferenciadas: la asistencia militar, la acción directa y el reconocimiento especial. Dejando de lado los dos primeros, me quiero centrar en el tercero de ellos pues es el que va a determinar en buena medida el cambio de orientación en el empleo de los GOE en este escenario.
Las operaciones de estabilización ocupan un espectro muy amplio del conflicto en el que la información oportuna y eficaz es fundamental para alcanzar la situación final deseada. Pero, en ellos la finalidad de la inteligencia ya no se orienta tanto a objetivos físicos o materiales sino al mayor conocimiento del contexto, no se busca una foto fija, se intenta predecir el movimiento. En este nuevo enfoque de la inteligencia, cuyo centro de atención es lo que se conoce como “terreno humano”, las unidades de operaciones especiales se muestran especialmente aptas como medios de obtención, por sus capacidades de autonomía, flexibilidad, adaptación al medio, etc.
La organización del NOE Águila
En el marco de este nuevo concepto de empleo sería como a partir del año 1996 se iban a desplegar las unidades de operaciones especiales en Bosnia. España contribuía con un equipo de patrullas de reconocimiento especial (tres PRE) atribuidas al Mando de la DMNSE y con un Núcleo de Operaciones Especiales (NOE) integrado en la Brigada española (SPABRI), con capacidad de despliegue de tres PRE y de un Equipo Operativo para llevar a cabo misiones de acción directa.
En julio de 1997 el teniente coronel Bataller, jefe del GOE III, me dio la gran noticia de que me iba a designar para el mando del Núcleo de Operaciones Especiales que en diciembre de ese año iba a ser desplegado en Bosnia. Se iniciaba en ese momento la preparación de la misión.
Este NOE iba a formar parte de la SPABRI VI (Brigada de Montaña) y en su composición se integraban elementos de los GOE III y IV. Del primero para el Mando y PLMM (6 pax) y un Equipo Operativo (18 pax) y el segundo para las PRE (18 pax), quedando su estructura como se muestra en la figura.
En el mes de noviembre comienza la fase de concentración de la Brigada en Huesca, desplazándose el NOE al completo de sus efectivos para integrarse en la que a partir de su despliegue sería la SPABRI VI. Durante las cuatro semanas de duración de esta fase se desarrolla un intenso programa de adiestramiento y de conocimiento de la situación en el Área de Operaciones. Aunque no previsto inicialmente, el NOE puso en práctica sus capacidades de “combate en población”, cuando un viernes por la noche en la ciudad de Huesca un grupo de civiles alterados increpó a nuestros “pacíficos guerrilleros”, quienes dieron buena cuenta de su osadía. El incidente tuvo las lógicas consecuencias disciplinarias y en los días siguientes habría que realizar algunos relevos. Y ya sin más novedad se iniciaría el 11 de diciembre la primera rotación para el despliegue, completándose el día 22 con la llegada de los últimos elementos a Medjugorje, ciudad donde se ubicaba el CG de la SPABRI y el NOE.
De manera inmediata, las PRE se iban a trasladar a las que serán sus casas durante los próximos cuatro meses como parte de las acciones para el relevo con nuestros homólogos que habían formado parte de la Brigada Extremadura. Comenzaba así nuestra pequeña aventura bosnia.
He de decir, que al comenzar a escribir este artículo recordé que en esos meses tenía una libreta de campo en la que iba anotando impresiones y reflexiones que me producían muchas de las situaciones que allí viví. Afortunadamente lo encontré después de 26 años (6 ó 7 traslados de casa) y me ha ayudado a rememorar mucho de lo que allí vivimos. En el inicio de este diario refería las que en ese momento eran mis primeras impresiones, de las que destaco la sensación de aparente normalidad que se transmitía en ese sector del país, un año después de que se iniciara la misión de SFOR y dos años desde que se firmarán los acuerdos de paz de Dayton. Esta percepción inicial, se vería profundamente modificada con el paso del tiempo, como por otra parte es lógico. En ese momento, Bosnia se encontraba dividida por la IEBL, una suerte de frontera étnica que separaba a la Federación de Bosnia y Herzegovina de mayoría bosniocroata con algunos enclaves bosnio-musulmanes (en lo sucesivo la Federación) y la República Srpska o República Serbia de Bosnia (en lo sucesivo la RS), siendo las condiciones de desarrollo muy dispares entre ambas. La primera con un gran apoyo internacional, especialmente procedente de Alemania, estaba avanzando en su reconstrucción, mientras que en la segunda se encontraban preocupantes carencias entre su población.
