Coronel Juan Cuenca Romero-Montero, antiguo Capitán de la COE 62
Los inicios
La COE 62, denominada Mariano Renovales, tuvo su sede en Bilbao, Regimiento de Infantería Garellano nº 45, desde su creación en el año de 1966 hasta junio de 1986 en que se fusionó con la COE 61 que tenía su sede en Burgos, Regimiento de Infantería San Marcial, dando lugar al GOE V San Marcial.
Los mandos
El mando de las compañías de operaciones especiales tenía el rango de capitán, siendo el primero de la COE 62 Ángel Olondri, al que siguieron, si la memoria no nos falla, y en el siguiente orden:
-Jesús de Portugal.
-Francisco Romero.
-José López Sors.
-Juan Lavilla.
-Juan Cuenca Romero-Montero (primera etapa en 08/07/1972).
-José Garrido.
-Carlos Gabari.
-Juan Cuenca Romero-Montero (segunda etapa en 21/12/1973), cesando por ascenso al empleo de comandante.
-Carlos Alemán.
-Eduardo Barrecheguren.
La estructura de la compañía se completaba con los oficiales de apoyo, generalmente tenientes, suboficiales profesionales, sargentos, y los empleos generados en la tropa, cabos 1º y cabos denominados rojos. El número de estos oscilaba en función del momento de cobertura de vacantes. De entre los mandos, un recuerdo muy especial para el teniente, D. Leandro Martín Hernanz, fallecido en 10 de junio de 1984 en el transcurso de los ejercicios del fin del curso de operaciones especiales de aquel año. Estaba considerado un excelente profesional y una gran persona (descanse en paz).
Como hemos mencionado más arriba, en junio de 1986 se fusionó con la COE 61 que tenía su sede en Burgos, Regimiento de Infantería San Marcial, dando lugar al GOE V San Marcial.
Los símbolos
Desde su creación y hasta la actualidad, los componentes de estas compañías y grupos se denominaron guerrilleros. El roble, representando la dureza, y el machete, el arma del guerrillero, son los símbolos que figuran en el emblema de las unidades de operaciones especiales del Ejército de Tierra. Su mayor distintivo, junto con el emblema del machete y el roble, ha sido su boina verde, que siempre lucen con orgullo sus componentes.
De entre las muchas canciones y lemas que circularon en sus años de vida mencionamos el siguiente: “No hay a su pie risco vedado, sueños no ha menester, quejas no quiere. Donde le ordenan va, jamás cansado ni el bien le asombra ni el desdén le hiere, temido, valeroso y abnegado obedece, pelea, triunfa o muere”.
La formación del guerrillero
Los mandos de la COE tenían todos acreditaciones, vía cursos superados, para la impartición de la formación del personal de tropa que, por espacio de un año, permanecía en la compañía. Desde su captación en la fase de CIR, sus soldados debían acreditar unas notables condiciones físicas e inquietudes para aprender y asimilar las enseñanzas que se destinaban a este tipo de compañías. Por ello, el conocimiento y destreza para el manejo del armamento asignado (subfusil y/o cetme y machete), defensa personal, prácticas de tiro, morteros, manejo y utilización de explosivos, así como de elementos auxiliares no menos importantes tales como cartografía, brújulas, orientación en la oscuridad, etc. eran una parte importantísima de la formación continua.
Paralelamente se potenciaban continuamente las habilidades físicas de los soldados y era cotidiano la realización de marchas a los montes próximos o por ellos durante las maniobras, cargando con equipamiento personal de armas y material de supervivencia o la ejecución de ejercicios específicos en el circuito de instrucción de combate de que se disponía en el propio acuartelamiento de Garellano.
Vamos aquí a profundizar en aquellas tareas cotidianas, tareas denominadas de fases de formación y también en aquellas operaciones especiales más relevantes en que participó la COE 62, que llamaremos de intervención.
Fases de formación
El año que, aproximadamente, pertenecía a la compañía cada uno de los componentes reclutados en el CIR de Vitoria tenía un alto contenido en preparación física, táctica y de manejo de los elementos que componían sus herramientas de ataque y defensa, tanto personal como colectiva.
Vamos a tratar de aportar esta información desglosando lo que formaba parte de lo cotidiano para el guerrillero, tanto en el acuartelamiento como en campo abierto, así como de aquellas fases que merecían el desplazamiento de la compañía hacia una zona donde se daban las condiciones para la ejecución de determinadas prácticas.
El programa de instrucción en las COE suponía la instrucción de materias necesarias en caso de entrar en combate, tales como:
-Defensa personal.
-Primeros auxilios.
-Conocimiento y manejo del armamento.
-Topografía y orientación.
-Transmisiones y criptografía.
-Tiro de combate real y de fogueo.
-Manejo de explosivos y mezclas incendiarias, cuyas prácticas se llevaban a cabo generalmente en el área de Punta Galea (Vizcaya) o en el CIR11 (Araca).
Un alto contenido tanto teórico como práctico en cuanto a la instrucción de combate, tanto individual como colectiva:
-Golpes de mano.
-Emboscadas.
-Patrullas.
-Guerrilla y contraguerrilla.
-Infiltración tras las líneas enemigas y posterior exfiltración.
-Escalada y rápel.
-Vadeo de ríos.
-Subir/bajar en marcha de vehículos de transporte.
-Prueba 10 km a realizar en un tiempo de 1 hora con la dotación de combate (armamento y mochila).
