Teniente Coronel Luis Miguel González Garijo
Antiguo Teniente de la COE 81
En la mágica isla de Tenerife, rodeada por el inmenso océano Atlántico y hogar de la majestuosa cima de España, el pico del Teide, la COE 81 forjó una tradición única y significativa. En diciembre de 1993, esta unidad militar decidió elevar la celebración navideña a nuevas alturas y profundidades al montar dos belenes: uno en la cima del pico del Teide a 3716 metros de altura, la montaña más alta de España, y otro en el mar, a 17 metros de profundidad, cerca de la costa de Los Cristianos, al sur de la isla.
Este evento especial no solo simbolizaba el espíritu navideño, sino también la determinación y el compromiso de los guerrilleros de la COE 81 con su isla y su comunidad. La tradición de los belenes militares se convirtió en un evento anual esperado por todos los habitantes de Tenerife.
El desafío de la dualidad geográfica
Tenerife, una isla de singular belleza, presenta una geografía diversa que incluye playas de arena dorada, exuberantes bosques y la impresionante montaña del Teide. La decisión de la COE 81 de montar dos belenes, uno en la cima del Teide y otro en el fondo del mar, representó un desafío excepcional. Esta iniciativa simbolizaba la unidad de la isla, donde el mar y la montaña son elementos esenciales de la identidad local.
La peregrinación de los binomios
Para llevar a cabo esta tradición única, se organizaban dos patrullas, cada una compuesta por binomios militares. De los dos miembros de cada binomio, uno portaba con orgullo el estandarte de la COE 81 y el otro le acompañaba para dar relevo. Antes de emprender su peregrinación, los binomios se reunían en la Base de Hoya Fría, donde recibían la bendición del páter del acuartelamiento.
Cuando el reloj marcaba las ocho de la noche, los dos binomios partían en direcciones opuestas, con la compleja misión de que la instalación de ambos belenes fuera simultánea; esto es, a las tres del mediodía del día siguiente, Algo complicado, ya que la distancia a la playa de los Cristianos es de 95 km y la distancia al pico del Teide es de 57. Unos se adentraban en el interior de la isla y escalaban las empinadas laderas del Teide, mientras los otros se dirigían al sur, hacia las aguas del Atlántico.
Relevos en el camino
La distancia que separa a los valientes binomios de sus destinos finales era considerable. Cada 10 -15 kilómetros, dependiendo de la complejidad del terreno, se producían relevos para que los participantes pudieran recorrer la distancia hasta los lugares donde se instalarían los belenes.
En el caso de los binomios que se dirigían a la cima del Teide, el ascenso era físicamente agotador debido a la orografía montañosa de la isla. A pesar de las dificultades, el sentido de la misión y el espíritu de sacrificio y navideño los impulsaba a seguir adelante.
De la misma manera, el último relevo en playa de los Cristianos se reunía con el equipo de buceadores que les aguardaba para realizar la inmersión e instalar el belén.
La magia de los belenes militares
Una vez que los binomios alcanzaban sus destinos, comenzaba la labor de instalar los belenes. El belén en la cima del Teide se convertía en el más alto de España, con la majestuosidad de la montaña como telón de fondo. El belén submarino, por otro lado, es el más profundo, sumergido en las aguas cristalinas del Atlántico.
Los belenes militares no solo son una exhibición de habilidad y esfuerzo, sino que también representan la unidad y la esperanza en un mundo que a veces parece dividido. Tenerife, con su COE 81, nos recuerda que la Navidad es un momento para superar desafíos y celebrar la paz y la unidad.
Un legado de determinación y espíritu navideño
A lo largo de los años, la tradición de los belenes militares en Tenerife perduró y fortaleció el lazo entre la comunidad y la COE 81. Este evento anual se convirtió en un recordatorio poderoso de que, incluso en las circunstancias más desafiantes, la determinación y el espíritu navideño pueden unir a las personas y crear un legado duradero.
La COE 81 de Tenerife demostró que, con esfuerzo y compromiso, era posible llevar la magia de la Navidad a las alturas más elevadas y a las profundidades más abismales, recordándonos a todos que la Navidad es una celebración de unidad y esperanza.