Pero volvamos a nuestro NOE, para no caer en una descripción operacional ni en un anecdotario, centraré el contenido de este artículo en su despliegue y en algunas de sus actividades. En la imagen se puede ver de manera gráfica el área de responsabilidad de SPABRI VI con el despliegue de los equipos y patrullas de operaciones especiales españoles, del NOE (color verde) y de las de la DMNSE, en este caso pertenecientes a la BOEL XIX (color rojo). Paso a continuación a describir las principales ubicaciones del NOE Águila.
Stolac es una pequeña ciudad situada al SW de la Federación, su importancia se deriva de su ubicación al encontrarse en el límite con la RS, siendo uno de los puntos de paso más importante de la IEBL. Aunque, como en la mayoría de las localidades bosnias, convivían proporcionalmente las tres entidades, su población era entonces mayoritariamente bosniocroata, habiendo expulsado durante la guerra a los habitantes serbobosnios y bosnio-musulmanes, aunque estos últimos estaban siendo alojados progresivamente bajo la tutela de la comunidad internacional desde los primeros meses de 1997. La patrulla del NOE allí ubicada se alojaba en una casa situada en las afueras de la ciudad en un barrio de casas ocupadas por desplazados bosniocroatas procedentes de Bosnia central. Sus seis elementos, capitán Cordón, sargento Rius, cabos Lamas y Delgado, y METP Padilla y Couceiro, todos ellos del GOE IV, se integraron con rapidez entre la población, lo cual sin duda se vio facilitado por el hecho de que se trataba de la cuarta rotación de patrullas españolas en la zona (abierta por SPABRI III)
Capljina es la capital del municipio del mismo nombre situado en el SW de la Federación, fronterizo con la República de Croacia y con acceso al mar en la localidad de Neum. También en esta ciudad la población tras la guerra era mayoritariamente bosniocroata con escasa presencia musulmana, más allá de algún “matrimonio mixto”. Su población se encontraba muy radicalizada y existía un descontento notable en relación con la comunidad internacional. Se contaba con tres campos de desplazados, la mayoría de ellos crotas procedentes de Bosnia central. La ubicación en esta ciudad se inicia con el NOE Águila, anteriormente se encontraba en Mostar, se trataba con ello de extender la actividad informativa por cuanto en esa ciudad actuaban diferentes medios de obtención, mientras que la zona de Capljina, siendo un importante bastión nacionalista croata y un corredor hacia la República de Croacia, apenas se contaba con medios de obtención. La patrulla también compuesta por miembros del GOE IV, teniente Ramírez, sargento López, y los METP Domínguez, Mejías, Robledo y Albert, ocupó una vivienda situada en las afueras de la ciudad y realizó un importante esfuerzo por implantarse en esa zona, obteniendo unos considerables resultados a pesar del escaso tiempo para crear lazos de confianza y el carácter hostil de buena parte de su población.
Nevesinje es otra importante localidad limítrofe de la IEBL, en este caso en el lado de la RS. Su importancia desde el punto de vista de la información orientada al terreno humano es que se trata de un nudo de comunicaciones que enlaza a diferentes localidades a uno y otro lado de esta “frontera interétnica”. En este caso la población mayoritaria es serbobosnia, y como en las anteriores existía un importante número de desplazados, en este caso procedentes mayoritariamente de Mostar. Otro de los aspectos de interés informativo era por el hecho de que allí se ubicaba la 708º Brigada. Como sucedía en la práctica totalidad de la RS, las condiciones de vida eran realmente muy deficientes, su población vivía prácticamente de una economía de supervivencia y el apoyo internacional podía considerarse más bien escaso.
