Francisco J. Arellano Alejandre
Antiguo guerrillero COE 101 (R 1º/84)
Este diario lo escribí en la supervivencia que hicimos desde el día 6 al 15 de febrero del año 1985. Y lo he trascrito a este documento tal y como lo hice en aquellos momentos, de mi puño y letra. Como es lógico recoge momentos puntuales que en su día yo consideré ir describiendo, aunque como es de todos sabido, los que hemos pasado por esta “bonita experiencia” durante esos días se viven muchísimas más cosas, buenas y no tan buenas, de las que curiosamente casi siempre recordamos las buenas. Particularmente, pienso que todas estas experiencias nos han valido para afrontar más fácilmente la vida y forjarnos como personas y, luego, nos han servido, y de qué manera, y nos seguirán sirviendo a diario.
Espero que estas letras os hagan viajar al pasado con nostalgia y alegría, así como haceros recordar los buenos momentos (y de los menos buenos ni siquiera recordarlos) que hace algún tiempo vivimos todos hechos una piña.
Y nunca olvidar que: “Quien no vive para servir, no sirve para vivir”.
Miércoles, día 6. En la compañía, estamos recelosos y contentos a la vez, terminamos de hacer las mochilas y todos estamos intentando esconder tabaco. Me asignan una BCC. Salimos a las 10:30 y, en Son Dureta, se estropea el camión teniendo que cambiarnos a otro. A las 11, continuamos la marcha. A la 1, empezamos la marcha a pie y, como era de esperar, nos perdimos. A las 6:30, terminamos la marcha. Habíamos recorrido unos 25 km durmiendo, finalmente, en un invernadero.
Jueves, día 7. Salimos a las 7:30 de la mañana y llevábamos con nosotros una gran niebla, a la vez que íbamos notando el cansancio debido a la marcha y la poca comida que teníamos. Acabamos a las 6:30 y dormimos en un pajar. Hicimos unos 40 km.
Viernes, día 8. Salimos a las 7:30 de la mañana y notábamos más el acuse de no tener apenas comida. Las fuerzas se iban perdiendo a cada kilómetro que recorríamos. Por fin, a las 10:45 llegamos a Na Gosta, donde terminó la marcha y comenzamos de verdad la supervivencia. Nos hicieron una revisión de mochilas a fondo y, a continuación, comenzamos a construir el refugio. Por la noche cenamos cáscaras de naranja cocidas con hierbas aromáticas y dos o tres lapas cada uno. Por la BCC escuché decir al capitán: “Estamos trabajando duro para conseguir vuestra exfiltración. Sobrevivid lo mejor que podáis y que no decaiga el ánimo”. Nos fuimos a la cama a las 8:15, un poco recelosos, pues el refugio no lo habíamos acabado.
Sábado, día 9. Nos levantamos a las 8, pero Solé y Prados habían ido ya a por lapas. Durante la noche no hemos pasado frío. Notamos que perdemos las fuerzas minuto a minuto, incluso, al utilizar el hacha ya no tenemos precisión en el golpe. Rebollo y Rojas están construyendo el horno para hacer el pan. Yo he estado toda la mañana poniendo lazos para coger conejos junto con Blasco. Me ha salido una culebra a los pies y le he preguntado a Blasco si la cogía. Cuando he reaccionado, por dos dedos, se me ha escapado. Hemos estado como 10 minutos, pero no ha sido posible cogerla. El pan ha salido buenísimo y los mandos nos han revisado todos los recursos. Luego hemos cogido más leña y he estado cogiendo lapas con Prados, Rebollo y Solé. Prados y yo nos hemos puesto chorreando, luego nos han formado y nos han repartido botas, tocino, ajos y cebada. Luego he ido con Blasco a ver los lazos, pero no ha caído nada. Más tarde, hemos comido un poquitín de tocino con un trocito de pan, pues el tocino es para hacer aceite. Nos hemos puesto a tostar la cebada para hacer café para las mañanas. Hicimos una sopa de ajos y arísaros que estaba que quitaba la cabeza. Nos acostamos a las 8.
Domingo, día 10. Por la noche ha llovido un poco, pero no nos hemos mojado. A mí me caían gotas en la cara. Nos hemos levantado a las 8 y el cielo está nublado. Todos pensamos que va a llover. Prados y Solé han hecho café, pero está malísimo. He estado a ver las trampas, pero no ha caído nada. Después, junto con Subisaga, he estado cogiendo arísaros y, en este momento, estoy con Rebollo haciendo las zapatillas. También ha llovido un poquito. La moral está bajando mucho pues la mar está muy revuelta y no se puede pescar, además las lapas están muy escasas y la zona por donde nos podemos mover es muy pequeña. Además, nos cuesta bastante trabajo andar.