Especiales eran las denominadas fases de agua y de nieve, que además eran muy apreciadas por la tropa, así que vamos a comentar el contenido de las mismas. Antes que nada, hay que decir que estas fases se realizaban fuera del acuartelamiento y por espacios de una veintena de días al menos y que para el desplazamiento de la compañía a los puntos de ejecución de estas fases se contaba con medios de transporte terrestre conducidos por los propios soldados de la compañía. También se contaba con medios para afrontar la subsistencia fuera de los servicios de que disponíamos en el acuartelamiento: cocina y cocineros, suministros de agua, servicios o letrinas, tiendas imperio y de campaña, etc. Igualmente, con los medios materiales para la realización de las prácticas que se ejecutaban: esquíes, raquetas, trajes de buceo, equipos autónomos, etc.
Fase de nieve
Se llevaba a cabo en la zona de Braña Vieja (Cantabria) donde existe una importante estación invernal. El campamento base se estableció en un albergue existente en una localidad al pie de la montaña, denominada Villar, que permitía una confortabilidad importante para los componentes de la compañía. En la cercana localidad de Reinosa existían todas las posibilidades de abastecimiento de suministros e incluso de ocio para los guerrilleros. Además de obtener habilidades en las prácticas de esquí o las marchas con raquetas en la nieve se construían refugios en nieve.
Fase de prácticas subacuáticas
Se llevaba a cabo en Santoña (Cantabria) y el campamento base generalmente se establecía en el fuerte San Martín, una antigua instalación defensiva que ofrecía un recinto fácil de custodiar y un techo. El suministro de agua se realizaba mediante camión-cisterna y los servicios lo constituían las letrinas que los propios guerrilleros construíamos y manteníamos. Como en el caso de Reinosa, en Santoña existían todas las posibilidades de abastecimiento de suministros e incluso de ocio para los guerrilleros y además estaba el vecino Patronato Militar con sus instalaciones prestas siempre a echar una mano. Las actividades que se ejecutaban en esta fase eran: buceo básico, combate en agua, manejo de embarcaciones con motor fuera borda, infiltración individual y colectiva y reconocimientos de costa.
Prácticas de supervivencia
Por último, estaban las prácticas de supervivencia con recursos naturales, evasión y escape. Para su aprendizaje, todos los meses se salía al campo, a zonas distintas, durante varios días seguidos.
Paradas militares
Finalmente, contar algo que llenaba de orgullo al guerrillero. Cada año, coincidiendo con la conmemoración de la liberación de Bilbao, la COE 62 participaba en la parada militar que tenía lugar en la plaza de Moyúa, Bilbao, frente al edificio del Gobierno Militar, para posteriormente realizar un desfile a lo largo de la Gran Vía de la capital bilbaína ante autoridades e invitados al evento.
Intervenciones en operaciones especiales
Operación «Iruña»
Esta operación se desarrolla, con participación de la COE 62 entre octubre de 1974 y agosto de 1976 y en ella participan también la COE 61 de Burgos, la compañía de escaladores y esquiadores de Navarra y secciones de escaladores y esquiadores de los Batallones Colon XXIV, Legazpi XIII y Montejurra.
La misión era impermeabilizar la frontera entre Vera de Bidasoa y Roncesvalles (Navarra) estableciendo patrullas al sur de la línea de mugas en la zona fronteriza.
Sirvió, además, para actualizar, poniendo al día, la información sobre las fortificaciones de la zona, los puntos de comunicaciones y la cartografía.
Aptitudes tácticas con cadetes de las academias militares
En junio de 1974 se desplaza la compañía al valle del Roncal, en Navarra, participando en unos ejercicios con los cadetes de las academias militares que servían de desarrollo de las aptitudes tácticas de la tropa.
Operación táctica de guerrillas
En marzo de 1976 se encontraba la compañía desplazada en la zona de Orozco para la ejecución de unas operaciones tácticas de guerrillas ordenadas por capitanía general de la VI Región Militar cuando, por orden superior, fueron interrumpidas para trasladarse al CIR 11 en Araca – Vitoria, donde permanece la unidad acuartelada hasta el día 8 del mismo mes, tras darse por concluidas las causas que habían motivado tal desplazamiento.
Fugas de miembros de ETA de la cárcel de Segovia
La compañía se desplaza en junio de 1976 al área de Roncesvalles, en Navarra, participando en el operativo desplegado en esa área de la frontera con Francia para la localización y captura de un contingente de presos pertenecientes a la organización terrorista ETA, que se habían fugado de la cárcel de Segovia.
Maniobras militares operación «Burgos 76».
En el mes de junio del mismo año de 1976, la compañía se desplazó a la zona del Páramo de Masa, en Burgos, para participar en unas maniobras de un altísimo nivel de participación tanto de medios materiales como humanos. El papel de la COE 62 en las mismas era una operación tras las líneas enemigas en la que sus miembros se descolgaban con cuerdas, en rápel, desde helicópteros para tomar posicionamientos estratégicos y continuar su misión sobre el terreno. El resultado de la intervención fue espectacular y mereció la felicitación del general de la División nº 66 de Montaña por la ejecución del ejercicio por “el alto espíritu, la eficacia y el rendimiento en la misión encomendada”.
Rescate cuerpos montañeros en Picos de Europa
El 16 de mayo de 1977 la compañía participa junto a las autoridades civiles y la guardia civil en la localización y rescate de tres montañeros desaparecidos en los Picos de Europa, en territorio de Cantabria, zona de Peña Vieja. Fueron localizados sin vida y colgando de cuerdas sorprendidos por la climatología en plena escalada y sus cuerpos rescatados y puestos a disposición de la autoridad judicial. Esta actuación motivó una felicitación a la compañía, sus mandos y tropa, por parte del capitán general de la VI Región Militar.
Maniobras militares operación «Gállego» 1978
En mayo de 1978, entre el 22 y el 30, se desplaza la COE a San Gregorio, en Zaragoza, participando en unos ejercicios tácticos conjuntos de los que también forma parte la COE 61.