El despliegue en esta localidad se inicia también con el NOE “Águila”, aunque por razones diferentes al anterior. En esta población se ubicaba una de las tres PRE españolas de la DMNSE, mientras que la perteneciente al NOE lo hacía en Gacko. Unos meses antes del relevo, la DMNSE decidió el despliegue allí de una de sus PRE españolas. En estas condiciones, no tenía mucho sentido mantener la presencia en Gacko de dos PRE españolas motivo por el que decidí su traslado a Nevesinje en las primeras semanas del mes de enero. Sin duda, el hecho de que allí ya hubiera habido una patrulla española facilitó la integración de los elementos del GOE IV que la componían, teniente Martín, sargento Rina, cabo De la Torre, y METP Durán, Reina y Magrabi. Como curiosidad, recuerdo que dada la altitud a la que se encontraba esta ciudad y lo extremado del tiempo en la zona, nos referíamos a ella como la “Patrulla de Neverasinje”.
Mostar, es una importante entidad municipal de BiH, situada en el centro de Herzegovina se encuentra dividida de norte a sur por el río Neretva. La ciudad de Mostar, relevante núcleo cultural antes de la guerra es un núcleo clave de comunicaciones. La ciudad estaba dividida de facto en dos partes diferenciadas, Mostar Este (M-E), donde se concentra la inmensa mayoría de la población bosniaca de la ciudad y Mostar Oeste (M-O), mayoritariamente croata, pero con presencia de las otras dos entidades. Aunque, se localizan varios miles de desplazados, en M-O no había ningún campo que acogiera a este personal que en número de unas 10.000 personas procedía del otro sector de la ciudad, muchos de ellos antiguos combatientes en el bando croata. En M-E se ubicaban tres campos de desplazados, mayoritariamente bosniacos. A principios del año 1998 había una importante presencia internacional fundamentalmente en el sector Este de la ciudad, entre ellos una PRE española de la DMNSE.
Este fue uno de los motivos, la concurrencia de actividades de obtención de información, que llevaron a mover a la Patrulla que inicialmente, al producirse el relevo con la SPABRI V, ocupaba una casa en la zona oeste y llevarla a Capljina. Sin embargo, la salida de la patrulla se compensó con el despliegue de uno de los equipos básicos del EO del GOE III, compuesto por el alférez Blas, sargento Liria, cabo1º Cardellé y los cabos García, Flores y Aragón. Para dar este paso se aprovechó la activación de un equipo CIMIC de SPABRI, y de así impulsar la generación de una información básica a su amparo, algo que el mencionado equipo llevó a cabo con notable eficiencia. Sus condiciones de vida eran diferentes a las de las PRE, quedando ubicados en el destacamento que SPABRI mantenía en Mostar, disponiendo de un alojamiento improvisado en el garaje del edificio que ocupaba el mencionado equipo CIMIC.
Medjugorje, en esta ciudad bosniocroata se ubicaba el CG de la SPABRI, en concreto en un camping en las afueras de la localidad. Se trata de una ciudad muy vinculada a la devoción mariana de la Virgen de ese mismo nombre, uno de los principales destinos de las peregrinaciones católicas en el mundo.