En este momento, con la lezna, he pinchado una garrapata y voy a quemarla, hoy apenas tenemos recursos. Estamos mareados, es una sensación desmoralizadora, pero yo estoy bastante animado para sobrevivir a esta prueba. He salido con Rebollo a buscar espárragos y solo hemos cogido tres; pero ahora, después de comer, tenemos pensado buscar más. Para comer, tenemos el panecillo, un trozo de tocino cada uno y una sopa de espárragos y un diente de ajo. La verdad es que no nos enteraremos, pero nos entretendremos. Son las 4 de la tarde. Estoy con Rebollo en el espigón; o sea, lo más pronunciado de la zona sur de esta isla. Hemos venido a coger lapas o pescar algo; pero es imposible, pues la mar está picada al máximo y hay olas de 3 o 4 metros de altura. Nos hemos sentado a observar cómo se estrellan contra las rocas. Desde aquí vemos la isla de Cabrera, que calculo que está a unos 15 o 20 km. En este momento sale el sol pues todo el día ha estado nublado, incluso, han caído unas gotas. Cenamos sopa de lapas.
La verdad es que las lapas ya nos están hartando. A Mayor le presté 2000 pts. pues iba a buscar comida. Nos acostamos a las 7:30 porque teníamos imaginaria. Yo tenía la 5ª de 5 a 7. Verano nos dio una gran noticia, pues por la AM/PRC, escuchó que al día siguiente nos iban a lanzar víveres y, un poco más tarde, vino Mayor y trajo unas sobrasadas, y comimos algo. No le costó nada, pues se las dio un payés.
Lunes, día 11. Nos levantamos a las 8:30 y en la formación dijeron que nos iban a tirar víveres. Salimos uno de cada patrulla y montamos el balizamiento e hicimos una hoguera, para indicarle la dirección del viento. La avioneta no ha llegado, así que a seguir pasando hambre. Nos han mandado a hacer el horno cheroqui y yo lo he empezado; pero lo he dejado pues ha empezado a llover. Estoy metido en la chabola y estamos intentando que no entren goteras. En fin, hoy lo estamos pasando putas. Incluso, estamos pensando en pasar de todo. Hoy hemos comido sopa de arísaros con Avecrem que escondió el Rojas, el panecillo que hemos hecho y un poquitín de sobrasada de la que nos dio anoche Mayor. Ahora estoy haciendo las zapatillas. El capitán anda mosqueado pues, hoy, apenas ninguna patrulla ha cogido recursos; pero, la verdad, es que con este tiempo tan asqueroso no dan ganas de nada. A la formación de las 5, nos han traído un conejo para cada patrulla. Lo hemos matado y lo estamos ahumando en el horno cheroqui. La piel, la estamos preparando para curtirla y hemos cenado las asaduras. También hemos puesto, entre unas cuantas patrullas, una nasa. A ver si tenemos suerte que caiga alguna morena. Ahora, cuando ahumemos el conejo, nos acostaremos. Lo malo será si llueve, pues el cobertizo no es muy seguro. En fin, mañana veremos qué ha pasado. Nos acostamos a las 11 de la noche y nos levantamos pasada las 8. Hemos tenido suerte pues no ha llovido G. a D.
Martes, día 12. A las 9:30, montamos el balizaje, pero la avioneta no llegó. Sin embargo, a las 11, sin esperarlo, llegó y nos envió unos cuantos paquetes. La emoción no se podía contener. Era una cosa inenarrable. He ido a buscar espárragos, aunque no ha habido suerte: habrá que salirse del límite, pero ya tengo el cuerpo que no puedo forzarlo mucho, pues estoy agotadísimo al igual que toda la gente. Ya nos cuesta trabajo hasta hablar. Al toser, nos duele la barriga. A mí, me está dando la lata el estómago. Estamos esperando que sea la 1 para abrir el paquete que nos ha enviado la avioneta. Ahora voy a ir a buscar aceite, la baqueta, etc. para limpiar el armamento. A las dos, abrimos lo que había tirado la avioneta: venía café, azúcar, Avecrem, leche condensada, prensa, cartas para Rogido y munición. En fin, al menos nos dio un poco de moral que nos hacía falta. Me he dado un tajo con el machete en el nudillo del dedo índice de la mano izquierda. La herida es profunda, pero no me han puesto ningún punto pues el botiquín estaba en la tienda de mandos. Las nasas que pusimos ayer para las morenas nos han desaparecido, así que ni morenas ni nada. Hoy, en la formación de la tarde, nos han enseñado a conservar el pescado con el procedimiento del salazón, con las tripas del pescado, la cabeza, etc. nos hemos hecho una sopa de pescado que estaba buenísima. Además, hemos cenado hinojos marinos fritos con 1 ajo. Esta tarde, el capitán nos ha llamado a todos los que teníamos barba y ha preguntado que quién fue a la casa del guarda y pidió comida. Nadie ha salido, pero, tras investigaciones, hemos observado que puede ser Delgado. Mañana veremos lo que pasa. Estamos pensando en coger la piel del conejo en el marco para, de esa forma, dar por terminado el procedimiento de curtir la piel. Nos acostamos sobre las 8:30.
