Vicente Bataller Alventosa
Presidente FEDA-VBVE. General de Brigada
Luis Felipe de Tiedra Calvo estuvo destinado en varias unidades del ejército español entre ellas en Tropas Nómadas del Sahara; pero lo que más huella le dejó fueron las UOE. Una prueba de ello es la boina verde que durante muchos años llevó sobre su cabeza y que luego siempre presente en su corazón. Este orgullo de ser un guerrillero le vino desde su época de teniente donde, además de realizar el curso de OE, fue uno de los tenientes fundadores de la COE 61 de Burgos y también de los fundadores de la COE 31 de Alicante. Me consta que los guerrilleros de su sección que estaban bajo su mando directo le apreciaban mucho.
Por si ello fuera poco, su mayor orgullo fue el haber sido el comandante jefe y fundador del GOE III en Alcoy a mediados de 1984. Yo tuve la suerte de ser uno de los capitanes fundadores de este GOE y el comandante Tiedra me designó como jefe de la PLMM. Depositó toda su confianza en mí y me dio la máxima iniciativa para ayudarle a organizar el GOE III en los momentos difíciles propios de cuando se crea una unidad nueva que empieza a dar los primeros pasos. Por todo ello, siempre le estaré agradecido. Por su parte, las COE 31 y 32 en esta época de Alcoy, con un magnífico plantel de mandos y con la sierra Mariola a pie de cañón al encontrarse el Campamento de Molino Payá en medio del monte, alcanzaron la máxima operatividad. De este modo, el GOE III, bajo el mando del comandante Tiedra, desde sus inicios alcanzó un merecido prestigio.
Al ascender a teniente coronel tuvo que dejar el GOE III pero recuerdo que nunca faltó a los Encuentros de Veteranos, donde a pesar de su edad avanzada siempre desfilaba a paso ligero delante de sus guerrilleros. Incluso se hizo socio de la AVBV de Alicante.
Así, en el V DVBV que se celebró el pasado 5 de octubre, a punto de cumplir los 85 años, y a pesar de que se encontraba bastante enfermo, desfiló a paso ligero con su GOE III con el pecho erguido de lo contento que estaba. Quizás, en el fondo, pensaba que podía ser la despedida de sus guerrilleros como, desgraciadamente, así ocurrió tan solo unos días después.
Ese día 5 impuso condecoraciones a sus guerrilleros y durante el acto a los caídos le nombré, tanto a él como al coronel Zato, para que depositaran la corona de flores en el monumento a los caídos. Posteriormente, me dijo que se había emocionado mucho cuando saludó a los caídos en el toque de oración y que, por ello, me daba las gracias por esos momentos de felicidad que había tenido.
Sí, el día 5 de octubre, fue para el coronel Tiedra un día muy feliz, supuso una inyección de moral para superar la grave enfermedad que estaba soportando. Fue para él una despedida de sus guerrilleros y del GOE III que fundó.
Coronel Luis Felipe de Tiedra Calvo, mi comandante, descansa en paz.