En las referidas instalaciones de este camping se ubicaban tanto el Puesto de Mando del NOE Águila como el Equipo Operativo. Respecto al primero de ellos, se contaba con una pequeña PLMM compuesta por el capitán Briones, responsable de las comunicaciones, el suboficial mayor Viozquez a cargo de la logística, los cabos 1º Moreno y Catalá y el cabo Robles. Por su parte, el Equipo Operativo contaba con tres Equipos Básicos (EB), uno de ellos desplegado en Mostar, al que ya me he referido y los otros dos en condiciones de cumplir sus cometidos principales: recuperación de PRE y/u otro personal SPABRI, operaciones de evacuación de no combatientes (NEO), y ocupación temporal objetivos. Este equipo estaba mandado por el capitán Velázquez, quien asumió además las funciones de S3 del NOE y OFEN en el centro de operaciones de la SPABRI, siendo sus otros componentes teniente Marcos, sargento 1º Guillén, sargento Wagener y, cabos 1º Tomás, Pato, y Martín, cabos Núñez, Buyolo, Titos y Robles y METP Del Toro.
Las actividades del NOE “Águila”
Paso ahora a recordar algunas de las actividades que el NOE Águila llevó a cabo en los meses que permaneció en Bosnia. Para no caer en una exposición de acciones realizadas, más propio de lo que sería un diario de operaciones haré referencia a algunas de ellas.
Visita de S.M. el Rey Juan Carlos I. Me atrevería a decir que esta fue sin duda la actividad más relevante en la que nos vimos directamente implicados. Unos días antes del 6 de enero, el general de la SPABRI VI nos reunió a los jefes de unidad para informarnos que el Rey iba a realizar una visita nuestro contingente. Entre otras actividades está programada una ceremonia en la Plaza de España en Mostar con todas las autoridades nacionales y locales en la que se iba a inaugurar una placa conmemorativa y a rendir un homenaje a nuestros caídos.
Sobre nuestra unidad iba a recaer la responsabilidad de establecer el segundo cinturón de seguridad de S.M. (el primero era responsabilidad de la propia Casa Real). Esto suponía, entre otros aspectos, apostar a nuestros dos equipos de francotiradores. Recuerdo que por parte de los responsables de la visita me dieron instrucciones de que nuestros tiradores no tuvieran el arma cargada, sobre lo que expresé mi total desacuerdo y he de reconocer que en ningún momento transmití esa orden. Nuestro Rey estaba en una zona de alto riesgo y no podíamos asumir una vulnerabilidad como esa.
Como era de prever la visita transcurrió con la normalidad esperada, a pesar de que durante un tiempo el enlace radio con el Puesto de Mando de la Brigada quedó interrumpido, siendo el NOE el que lo materializó temporalmente. La visita finalizó con un vino español en Medjugorje, en el que además D. Juan Carlos cumplía 60 años. Cuando se retiraron las autoridades, el Rey fue paseando por las mesas y al llegar donde estaba el NOE, alguien le dijo que nosotros le habíamos dado la seguridad, a lo que nuestro Monarca dijo que él quiso hacer el curso de operaciones especiales pero que no le dejaron -gran diplomático-. A mi regreso a España envié una foto en la que estábamos con él al Jefe del Cuarto Militar para que la firmara, en la que él me coge por el hombro. Me la devolvieron diciendo que era una actitud demasiado familiar pues él me está cogiendo por el hombro, en compensación me enviaron una foto oficial dedicada que desde entonces siempre ha estado y sigue estando en un lugar preferente.
Comenzando por las actividades de las PRE, estás se ciñeron a las propias de los medios de obtención HUMINT, y si bien sus misiones informativas cubrían un amplio espectro de objetivos, localización de criminales de guerra, personas desaparecidas, presencia y actividad de grupos criminales, información sobre el orden de batalla (ORBAT) de las fuerzas militares de las diferentes entidades y cumplimiento de los acuerdos de paz, entre otras, posiblemente su principal contribución fue la elaboración de inteligencia básica sobre el terreno humano en sus zonas de responsabilidad, para lo cual fue determinante su integración entre la población local -“intelligence amongst people”-.