Miércoles, día 13. Nos levantamos a las 8; tomamos café y, en la formación, nos explicaron cómo hacer manteca de cerdo y cómo conseguir fuego mediante arco. Hoy, el día es estupendo, pero las fuerzas cada minuto que pasa son menores. La gente, cada día, se pelea más y una cosa que comprobamos todos es que los brazos y las piernas se nos duermen con mucha frecuencia. Rebollo y yo hemos estado enmarcando la piel del conejo y ha quedado chachi. Hemos comido muy bien dentro de lo que cabe.
Después de comer, el capitán ha dicho que podemos comernos medio conejo, pero lo dejaremos para esta noche, aunque las demás patrullas ya se lo están comiendo. Ahora son las 3 menos cuarto y voy con Rebollo a buscar espárragos. Todo esto lo estoy escribiendo apoyado en el muro que nos marca el límite, pero no hay más remedio que salir pues, por la zona, ya no queda nada. No ha habido mucha suerte pues el terreno cansa mucho y solo hemos podido coger 7 u 8. A la formación de las 4:30, nos han traído una gallina por patrulla y un borrego de 3 o 4 meses para cada 3 patrullas. La gallina me ha tocado matarla a mí y, luego, la hemos pelado y nos hemos comido las tripas; la carne la hemos frito y guardado en manteca. Los borregos, de momento, los tenemos atados por aquí. En el enlace de esta tarde, han dicho que, mañana a las 7:30 de la tarde, tengamos el equipo hecho para ver si pueden exfiltrarnos. Es un poco mosqueante, pero ya veremos qué pasa.
Jueves, día 14. SAN VALENTÍN. Día de los enamorados.
Al levantarme, lo primero que hago es acordarme de este día tan señalado. Nos levantamos a las 8. Hemos estado toda la noche sin dormir, pues el cordero no ha dejado de berrear en toda la noche. Cuando me he levantado, me he liado a patadas y puñetazos con él. Lo he soltado y lo he atado con otro, a ver si se calla. Hoy, el día es precioso. Parece ser que se va a despedir esta maniobra bien. Por otro lado, la moral ha subido, pues sabemos que esta tarde o mañana, vamos a exfiltrarnos. A la formación de la mañana hemos matado a los corderos. Yo he ayudado, pero el gran protagonista ha sido Martos. Yo he estado lavando las asaduras y, al final, hemos repartido todo entre las tres patrullas. Hemos comido bastante sangre y bastantes asaduras. En fin, estamos comiendo algo más.
A la formación de la tarde nos han enseñado cómo hacer mermelada. Yo me estoy encargando de ello; a la vez, mis compañeros están desmontando el chamizo, pues han dicho los mandos que, a las 7:30, vamos a emprender la marcha, a ver si es posible la exfiltración. También nos han dicho que podemos comernos el medio conejo que nos sobra y el pescado que tenemos en salazón.
A las 7:30 de la tarde, formamos y, a las 7:40, partimos. A las 8, enlazamos y la exfiltración no pudo ser posible; así que, después de una marcha, volvimos al vivac y llegamos a las 10 de la noche y, acto seguido, nos acostamos.
Viernes, día 15. Nos levantamos a las 7:30. Todo el mundo comentaba que hoy nos iríamos. Yo pienso y digo que tiempo al tiempo. Ahora, a la formación, ya veremos qué pasa. La formación llegó y el capitán dijo que en cualquier momento podíamos exfiltrarnos. De momento, nos ha mandado que hagamos una fresquera colectiva para las 6 primeras patrullas y para meter un burro que van a traer a las 10 y el cual mataremos. No se sabe si será cierto o no; lo que sí sabemos es que estamos viviendo una película a lo grande. A las 10, formamos de nuevo. Los nervios eran como piedras de 10 toneladas que aprisionaban. A Llobera le dijeron que iba a ser el matarife y ya estaba preparado con el hacha. De pronto, el Land Rover aparece muy despacio y todo el mundo pensamos que es verdad y, por supuesto, esto seguirá unos días más. Pero, G. a D., el burro no venía y el capitán le dijo a Llobera que gritara: “¡La supervivencia a acabado!”. En nuestros cuerpos se notó la gran alegría. Todos estábamos más contentos que nunca. En el Land Rover, lo que traían era mucha comida. Se repartió una ensaimada gigante para cada 2 patrullas, 2 naranjas por tío y una barra por tío. Ordenaron que nos comiéramos los corderos, el pollo, la mermelada, en fin, todo lo que teníamos guardado. La verdad es que comimos todo y así acabó todos estos días de pasar calamidades y de andar desmoralizados por estas tierras. A mí, me tuvo que dar el sgto. Soria un paquete de Fortuna, pues me lo aposté y lo gané. También nos dieron una Casera y una litrona de cerveza a cada patrulla. Bueno y, a esta hora, termina una supervivencia a la que no veíamos el final.
Son las 11:33 de la mañana del día 15 de febrero del año 1985, en el sur de la isla de Palma de Mallorca (Na Gosta – Cabo Blanco).
Patrulla nº 6 formada por: Juan Carlos Prados del Santo (jefe de patrulla). Fernando Rebollo Meneses, José Rojas Soto, Alberto Solé Guilanya y Francisco José Arellano Alejandre.