Por su parte el EO orientó su actividad a la preparación de los planes de contingencia, en particular en la realización de reconocimientos de objetivos clave y/o áreas de interés y ejercicios de adiestramiento. Pero, además participó en el programa de inspección de sitios, especialmente en aquellos que revestían una mayor complejidad o suponían algún tipo de riesgo adicional. En particular quiero resaltar dos inspecciones realizadas en BIleca (RS), una sobre una unidad militar serbobosnia (VRS) en la que se incautaron granadas y explosivos que excedían las tasas autorizadas por SFOR y la segunda la llevada a cabo por sorpresa sobre una fábrica que en su momento fabricaba municiones y minas y aunque no se encontró nada se vivieron momentos de importante tensión.
Otra actividad digna de mención fue la protección de autoridades, siendo en ocasiones los responsables de proporcionar la seguridad inmediata del general de SPABRI José María Tomé.
Además de todo ello, sus componentes fueron unos auténticos “brown eaters”, tan pronto se desplazaban a la vecina Croacia en busca de insulina para una niña de Gacko que la necesitaba y no se disponía de ella hasta que se recibiera por la estafeta española, bien llevaban a una antigua intérprete del contingente español para que sus padres, refugiados en Dubronic (Croacia), conocieran a su bebé recién nacido, o cualquier otra actividad que obligara a aplicar unas buenas dosis de ingenio.
También quiero recordar las actividades lúdico-festivas orientadas a mantener la moral de nuestra Unidad. Así, hicimos alguna prueba atlética como una media maratón en las proximidades de Medjugorje, o un interesante partido de futbol contra un equipo local. Por cierto, el capitán de nuestro equipo era el suboficial mayor Viozquez, ¡qué sorpresa cuando abrió las cajas de las camisetas que nos habían enviado! eran del Barcelona, algo horrible para un madridista de pro como él. También celebramos el 19 de marzo -San José- con una “falla” improvisada, que por cierto el general Tomé siempre me recuerda que casi le quemamos el destacamento. Nuestra sala de planeamiento era convertida cada sábado que la situación lo permitiera en una especie de disco-pub, lo que me facilitaba tener a nuestros “gorilas” controlados y que éstos se relajaran de la presión de la semana. Y las “comidas águila” que celebrábamos con los mandos de los equipos y patrullas cada domingo en alguna de las localidades en las que estábamos desplegados. En ellas llevábamos a cabo un punto de situación para que todos tuvieran una idea clara de los aspectos más notables de la operación.
Quiero hacer también una mención especial a los continuos desplazamientos, a veces con unas condiciones climatológicas realmente adversas, que el suboficial mayor Viozquez y yo hicimos para pasar un tiempo con nuestras patrullas y de esta manera mantener la cohesión del NOE.
Y así, pasaron los meses y llegó el momento del regreso, atrás quedaban muchas ilusiones puestas en dejar aquello mejor de lo que lo encontramos, el contacto con las personas que habían vivido el horror de una guerra civil y el sentimiento de odio latente, inculcado en no pocas ocasiones por sus propios dirigentes políticos, la incomprensión de la comunidad internacional, incluidas muchas de las ONG allí desplegadas, hacia la realidad que viven las gentes del país, dejando en una situación de preocupante abandono a los habitantes de la RS, como si fueran ellos los responsables de los abusos cometidos y como si las otras facciones no hubieran cometido otras atrocidades.
Han pasado veintiséis años desde nuestro regreso a España después de la misión y todavía hoy recuerdo las gentes que allí conocí, sus problemas, sus aspiraciones, sus esperanzas y sus decepciones. Comprobé en primera persona, en cientos de entrevistas y encuentros mantenidos allí, el inmenso error que muchas veces comenten los políticos inyectando el odio y la división entre los ciudadanos, lo que va generando una peligrosa polarización de la sociedad, algo que por desgracia hoy sigue presente en muchos lugares del mundo. Pero, sobre todo, una vez más sentí el orgullo de nuestros boinas verdes que con su actitud ejemplar desarrollaron todos y cada uno de sus cometidos a la perfección.
[1] El Coronel De Miguel fue el Comandante del NOE. Águila